martes, 28 de julio de 2009

TAYTA SHANTI


CANCIONES DEL GANADO Y PASTORES Y UNA MUESTRA FOTOGRÁFICA

El poeta Miguel Hernández afirma que los escritores: “son vientos del pueblo, nacidos para pasar soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas”. En efecto, este aserto se confirma en el florecimiento del valioso libro Canciones del ganado y pastores que publicó Sergio Quijada Jara el 28 de marzo de 1957 con prólogo del sabio francés Paul Rivet.

La relectura del libro surge a propósito de la magnífica Exposición fotográfica de Luis Jara Quijada, (nieto de Sergio) que se presenta hasta el 6 de agosto en la Galería “Le carré ¨D’ Art” de la Alianza Francesa de La Molina, imágenes de mediano formato que en conjunto homenajean a Quijada Jara en fecha cercana a su fallecimiento ocurrido el 26 de agosto de 1990 y la proximidad de su fecha de nacimiento que es el 5 de octubre (1914) en el distrito de Acostambo en las mágicas tierras de Tayacaja. Se enhebra a esta memoria, la celebración de la fiestas que se conoce con el nombre de Santiago (julio-agosto) que tiene lugar en la región central del país, “fiesta, que no es sino la del ganado y de los pastores, teniendo como base el mito que considera a Tayta Wamani como dios y señor de los cerros” a quien se le invoca “Que aumente, que aumente /nuestros buenos toros/ que aumente / que aumente/ nuestras lindas vacas”.

Rivet señala que el libro Canciones del Ganado y Pastores “ con 200 cantos en quechua con su traducción respectiva en español, es sin la menor duda, una contribución de valor excepcional y no sólo para los estudios folklóricos, sino también para la lingüística” y su autor “ya tiene el eminente título de folklorista consagrado”. A las palabras de Paul Rivet se unen las de Ralph Steele Boggs (Fundador de la Sociedad Folklore of the Americas), Augusto Malaret (sabio filólogo portorriqueño) y el italiano Paolo Tosel quienes “aplauden con admiración y respeto los vigorosos trabajos de Quijada Jara”.

El itinerario de Sergio Quijada Jara está engalanado con numerosas distinciones que le fueron otorgadas por instituciones en el ámbito nacional e internacional entre los que mencionamos el de Miembro de la Sociedad Folklórica de México y Miembro de la Asociación Tucumana de Folklore. Entre sus libros de mayor reconocimiento se encuentran: Estampas huancavelicanas, La coca en las costumbres indígenas, Kantuta flor nacional del Perú, Lenguaje del trago, Las aves en la tradición popular, Taita Shanty y Canciones del ganado y pastores.

Las leyendas, mitos, cuentos, fiestas, costumbres y tradiciones son florecimientos de la sabiduría ancestral cuyas pulsaciones en mayor o menor medida, fueron trasladados por Sergio Quijada Jara desde su cotidianeidad al análisis y lección, para convertirse así en heredad que nos compromete a impulsarla. valorarla y difundirla . En esa línea sus libros son auténticas lecciones para abrir el corazón hacia el universo maravilloso de los pueblos andinos.

Luis Jara Quijada joven fotógrafo al capturar las imágenes vívidas de una de las fiestas que configura nítidamente la cosmovisión andina, registra su nombre en la línea que celebra la textura identitaria de la nación Tayacaxa.

Artículo de Carlos Zúñiga Segura para Saposaqta, julio 2009.

Imagen: Fotografía de Luis Jara titulada "Acercándose", 2008.

lunes, 20 de julio de 2009

EL WAQRA PUCU


Presentamos un artículo escrito para la Revista Festival por el periodista, charanguista y etnomusicólogo Julio Mendivil, actualmente radicado en Alemania, sobre el principal elemento musical de la Fiesta del Santiago, celebrada en Tayacaja y en la región central del Perú principalmente.

El Waqra Pucu

La Fiesta del Santiago tiene un ingrediente esencial, indispensable, mágico que la caracteriza: la corneta. Y es que sin el tronar quejumbroso alucinante y extasiante de las cornetas, sin ese tronar rústico pero maravilloso, no hay Santiago.

Pueden ser de cacho, de metal o caña, pero la corneta es infaltable. Las cornetas de vueltas fueron usadas desde tiempos Mochicas como lo testimonian algunos ceramios, en las que aparece, muchas veces, al lado de pututos.

Los antiguos peruanos los hicieron de barro, de metal y de la piel de la cola del quirquincho, preferentemente. Todas ellas reciben el nombre de QUEPA, que quiere decir corneta. A esta denominación se le agregaba un adjetivo según sus características o uso: AUKA QUEPA (corneta de guerra), HATUN QUEPA (corneta grande), etc.

La corneta de cacho actualmente se llama WAQRA PUCU, waqra corneta, waqra waqra. Algunas usan una boquilla de metal, otras de madera y otras del mismo cacho. Los cachos se dividen según los lados: los del lado izquierdo son machos, y los del lado derecho son hembras; nunca se entrejuntan porque hacerlo es de mal agüero.

La corneta de cola de quirquincho, aún es utilizada en la región huanca para el Santiago, y en Lucanas (Ayacucho) se utiliza la cola de la vaca en igual forma que la de quirquincho. A este instrumento lo llaman “Pururo”. A veces con una caña fabrican boquillas para estas cornetas. En todo el departamento de Ayacucho también son famosos los Waqra pucus de barro cocido. Los artesanos de Quinua (distrito de artesanos en Ayacucho), son unos verdaderos maestros en su confección.

No podemos dejar de mencionar las cornetas de ojalata soldada, de uso común en Junin también llamadas “Huaczas”.

Fuente: “Festival”, Revista de folklore.
Año 1, Nº 9, Julio - Agosto de 1988.

lunes, 13 de julio de 2009

FIESTA DEL GANADO Y PASTORES


“Canciones de ganado y pastores” (1957) es un extraordinario trabajo de transcripción y recopilación de la literatura oral realizado por que Sergio Quijada. En su mayoría, las canciones pertenecen a la provincia de Tayacaja, particularmente a los distritos y anexos de Pampas, Salcabamba, Salcahuasi, Huachocolpa, Ñahuinpuquio, y Acostambo. Solo una pequeña es referida al valle del Mantaro.

Nieto de este ilustre personaje tayacajino es Luis Jara, joven fotógrafo, quien nos presenta su primera muestra fotográfica con registros de la fiesta del ganado, realizados en la comunidad de García Ocopata en el distrito de Salcabamba (Tayacaja).

Saposaqta ofrece parte del texto de presentación de esta exposición fotográfica.


INTRODUCCIÓN

Nuestro país se caracteriza por innumerables fiestas populares tradicionales. Una de ellas es la Fiesta del Ganado y Pastores / Tayta Shanty / Tayta Wamani o más conocida como “Santiago”. Este acontecimiento se celebra el 25 de julio de cada año, en la sierra central: Huancayo y principalmente Tayacaja (Huancavelica). Conservando su autenticidad cuanto más lejos se encuentre de las vías de comunicación.

El fotógrafo Luis Jara Quijada, viajó al caserío García Ocopata, Salcabamba (Tayacaja) para esta fecha, donde se involucró con los pobladores, conoció sus tradiciones, costumbres y capturó -a través de su lente- todo el cariño, alegría y respeto que sienten los pastores por sus animales; la belleza pura del hombre del ande y la naturaleza, nos la presenta en su primera individual “La Fiesta del Ganado y Pastores” la cual está compuesta por doce imágenes de mediano formato*.

LA FIESTA DEL GANADO Y PASTORES

Todos los años desde el 24 de Julio en Salcabamba, los toros y las vacas muestran en sus orejas, como obsequio de cumpleaños varias cintas de colores y hasta beben chicha o aguardiente en medio de risas y guapidos. Un grupo de mujeres canta al unísono y con voces agudísimas alternándose con la voz grave del yongor que hace retumbar los cerros cercanos. Esta es la fiesta del gananado y de los pastores.

El apóstol Santiago o Taita Shanti no preside la ceremonia, es el Apu que se hace presente en esta fecha para dar buena salud todo el año y ayudar a los animales en la reproducción. Se instala la “mesa quinto” en su honor, con coca, harina de maíz, botellas de aguardiente, baldes de chicha, cintas de colores y flores silvestres recogidas para este ritual.

La fiesta se inicia mucho antes del amanecer. Los dueños de casa y los invitados entran a los establos con un haz de paja encendido ahuyentando a los malos espíritus, y los animales corren de un lado a otro sorprendidos. Así comienza esta explosión de canto, mugidos, guapidos y acompasados golpes de tinya (de las mujeres) en contrapunto con el yongor (de los hombres), que se escucha hasta en los bandos distantes.

Durante el día se marca al ganado (colocación de cintas en las orejas) y al finalizar, los animales son pintados por sus dueños con harina de maíz con la creencia de que así los protegen de las heladas. Un golpe de tristeza invade a la naturaleza y a los hombres cuando los animales se alejan paso a paso por los caminos.


* Exposición fotográfica abierta al público hasta el 6 de agosto 2009 en la Galería “Le Carré D’Art” de la Alianza Francesa de La Molina.
Imagen: Fotografia de Luis Jara, la cual es parte de la exposición fotográfica.

martes, 7 de julio de 2009

LA FIESTA DEL SANTIAGO


La tradicional Fiesta del Santiago del mes de Julio, celebrada en la provincia de Tayacaja y en otras localidades de la sierra central peruana, es la fecha de la marcación del ganado mediante cintas de colores colocadas en las orejas de los animales.

Mientras los concurrentes bailan al son de cornetas de cacho o aluminio llamados waqra pucus, los invitados disfrutan bebiendo el warapo de la caña traída de pequeños fundos lejanos, o los diferentes preparados de la caña como el “pito” hecho a base de kiwicha, brebaje muy temido por conocedores. Asimismo utilizan el longor, instrumento infaltable en esta fiesta, el cual es muy difundido en esta provincia.

En el mes del Santiago, SAPOSAQTA presenta el siguiente artículo sobre la fiesta del Santiago, así como un video sobre la misma grabado en Pampas.

EL LONGOR O LLUNGUR DE SANTIAGO

El Longor es el viento del Santiago. Su intérprete es el campesino de Salcabamba, distrito de la provincia de Tayacaja en Huancavelica. Es este distrito donde nace y se cultiva el longor.

Dicho instrumento se obtiene de un carrizo llamado MAMAC. En la época prehispánica de este grueso carrizo también se fabricaban armas para la lucha cuerpo a cuerpo.

Por ser un instrumento típicamente nativo, el longor fue prohibido durante la extirpación de idolatrías, porque era utilizado en fiestas paganas.

Felizmente los salcabambinos han logrado conservarlo. Y dominan el instrumento por tradición. La música es creada por el pueblo y enriquecida por la vida diaria del campo. Cada Santiago tocada en Longor tiene una antigüedad de varios siglos.

LA TINYA

Sin Tinya no hay Santiago. Puede haber trago, coca, orquesta, ganado, abundancia, pero si no hay Tinya no hay Santiago.

Este tambor tan humilde, hecho con cuero de gato o carnero, es un instrumento poderoso cuando se trata de hacer Santiago. Basta aguzar el oído para saber donde hay Santiago.



En ningún momento cesa la Tinya. Dura hasta el fin de las octavas y las octavillas. Así ha conseguido un lugar de honor en la fiesta campesina más importante del ganado.

La Tinya incita además al canto, el quechua, la risa, y el amor Las letras parecen de carnaval al que no conoce Santiago. La mayoría de las canciones son de autor anónimo.

Las que cantan son mujeres de voces agudas. Pero después de un momento se abre un nuevo horizonte de música, con la Tinya como si fuera un dulce corazón que pone el ritmo al Santiago.

SANTIAGO QUERIDO

El origen de esta fiesta se pierde en los tiempos primitivos de las sociedades andinas. El Santiago (hoy herranza para identificar propiedad del ganado) viene del rito y fiesta del “Angosay” con las llamas.

En el Angosay, fiesta típica en la época pre hispánica, a las llamas se les colocaba achalas (pompones de colores) en las orejas como símbolo de propiedad de ayllus y comunidades.

Los españoles trajeron caballos, ovejas, toros y vacas, animales que también participan en Santiago pero con pompones y cintas de colores como señal de propiedad.

La música típica del Santiago está compuesta por la TINYA y el LONGOR o llungur. El cronista Guamán Poma de Ayala llamó a la música del Santiago HATUN TAKI y señala que sus cantos alentaron a los ejércitos de Manco Inca y Tupac Amaru, por lo que estos cantos e instrumentos, fueron prohibidos luego de sofocados los levantamientos de dichos héroes.


Fuente: “Festival”, Revista de folklore, instituciones provincianas e informales.
Autor del artículo: Eduardo Vega Posada.
Revista Festival, año I, Nº 9, Julio Agosto de 1988.
Imagen 1: El santiago. Inictel, Telecentro Rurales.
Imagen 2: La tinya





miércoles, 1 de julio de 2009

REFRIEGA EN PAMPAS


REFRIEGA EN PAMPAS TAYACAJA

Finalizando el año 1882 el ejército chileno apuraba la marcha, pues tenía a la columna ligera “Cáceres” pisándoles los talones. Maltrecho y frustrado es sorprendido en la estrecha entrada al valle de Pampas por fuerzas guerrilleras, las que se habían apostado en todo lo alto de la garganta, arrojando galgas (rocas grandes), que causaron bajas al enemigo.

Del pueblo de Pampas los chilenos se dirigieron hacia Huancayo, siendo nuevamente atacados por las guerrillas de Pazos, Acostambo, que les dieron los últimos golpes arteros antes de su ingreso a Huancayo a donde llegaron los expedicionarios chilenos maltrechos, muchos de ellos descalzos, en su fuga precipitada que terminó en una vergonzosa retirada gracias a la indoblegable acción de los guerrilleros de Huanta, Acobamba, Huancavelica y Tayacaja.

Para terminar debe señalarse que esta última aventura chilena en suelo patrio, nos debe hacer pensar que si este pueblo anónimo hubiera sido convenientemente armado, o por lo menos hubiera tenido en sus manos, los miles de fusiles que se arrojaron por el desconcierto y la defección en Arequipa, la historia de esta patria humillada hubiera sido otra.

No se debe olvidar tampoco, que el ejercito chileno se encontraba al borde de la desesperación, y que éste fuese el ejercito que nos impusiera un pasado tan denigrante.

Veamos como terminó la campaña de Urriola en boca del tantas veces citado corresponsal de El Mercurio de Valparaiso:

“Así concluyó la expedición de Ayacucho, habiendo salido la división de esa ciudad (Huancayo) con ojotas, atravesando todo el camino hasta Jauja donde nos dieron botas”

Autor: Tulio Carrasco
En: Cronología de Huancavelica
Volumen I, Páginas 343 – 344