jueves, 27 de noviembre de 2008

RAYUSCCA

RAYUSCCA

Por las alturas de Mashuayllo hay un pueblito que se llama Jatunpampa, que quiere decir pampa grande; por ese lugar hay un camino que conduce a Chinchipampa; aquel viene desde Chanti y pasa hasta Tucuma. Hace muchos años fue un sendero guijarroso, bordeado de espinos y abismos extravagantes con rumbo sinuoso, paso obligado para los habitantes del lugar. Desde sus crestas visibles y altas grietas se divisa las profundidades de la quebrada del río Huanchuy como una hilacha que después de estrellarse de peña en peña va a dar entre las turbias aguas del Mantaro.

El viento tibio más ágil deja oír por instantes el rumor del río y se eleva sutilmente hasta alcanzar lo más fragoso de la cordillera de las montañas, llevando consigo la niebla hasta coronarlos con nubecillas aisladas durante el día, tan afanoso cual sube y baja. Ya en las tardes las cumbres se tornan grises y el frío es intrépido, la niebla densa penetra hasta los rincones más escondidos de las casas y el suelo es húmedo que rápido levanta los mohos en las piezas y el óxido en los metales.

En las épocas de invierno serrano, el viento zumba y silba en el ichu; en turbiones cae el fuerte aguacero y los relámpagos iluminan intensos el horizonte. Cuando es más intensa la lluvia, la chispa eléctrica con eficacia llega a la tierra frecuente con estruendoso ruido, haciendo de la tempestad un ambiente lúgubre y funesto, obligando a los lugareños a esconderse en sus casas. Las noches se tornan lóbregas y las espesas nieblas envuelven todo, que no permite abarcar la mirada a un metro; todo se torna tenebroso; los granizos chancan musicalizando los tejados y las goteras monótonas de los aleros forman torrentes turbios formando aniegos en los desniveles del camino.

En el tramo del camino entre Jatunpampa y Chinchipampa, hay un lugar, ahora funesto, entre rocas enormes y arbustos del lugar. Hace algún tiempo atrás una joven pareja de casados, que tenían un pequeño hijo como de cuatro abriles; asentaron sus vidas en ese lugar; habían heredado una parcelita de terreno de sus ancestros, hicieron una casita pequeña debajo del camino. Era una casita solitaria, la única en el lugar construida con mucha esperanza; empezaron a cultivar sus tierras y a la par criar una vaquita, dos cabras y un carnero. Cada vez que bajaban al pueblito, en las tardes los veían volver casi entre dos luces, llevando al niño de la mano rumbo a su casita solitaria, dando venias atentas a quiénes se cruzaban en el camino; era una pareja muy misteriosa poco sociable.

En una de esas noches que dicen de los difuntos; las cumbres se encendían con los relámpagos, las nubes negras lloraban en turbiones y cada vez era más fuerte la lluvia. El tronar de los rayos era más intenso y continuo como si la artillería del cielo hubiera encendido el fuego de la guerra y cobrar vidas en venganza. El viento huracanado recogía el lúgubre aullido de los perros y se dilataba temblando entre los roncos rigores del cielo; todo parecía avizorar un funesto presagio. Los niños trémulos se aferraban a sus "cawitos" y los ancianos sentían caer el cielo – Nunca ha pasado esto -- decían mirándose tras la tenue luz de las velas – Es castigo de Dios por culpa de ese Leupucha que se metió con su prima no más -- murmuraban otros.

El “ataque” se hacía interminable cuando al dar la media noche, todo lentamente volvió a la calma, alejándose los truenos como un tropel de llamas sobre el cielo oscuro hasta dejar solo el sonido monótono de las goteras cercanas que herían los oídos. Todos quedaron dormidos como entumidos por el susto.

La mañana siguiente los pacíficos pobladores recibieron la alarmante noticia de un madrugador labriego; pálido y como fuera de si llegó al caserío, manifestando la tragedia de la pequeña familia que ya no es; el padre muerto, la madre muerta, el pequeño hijo muerto también, habían sido fulminados por un destructor rayo. De la pequeña casita quemada aún humeante; se levantaban negras las ruinas de los muros; había sido consumido por el fuego. Enterraron los restos calcinados de los pobres desdichados que vivían cual parias, y desde esa inolvidable tragedia bautizaron a ese tétrico lugar como Rayuscca – Lugar donde cayó el rayo.

Cuentan los pobladores de Jatunpampa, que cada vez que se producen similares tormentas, ven pasar en la noche por el camino con paso monótono, a una pareja de esposos llevando de la mano a un niño, en medio de la lluvia insaciada camino a Rayuscca, gimiendo cantos fúnebres en las noches de Todos los Santos…

Miguel Ángel Alarcón

Imagen: "Tormenta", óleo de Beatriz Colmenares.

sábado, 22 de noviembre de 2008

POSTALES DE TAYACAJA III


Nota inicial. Las Postales (resúmenes del libro inédito Historia de Tayacaja) que se difunden en Saposaqta corresponden a la amistad y generosidad de Manuel Suárez y su sentimiento compartido por nuestra tierra.

Ricardo Palma y Tayacaja

El gran tradicionista Ricardo Palma tuvo presente a Tayacaja en sus tradiciones, artículos periodísticos y en varios de sus libros. Veamos:

En La zamacueca política (Periódico político, popular, joco-serio) correspondiente al año 1859 le dedica unas líneas a don Andrés Álvarez Calderón Senador por Tayacaja.

¡Vaya unos labios cerrados

y un voto abierto para el Gobierno!

¡Qué mudez tan elocuente!.

En el libro Semblanzas. Lima 1867 Palma se refiere a don Enrique Lara Diputado por Tayacaja:
Se calza muy bien el guante

y llega al sí natural:

para ser representante

esto es mas de lo esencial.

En el libro Supersticiones de los peruanos dice Ricardo Palma: “Sobre estas costumbres, en que andan mezcladas por igual las prácticas gentilicias y las cristianas, -dice el autor- que presenció lo siguiente en un pueblo (Pampas) de la provincia de TAYACAJA”.

“Una viuda, joven y hermosa, a los cinco días de muerto su marido fue llevada por sus parientes al río y obligada a bañarse desnuda en presencia de ellos. A esto llaman los indios purificación, y después de ella, la viuda queda expedita para contraer nuevo enlace. Complemento de la purificación es una orgía, en la que la mujer llega a pertenecer a tres hombres, de los que uno representa al Padre Eterno, y los otros dos a San Pedro y San José. Después de purificada así, es seguro que encontrará nuevo marido”.

ANALES DE LA INQUISICIÓN

En el capítulo correspondiente a La Segunda Inquisición Palma da cuenta del castigo que le impuso la Santa Inquisición al “presbítero don Eugenio Jaime que fue denunciado en Tayacaja, en 1802, por haber dicho que no incurría ni en pecado venial el que no asistía a la publicación de los edictos generales del Santo Oficio. Varios hay, después, delatados por el mismo delito”. El castigo en estos casos consistía en recibir azotes en paseo público.

De: Historia de Tayacaja (Inédito)
Carlos Zúñiga Segura

martes, 18 de noviembre de 2008

TURISMO EN TAYACAJA

La provincia de Tayacaja cuya capital es la ciudad de Pampas, es un territorio fuertemente accidentado, ubicado entre las cordilleras occidental y oriental de los Andes en la región central del país. El punto mas alto se encuentra en los cerros de Azapara con 4874 m. mientras que el más bajo, queda en el fondo del valle del río Mantaro con solo 911 m.s.n.m. de modo que el relieve máximo es de cerca de 4000 m. Esta gran diferencia de nivel determina una variedad de climas, desde el frígido propio de las altas montañas, hasta el templado de los valles andinos y el semitropical de ceja de selva.

Es en esta zona maravillosa que podemos encontrar lagunas, cataratas, cuevas, terrazas donde el hombre ha impregnado su conocimiento para convertirla en un destino turístico.

Desde la llegada a la ciudad de Pampas el viajero podrá apreciar lugares bellos como el Gran Parque Ecológico situado en el barrio de Chalampampa, el centro recreacional de Pillo, el mirador de la ciudad ubicada en el legendario cerro San Cristóbal, cataratas en Huachocolpa, Colcabamba y Acostambo, la Central Hidroeléctrica Santiago Antunez de Mayolo, conocida como la Central Hidroeléctrica del Mantaro, la obra mas grande de la ingeniería peruana, el Museo en Colcabamba, un hermoso puente colgante en Chiquiaq hecho por los lugareños de la zona.

Pintura rupestre en Quishuar, y zonas de restos pre-incas en Acostambo, Terrazas en Paltarumi, Artesanía en Huaribamba, y el distrito de Huachocolpa. guarda en su territorio recursos turísticos importantes para disfrutar del ecoturismo y del turismo de aventura donde se encuentra el bosque de Orquideas de Amaru, con las de cien variedades de estas bellas flores. Igualmente conocerá las danzas típicas, y todo el hermoso folklore de Tayacaja en su recorrido por esos lugares.

SAPOSAQTA te invita a visualizar el video que justamente nos trasladará a estos bellos parajes, tomado del documental “Tayacaja” realizado por la Municipalidad Provincial de Tayacaja.

Primera parte:


Segunda parte:

viernes, 14 de noviembre de 2008

POSTALES DE TAYACAJA II


JOSE MARÍA ARGUEDAS EN PAMPAS

Un amor en Chalampampa

Los recuerdos de José María Arguedas en Pampas, capital de la provincia de Tayacaja, datan del año 1928. Tenía entonces 17 años y cursaba el tercero de secundaria en el Colegio Santa Isabel de Huancayo, en circunstancia en que su padre decide ejercer la profesión de abogado en Pampas. En la Parte II, Viajes, de Los ríos profundos, narra sus vivencias en esa ciudad. En un pasaje de matiz sentimental nos hace saber de la existencia de una joven alta, de ojos azules, a quien le brindaba serenatas interpretando huaynos que “jamás se habían oído en el pueblo”. La identidad de la joven merecedora de elogios y serenatas, que en calidad de primicia ofrecemos, sería María Jesús Olano de 25 años de edad y vivía en una tienda frente a la capilla María Auxiliadora del histórico barrio.

Artículos en Argentina

Esa preciso señalar que durante su estadía en Pampas, Arguedas se interesa vivamente por las fiestas y costumbres de la provincia conforme lo acreditan los artículos “El Layka” (Brujo) y “La fiesta de la cruz” (La cruz de Pampas) ambos publicados en el diario La Prensa de Buenos Aires (Argentina) en 1941 y 1943, respectivamente. Complementa esta apreciación la interpretación de la canción “Trilla de arvejas en Pampas”, grabada en el casete Arguedas canta y baila editado por el Centro de Folklore que lleva su nombre. Esta producción tiene una presentación cuya autoría corresponde al charanguista Jaime Guardia.

Un gran amigo de Arguedas

La relación de José María Arguedas con Pampas y toda la provincia fue a través del vínculo amical con el notable folklorista y estudioso de las tradiciones huancavelicanas don Sergio Quijada Jara nacido en el fundo Magdalena (Acostambo).

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ANTONIO RAIMONDI EN COLCABAMBA

El sabio italiano Antonio Raimondi visitó Colcabamba el año 1866. Ofrecemos sus apreciaciones: “El pueblo de Colcabamba se halla situado en una quebrada que baja al río grande de Mayoc. Su temperamento es delicioso, pues no se siente ni frío ni calor. El pueblo es pequeño., Sus casas forman una callejuela con acequias. Tiene una plaza de regular tamaño que está adornada en su centro por un hermoso y añejo cedro. La iglesia está muy desmantelada, principalmente en su interior. Colcabamba no carece de recursos; si sus habitantes fueran algo más activos, podrán holgar en la abundancia, pues esta población cuenta con hermosos terrenos cultivables y con bastante agua. Esta corre por dos acequias y sólo se emplea para el regadío, porque tiene mal sabor por la cal y óxido de fierro en disolución que contiene, materias que va depositando y que originan una especie de tufo, semejante al de Huancavelica, que sirve como piedra de construcción. En esta agua, todas las materias que caen, como hojas, ramas, etc., se cubren en poco tiempo de incrustación calcárea. En Colcabamba se cultiva maíz, cebada, trigo, etc. También hay alfalfa, pero este forraje no es muy abundante”.

Imagen fotográfica: Teófilo Hinostroza, fotógrafo tayacajino (Colcabamba)

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EDUCADORES Y VECINOS NOTABLES DE SALCABAMBA

El año 1895 se registra en Salcabamba la presencia de distinguidos educadores Isabel Belledonne, Carlos Prialé, María Gurmendi, Felipe Guerra, Guillermo Rebagliatti y Manuel Sarmiento, oriundos de Huancayo, Lima y Concepción, respectivamente.

Entre los vecinos notables Matías Arana, José Monge, Francisco Santibañez, Pío Serpa, Mariano Valdez, Claudio Herrera, y Federico Gálvez.

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HOMENAJE A “CHOYO” MONGE

El destacado profesional tayacajino Gustavo Córdova Valenzuela escribió hace tiempo un preciso y precioso texto en homenaje a “Choyo” Monge que debió salir en algún boletín que preparaba un grupo de pampinos. En mis continuas pesquisas documentales encontré una copia de este valioso testimonio de dos carillas y cuarto. Ofrezco el último fragmento:

“Choyo Monge, guitarrero insomne de los zapatos polvorientos. Bohemio impenitente de la chompa interminable, chalina al viento cantando libertad. Asoma al espacio y escucha el canto andino de tus hermanos en la quietud de la noche estrellada proclamando tu recuerdo”.

Nota. El nombre del inolvidable “Choyo” es Fernando Monge Palma (No Monge Arana como figura en el testimonio) por si alguien tiene el documento y quisiera difundirlo).

Carlos Zúñiga Segura
(De: Historia de Tayacaja (Inédito)

lunes, 10 de noviembre de 2008

DANZAS DE TAYACAJA



Las danzas andinas son una parte muy importante de las ceremonias en las cuales se venera a la madre tierra. En las comunidades andinas las fiestas han conservado su significado ritual. Música y baile no solo representan la solidaridad del pueblo con su tierra, sino expresa también la unión de las comunidades andinas

Siendo la danza un producto de cultura, cada comunidad ha encontrado y desarrollado formas características de expresar esta relación, así, para los pueblos andinos, se dice que el factor mas importante que se destaca en su danza es el contacto pies-tierra. Este contacto que revive la relación del hombre con su medio y que se resuelve en la dedicación agrícola, lo que le permite concebir explicaciones, concepciones y mitos acerca de la fecundidad, la reproducción, la maternidad y el protectorado de la tierra.

En la danza andina esta voluntad se hace presente cada vez que el danzante la ejecuta y la decisión de actualizarla está siempre latente, porque representa la decisión colectiva, ya que, como todo ser, tiende a la exploración de su libertad.
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Imagen 1: "Trillay Huaylas" de César Yauri
Imagen 2: "Ronda de Ahuaycha" también de César Yauri

Veamos un video que recopila las danzas más importantes de la provincia tomado del documental “Tayacaja” con la producción, dirección y edición de Ricardo Eufracio Peña.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

POSTALES DE TAYACAJA



Hace 150 años, en 1858 el sabio italiano Antonio Raimondi visita por primera vez la provincia de Tayacaja. Sus impresiones son: “El pueblo de Pampas es algo grande, sus casas están blanqueadas y los techos están cubiertos generalmente de tejas, sus calles empedradas tienen una angosta vereda y en muchas hay una pequeña acequia en el centro. Las mujeres llevan un gran sombrero de paño azul oscuro o negro forrado en su parte interior con paño rojo y cuando saludan, en vez de decir buenas tardes o noches dicen Ave María”.

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El censo realizado el año 1876 en la ciudad de Pampas arroja los siguientes resultados: Blancos 979 hombres y 983 mujeres; indios 2,376 hombres y 2,523 ,mujeres; negros 13 hombres y 11 mujeres; mestizos 438 hombres y 488 mujeres; extranjeros 4 (italianos).

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Iniciando el año 1900 en Pampas existían dos escuelas. El de varones tenía por preceptor a José Vega y el de mujeres a Rosa Bravo. Existía asimismo, un colegio particular con 25 alumnos a cargo de Pedro Padilla. En 1905 ya funcionan dos escuelas de varones y una de niñas. La municipalidad pagaba el alquiler de los locales a un costo de 4 soles mensuales. Una estaba dirigida por Víctor Zúñiga y su auxiliar Vidal Guerreros quienes ganaban treinta y diez soles, respectivamente.

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En 1630 se reconoce a San Juan de Luicho o Luichuspata (ubicado a 22 kilómetros al Este de Pampas) como el más antiguo pueblo inca de la región. De su pasado milenario quedan muros, pasadizos, vestigios de canales de regadío, una pared alta y larga que al parecer es uno de los flancos de la iglesia que construyeron los indios yungas mitimaes aproximadamente el año 1,600.

Cuando un huayco destruye las bocatomas en 1686 el principal Luis Siniguaman decide vender encomendando a Pedro Martínez Gamarra a fin de que alzando vara de Real Justicia fuera a dar nueve pregones a San Cristóbal de Occoro y otros nueve pregones en otras tierras, siendo designado para ello J.Poñahuac Llamarcay indio pregonero, antecesor histórico de “ Lacha” Martínez, quien pregonaba los bandos en las calles de Pampas.

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En julio de 1924 el Presbítero Domingo A. Verástegui encontrándose en Ahuaycha escuchó asombrado esta canción en quechua:

Mi madre me dio a luz
diciendo
mi hijo es lluvia y nube
para llorar como la primera
y andar como la segunda.

De: Historia de Tayacaja (Inédito) / Carlos Zúñiga Segura
Imagen: "El fotografo del parque" de la pintora alemana Christine Rosenthal