sábado, 28 de marzo de 2015

VISITE PAMPAS EN SEMANA SANTA




PAMPAS UN DESTINO RECOMENDABLE PARA DISFRUTAR DEL OCIO PRODUCTIVO

Como consecuencia de la voracidad mercantilista a ultranza en las últimas décadas, el tiempo se ha convertido simplemente en una mercancía que debe ser dedicada a producir más, pretendiendo lograr todo lo que velada y subliminalmente el mundo globalizado oferta, teniendo para ello como aliados incondicionales a la prensa que asume una actitud monocorde con el mercantilismo imperante, para inundar de propaganda comercial diaria muy intensa, pero más agresivamente en fechas significativas como el día de la Madre, cumpleaños, fiestas navideñas, etc. deformando la verdadera dimensión de dichas remembranzas, al extremo de reducir su significado a un simple regalo material carente de verdadero contenido simbólico.

 Ciertamente no resulta aconsejable que el tiempo solo debería dedicarse a satisfacer deseos banales, lamentablemente  en nuestros días  la costumbre generalizada es que sin un objeto/ prenda material como regalo no hay festividad ni evocaciones valederas.

Pareciera que estamos condenados a sacarle tiempo al tiempo aun en desmedro de nuestra integridad física y emocional, solo para satisfacer banalidades sutilmente inducidas por la propaganda millonaria hacia la adquisición de bienes  materiales muchas veces innecesarios, solo por el prurito de ponernos a tono con la “modernidad”. Nos preguntamos y el descanso, el estado de salud, el relax necesario que todo ser humano requiere, ¿dónde quedan? Eso pareciera que no interesa o pasa a un plano de menor importancia; sin percatarnos de que un buen descanso o un ocio relajante, resulta beneficioso para la salud y la creatividad misma.

Al respecto, estadísticas oficiales revelan que la vida agitada  considerando al tiempo como solo una mercancía escasa (sacarle tiempo al tiempo), ha generado en las poblaciones casi de manera general uno de los males que más aquejan a las personas en estos tiempos, cuál? el stress.

Precisamente, por  ello y sin la menor pretensión de inmiscuirnos en la vida ni costumbres de nadie, solo con el sano afán de motivarlos para que se permitan un relajante ocio durante días no laborables, nos permitimos inquietar a nuestros conciudadanos que hayan dejado la tierra, a los que radican lejos, a todos quienes alguna vez permanecieron y conocieron e inclusive a quienes no conocen, a visitar  Pampas, por ejemplo durante Semana Santa que se aproxima, para disfrutar del encanto de su configuración geográfica, del verdor incomparable del valle, visiten La Colpa, San Juan de Pillo, los vallecitos de Colca, Viñas, la  quebrada y Capilla de Atoc, los pintorescos poblados del ínterin, en fin se  reencuentren en directo con lugares cuyos recuerdos los trasladaran a gratificantes vivencias de otros tiempos. 

Sin duda, la mayoría de los que salimos  ya no contamos con un techo cuya sombra nos cobije, ni siquiera familiares que nos reciban, por suerte la ciudad de Pampas dispone de infraestructura hotelera suficiente, restaurantes con variada oferta gastronómica pero principalmente con deliciosos potajes del lugar  y todo lo necesario para disfrutar de unos días de reparador descanso.
Para nadie es extraño que el estrés considerado como le epidemia del siglo XXI, es uno de los problemas de salud más graves que en la actualidad afecta a  diversos segmentos de la población; estadísticas oficiales revelan que el 78% de los trabajadores peruanos confesó haber sufrido de estrés laboral, entonces nuestra invitación se orienta hacia el establecimiento de un balance saludable en la vida cotidiana de los conciudadanos, mucho mejor si alguna vez es en la encantadora ciudad de Pampas, desterrando la idea de que el tiempo libre adquiere una connotación negativa, en cambio rescatando la tradición que el ocio en la antigüedad fue una de las actividades fundamentales y más preciadas de la vida diaria, por ejemplo para la cultura griega el ocio no significaba no hacer nada, por el contrario era un quehacer pleno de contenido y muy apreciado. A propósito del tema  el autor Andrew Smart quien en su libro El arte y la ciencia de no hacer nada sostiene desde un punto de vista científico que: el cerebro está mucho más activo cuando se mantiene en reposo. Realizar muchas actividades al mismo tiempo, asegura es perjudicial para el cerebro.
Concluye Smart, sentenciando que: para ser creativo se requiere tener momentos de ocio, lo que estamos seguros podría buscar en el valle de Pampas, enlazándose con ambientes primaverales, un reencuentro con el terruño, con seres queridos  y relacionados con quienes en mucho tiempo no departíamos, lo cual sin el menor cuidado serán inmejorables momentos de distracción, dando lugar al mismo tiempo al reencuentro con nosotros mismos y alimentar nuestro espíritu. Visiten Pampas Tayacaja a disfrutar de sus encantos naturales, dándose tiempo para contemplar y darse unos días de descanso, es decir practicar el ocio productivo.

MAGNO GUTIERREZ ENRIQUEZ
  Colaborador de SAPOSAQTA    

martes, 17 de marzo de 2015

COLISEO INCONCLUSO EN PAMPAS





Todos los pampinos por diversos medios y desde diferentes latitudes expresamos sentimientos de afecto al suelo que nos vio nacer; recordamos vivencias juveniles y todo cuanto pudimos disfrutar del encanto de la hermosa península Tayacajina. Sin duda alguna, todo ello responde a la nostalgia de encontrarse distante o de retrotraer recuerdos imborrables intensamente vividos. En ese recuento de experiencias, considero aconsejable que todos los pampinos de corazón pongamos de manifiesto aquel afecto, y nos detengamos un instante a contemplar los aspectos más saltantes que acontecen en nuestra querida tierra; como por ejemplo lanzando una interrogante: ¿Has visto en Pampas construcciones que nunca concluyen?.

Frente a esa incógnita, lamentablemente la respuesta resulta patética cuando constatamos el estado de larga paralización en que actualmente se encuentran construcciones a cargo del Gobierno Local anterior; y al parecer hasta abandonadas, tal como pueden constatar en las vistas siguientes.



No se trata de lanzar críticas destructivas sobre errores u omisiones en los que – eventualmente- puedan haber incurrido los responsables, que a su turno no supieron actuar a la altura de la confianza que el pueblo depositó en ellos, lo cual siendo benignos pudiera ser discutible; en tanto que la prolongada paralización del Coliseo y Mercado de Pampas tal vez no reside en causas razonablemente justificables, pero lo que si resultaría irrecusable es que estos hechos respondan a causas originadas por dolo o malos manejos.

No puede ser que un anhelo legitimo del pueblo de Pampas por contar con infraestructura publica de servicios de calidad, se convierta en una suerte de frustración, cuando pasado cinco años del inicio de obras en el Coliseo, a la fecha aún se encuentra inconcluso, sucediendo similar figura con las obras del Mercado que desde hace tres años se encuentran paralizadas. De cara a estos hechos, que no solamente revelarían carencia de capacidad de gestión, falta de capacidad de decisión política oportuna, donde al parecer la autoridad edil en su momento, pretendiendo satisfacer el reto de la demanda de servicios de infraestructura de buena calidad, sin mayor planificación, inicio obras; quizá con la mejor buena fe pero sin tomar en cuenta los riesgos involucrados. 

Asimismo, ignorando los impactos potenciales inherentes- a los mismos, paradójicamente- a obras de nunca concluir. Cuando de lo que se trataba es de diseñar infraestructura que se ajuste a los contextos locales, proporcionando servicios eficientes y operativos, asegurando los recursos financieros necesarios para construir y concluir la infraestructura iniciada. Sin embargo, pareciera que se aventuraron a edificar obras, sin considerar las preferencias y necesidades viables de la población, ni entender la dinámica política e institucional que garantice obras construidas en el horizonte del ciclo político correspondiente.


En ese sentido, y por añadidura es triste señalar que no solo Pampas sino que la mayoría de municipios del país adolecerían de políticas edilicias para el largo plazo, siendo común en cambio el complejo de Adán.

Si bien no es posible precisar con exactitud las razones de la falta de culminación de las obras en ciernes, por lo menos desde mi posición, estoy convencido del prolongado periodo de paralización, caso que a todas luces resulta cuestionable, como resulta también cuestionable la pasividad y el silencio generalizado. 

Debo reconocer- autocríticamente- en primer término el mío y luego inquietar a todos los coetáneos y por cierto al Club de Residentes en Lima, institución representativa de los Pampinos, a manifestarse sobre hechos que tienen incidencia en el quehacer cotidiano de nuestro querido pueblo, como los que motivaron esta nota, en razón de que, más allá de retóricos sentimentalismos o expresiones revestidas de chauvinismo puro, de vez en cuando deberíamos dirigir la mirada a casos como los expuestos, para que hechos cuestionables no sucedan en la propia capital provincial, sin que nadie manifieste preocupación alguna.

MAGNO GUTIERREZ ENRIQUEZ
  Colaborador de SAPOSAQTA


viernes, 6 de marzo de 2015

GUARDIA URBANA EN PAMPAS 1931



FORMACIÓN DE LA GUARDIA  URBANA

En todo lugar y en todo tiempo la seguridad ciudadana ha sido y es, asunto de primerísima prioridad en la agenda política de los gobernantes; sin embargo, en situaciones de grave inseguridad, el pueblo ha sabido tomar las medidas correspondientes, a fin de garantizar la vida y tranquilidad de los vecinos.

Los domicilios  y negocios en Pampas Tayacaja allá por el año 1931 mostraban en líneas generales un desarrollo de paz y tranquilidad. Una rápida mirada al panorama de la ciudad nos muestra el siguiente cuadro:

 Antonio Muñoz (Bolognesi 210), Benigna M. Vda. de Sánchez (Grau 429), Balbina R. Vda. de Tapia ( Grau 410), Carlos M. Zúñiga (Bolognesi 204), Daniel Chávez (Tienda Bolognesi 212), Eduardo Durán (Bolognesi 122), Ernesto Victoria (Sucre 303), Francisco Pineda (Lima 104), Fabia C. Vda. de Valenzuela (Bolívar 117), Federico Tovar (Sucre 213), Grimaldo Tovar (Moore 106), Grimanesa Victoria ( Olaya 104), Juan Belledonne (Bolívar 221),  Juana Paula Vda. De Bolaños (Sucre 115).

Igualmente, Josefa Monge (San Martín  203), Maximiliano Monge (Colón 104), Mariano Cárdenas (Miller 104), María Rodríguez (Grau 309), Rosa Via y Rada (Bolognesi 218), Rodolfo Rodríguez , (Bolognesi 143), Silvio Talavera (Sucre 309), Teodosio Lazo (Bolognesi 314),  Victoria Vda. de Ospina (Plaza 83), Virginia A. Vda de Avila (San Martin 225), entre otros notables ciudadanos.

Esta tranquilidad, en diciembre del mismo año (1931), se vería alterada por la ausencia de la Guarnición de la  Guardia Civil que por orden superior había sido retirada de Pampas a Huancayo, causando así preocupación en la ciudad.  Por ello, los vecinos decidieron realizar una reunión de emergencia en el Despacho de la Subprefectura a cargo de José Valega.

Efectivamente, el día 4 de diciembre, los señores Elías García, Godofredo Arce Mavila, Marciano Monge, Aurelio Soldevilla, Jesús Ospina Díaz,  Hipólito Martínez Ruiz, Saleh Kahatt, Juan Belledonne, Juan Latoure y Genaro Lazo intercambiaron ideas respecto a la inseguridad del momento y la forma de velar del orden público y la seguridad de sus respetivos intereses, decidiéndose la formación de la Guardia Urbana.

Se comprometió  la activa participación de los artesanos, tres licenciados que llegarían ese día (propuesto por el señor Arce).  Por unanimidad don Hipólito Martínez fue  elegido Sub Jefe de la Guardia Urbana, en tanto que  los Licenciados harían guardia de Cárcel  bajo el comando del alférez Manuel Laguna. Asimismo, se acordó  oficiar al Capitán Jefe Militar Provincial a fin de que ponga a disposición de la Subprefectura el armamento y las municiones perteneciente a los Movilizables y al Club de Tiro.

Es pertinente señalar que los todos los asistentes estuvieron de acuerdo en apoyar a la Guardia Urbana en todo lo relacionado a sus necesidades de operación.

Todos los acuerdos fueron anotados en el Libro de Actas que existe a cargo del señor Carlos L. Vera de Piñeyro  Secretario de la  Subprefectura de la provincia de Tayacaja.

De este modo se pudo superar la ausencia de la dotación de la Guardia Civil en nuestra ciudad, que demostró así, en momentos difíciles, la cohesión característica a nuestro pueblo ancestral y siempre joven.

Carlos Zúñiga Segura
Colaborador Exclusivo de Saposaqta