MEMORIAS DE UN
MATAMOROS, PAMPINO POR RATON Y MATALOROS
Aparece un nuevo libro en el firmamento de Tayacaja. Esta vez bajo el
sugestivo título de “Memorias de un Matamoros, pampino, por ratón y mataloros”.
Su autor pone ante nuestros ojos, un libro de relatos y vivencias en la ciudad
de Pampas, su terruño, donde recuerda
con mucha nostalgia su infancia en el seno de un hogar de clase media, con
personajes del entorno familiar que los describe con nostalgia, como tratando
de retornar a ese dulce mundo que le tocó vivir.
Se trata de Ronald Matamoros Sánchez, quien a partir de este libro, pasa a
integrar un naciente grupo de escritores tayacajinos que, a través de sus
relatos, trasladan a los lectores a ese universo construido con recuerdos y
evocaciones.
“… vienen a mi mente, recuerdos desde muy niño, cuando saltaba de la cama
muy temprano, para salir corriendo hacia las chacras y el campo, siempre con un
jebe y su callampa, para hacer puntería y cazar pajaritos, en un ambiente de
olores a tierra húmeda, el rocío de las flores y la yerba fresca, contrastando
con los rayos de sol que aparecían entre los cerros y los eucaliptos…”
Sus relatos tienen un circuito muy familiar, donde describe con nostalgia a
su abuelo materno don Mariano Sánchez Bernal, compartiendo momentos de alegría en
familia, prodigando caricias y mimos, contando cuentos e historias
interminables.
“… continuamente, mi abuelo me paseaba por el jardín de la casa, llevándome
de las manos, cargándome, acariciándome, posándome en sus rodillas, sentado en
una silla de madera, y siempre tenía al costado un perro de gran tamaño, celoso
guardián llamado “Hualco”. Como no voy a recordarlo, tenía tres o cuatro años
de edad, me decía mi “chutito”, y ese es
el más grande y creo único recuerdo que tengo de papá Mariano…”
Sus relatos por momentos se tornan tiernos y mágicos, por la ternura y el
amor a Pampas, donde la evocación a sus primeros años nos conduce a ese mundo
que cada uno de nosotros tenemos.
“… de mis primeros años recuerdo muy poco, pero lo importante era el cariño
que me prodigaba mi abuelo Mariano y mi tía Mayita, quienes eran los que me
engreían. Recuerdo mis años en el Jardín de la Infancia de Pampas, me acuerdo
de las monjitas, los juegos y desayunos de pan con mermelada, de mis estudios
en la Escuela Pre Vocacional 521 de Pampas, de mi profesora Isaura, del
profesor Pedro Gómez Muñoz, recuerdo gratamente los juegos con trompo, luego hacer
volar cometas, también los carnavales, las fiestas en la casa por los cumpleaños de algunos familiares, la
fiesta de enero, las navidades, entre otras cosas…”
La presencia de su señora madre es
constante en cada
capítulo del libro. Los recuerdos de la educación recibida por ella son
importantes para el autor. Era la guía de su hogar, el personaje central en su
vida, y sus recuerdos y evocaciones son constantes a lo largo de estos relatos
cuya locación es la ciudad de Pampas Tayacaja.
“… todos los días pienso en la mamá Adelina “gringa” Sánchez, a quien la
recordamos por hermosa, culta, honesta, sencilla, laboriosa. En los momentos
difíciles o felices siempre me encomiendo a ella…”
Esta es la primera producción de Ronald Matamoros Sánchez. Más allá de
connotaciones de escuela o estilo literario, su narración nos describe
situaciones y acontecimientos de su entorno. Una primera parte se sitúa en
Pampas, su terruño, continuando con recuerdos y vivencias de sus estudios
superiores, para luego lograr su carrera profesional, igualmente matizada de
relatos vividos en los lugares que le tocó vivir.
“… Para poder escribir, tenía tantas ganas de hacerlo y no se daban las
condiciones. Fue en el 2012 que empiezo a escribir refiriéndome a los hechos
vividos, mis recuerdos, mis sueños y nostalgias, penas y alegrías recordando lo
vivido y hecho por mi madre. Con mi relato dios quiera que entiendan el
mensaje, sus hijos, sus familiares, amigos, paisanos y alumnos…”
El Blog Saposaqta saluda pues, esta nueva publicación, y así seguiremos
apoyando nuestra literatura tayacajina como lo hemos venido haciendo con los
nuevos narradores que siguen y seguirán apareciendo en el firmamento.
Blog Saposaqta
Equipo de redacción