jueves, 31 de julio de 2014

PAMPAS DE VILLA A CIUDAD


FECHAS HISTORICAMENTE IMPORTANTE PARA PAMPAS 

Con fecha 11 de abril de 1828 (hace 186 años)  el Presidente de la República, eleva a la categoría de VILLA al pueblo de Pampas “teniendo en cuenta las vejaciones que sufrió la tropa española durante la guerra de la independencia en el pueblo de Pampas capital de la provincia de Tayacaja; y, por los servicios prestados al Ejército Libertador en su tránsito de Junín al glorioso campo de Ayacucho”.

El Presidente de la República, encargado del Poder Ejecutivo: Por cuanto. El Congreso ha sancionado lo siguiente:

El Congreso General Constituyente del Perú, teniendo en cuenta las vejaciones que sufrió la tropa española durante  la Guerra de la Independencia en el pueblo de Pampas, Capital de la provincia de Tayacaja, y por los servicios prestados al Ejército Libertador en su tránsito de Junín al glorioso Campo de Ayacucho:

DECRETA: Artículo  único: El pueblo de Pampas, del Departamento de Ayacucho, se titulará en  adelante Villa del mismo nombre.-  Comuníquese al Poder Ejecutivo para que disponga lo necesario a su cumplimiento, mandándolo  imprimir, publicar y circular.- Dado en la Sala del Congreso de Lima, el 11 de Abril de 1828. Mariano Alvarez, Presidente-. Nicolás de Piérola. Diputado Secretario. Juan Antonio Torres.- Por tanto. Ejecútese y cúmplase. La Mar.

PAMPAS OSTENTA TÍTULO DE CIUDAD

                         Tiempo después el 12 de agosto de 1904, Pampas es elevada a la categoría de CIUDAD  a tenor del siguiente documento:

“El segundo vicepresidente de la República, encargado del Poder Ejecutivo. Por cuanto: El Congreso de la República Peruana, ha dado la ley siguiente. Artículo Único.- Elévese a la categoría de CIUDAD la VILLA  de Pampas, capital de la provincia de Tayacaja en el departamento de Huancavelica.- Comuníquese al Poder Ejecutivo para que disponga lo necesario a su cumplimiento. Dada en la sala de sesiones del Congreso, en Lima a los 9 días del mes de agosto de 1904.- Rafael Villanueva, Presidente del Senado.- Cesáreo Chacaltana, Presidente de la Cámara de Diputados.- José Manuel García, Senador Secretario.- Luis A. Carrillo, Diputado Secretario. Al Excmo. Sr. Presidente de la República.

Por tanto, mando se imprima, publique y circule y se le de el debido cumplimiento. 
Dado en la Casa de Gobierno en Lima a los 12 días del mes de agosto de 1904. SERAPIO CALDERON.- Juan de D. Quintana”.

Carlos Zúñiga Segura
Colaborador exclusivo de Saposaqta.

viernes, 18 de julio de 2014

COLEGIO DANIEL HERNANDEZ DE PAMPAS TAYACAJA




NUESTRA DEUDA CON EL
 COLEGIO NACIONAL “DANIEL HERNÁNDEZ”

El año 1946 se crea el primer plantel de educación secundaria en la provincia con el nombre de “San Pedro”,  que es asimismo,  la denominación primigenia de la provincia de Tayacaja. El colegio (mixto) funcionó así, hasta 1958  fecha que por Resolución Ministerial se modifica su nombre por el de “Daniel Hernández” en homenaje al maestro fundador y director de la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú.

Desde entonces de sus cálidas aulas y luego de recibir fecundas enseñanzas, han egresado numerosas promociones, cuyos integrantes al paso de los años, han ocupado y  ocupan sitiales de privilegio en las distintas actividades de la experiencia humana. Sin embargo, no existe una Asociación de ex Alumnos que pueda amalgamar inteligencias y voluntades de los egresados y desarrollar acciones de colaboración con su “Alma mater”, en lo material y en lo espiritual.

Cuan valioso sería para los alumnos del colegio, recibir por ejemplo, cuadernos o libros al inicio de las labores escolares; no porque les falte, sino por el estímulo que entraña una donación de quienes a su tiempo estudiaron en sus aulas; o en la fecha de su aniversario presentar un concierto musical de categoría.

Si todos los ex alumnos hernandinos colaboran en la realización que acuerde la Asociación, sería ejemplo claro de gratitud con el “Alma mater” que las juventudes estudiantiles sabrían valorar en su exacta dimensión y nuestra provincia habrá dado un paso adelante en la consolidación de ese edificio cultural que tiene  Tayacaja como una tradición, pues, en sus tierras nacieron escritores de gran valía en el universo de la literatura peruana e internacional; pintores de gran nombradía,  músicos e intérpretes que gozan de gran popularidad.

El maestro Daniel Hernández al inaugurar la ENBA el 15 de abril de 1919 dijo una frase que sugerí como lema para el colegio: “ Miremos alto para llegar a la cumbre”. Saldemos esa deuda  y no olvidemos que: Tayacaja no es solo una provincia, es un sentimiento.

Carlos Zúñiga Segura
Colaborador exclusivo de Saposaqta


miércoles, 9 de julio de 2014

LLEGADA DE LA LITERATURA A HUANCAVELICA





Oficialmente la escritura hace su ingreso al Perú con el episodio de Cajamarca, el 16 de noviembre de 1532. Su ingreso, violento desde el principio disgregó conflictivamente a dos mundos enteramente diferentes; y arrinconó a los pueblos sometidos a desarrollar solamente su tradición oral.

El mestizaje biológico no produjo necesariamente el mestizaje cultural. Este, generado por el contacto conflictivo entre las culturas nativas y las culturas invasoras, fue el resultado de una relación generalmente asimétrica entre el pueblo conquistador y los pueblos conquistados. El contacto entre estos dos pueblos, desde el inicio permitió la conformación de formas culturales nuevas; la aculturación refleja al sistema hegemónico impositivo: la transculturización, mestizaje o sincretismo, resulta de la simbiosis de dos pueblos;  y la resistencia cultural, devino de la cerrada defensa de lo propio.

La Colonia en términos generales, tuvo una escritura colonizada y colonizadora. Las primeras apropiaciones indígenas de la escritura, hechas por los sectores aristocráticos, tal el caso de cronistas como Huamán Poma de Ayala o Santa Cruz Pachakuti, nos muestran el carácter eminentemente anticolonialista. Los grandes sectores de indígenas, sin ningún acceso a la escritura, tuvieron las peores condiciones para seguir creando y recreando sus "takis". Sin embargo se sabe que la cultura nativa de origen precolombino se siguió recreando de manera oculta y sincrética, en contextos especiales: siembras y cosechas, marca del ganado, matrimonio, funerales etc.

El acceso de los sectores indígenas a la escritura no fue posible hasta muy entrada la República. No es sino hasta 1950, en que se hace más notoria la presencia de la escuela. Esta permitió el acceso a la escritura y aceleró la adopción de la cultura dominante. En algunos casos, esta adopción, fue saludable, pues creó espacios de expropiación cultural; en otros, se crearon espacios intermedios a ambas tradiciones; pero la mayoría de los casos conllevó a la aculturación.

Sin duda uno de los principales problemas para los estudios históricos de la literatura huancavelicana es el documentario. Estos libros, revistas, boletines, periódicos y otros tipos de publicaciones, se encuentran perdidos, dispersos y muchos de ellos sin datos precisos; lugar, fecha y editorial.

No debemos de recordar la amenaza de la extinción debida a una brutal situación de diglosia (utilización de dos idiomas) y el avance del capitalismo. En ese sentido debemos resaltar el extraordinario trabajo de recopilación de algunos estudiosos, pues sin ello hubiéramos perdido parte de nuestro patrimonio cultural "literario".

Sergio Quijada Jara, (nacido en Acostambo - Tayacaja), autor de "Canciones del Ganado y Pastores" (Publicado en 1958), y "Estampas Huancavelicanas" (Publicada en 1944), Es para Huancavelica, el insuperable pionero de la cultura quechua huancavelicana. Felizmente este tipo de trabajo ya tiene émulos que continúan la tarea de rescatar, conservar, promover y difundir esta discursividad. Podría decirse que Sergio Quijada jara, un mestizo emergente, fue con propiedad un indigenista que maduró en Lima. Su contexto e inter texto, convirtieron su indigenismo en "Folklore". Con su "Estampas Huancavelicanas", texto ganador de los Juegos Florales  de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1940) y publicado en 1944, marcó un hito dentro de la investigación antropológica de Huancavelica. A él se debe la recopilación de los más hermosos cantos quechuas de Huancavelica, y la descripción de fiestas y costumbres más tradicionales.

La escritura, creó una frontera entre la oralidad quechua y la escritura hispana. Sin embargo, con la apropiación de la escritura algunos escritores bilingües han logrado romper esta línea divisoria  y han llevado el quechua a otro plano discursivo: la literatura quechua escrita. A pesar del secular contacto entre la cultura hispana y quechua, la aparición de una literatura quechua escrita en Huancavelica es reciente. Destacan:  José Oregón Morales (1971), Dida Aguirre (1977), Juan Rojas (1982), Edilberto Soto (1987), Sirpi Sonqo (1987), Francisco Quinto (1991), y Humberto Lizama (1992). Al respecto, los trabajos de los  tayacajinos José Oregón Morales y Dida Aguirre  reconocidos por la crítica especializada, son ejemplos de una madurez literaria; los otros casos, a pesar de su potencial fuerza, son todavía experimentos lingüísticos-poéticos.

La literatura social de los hermanos Bolaños (Julian Petrovick y Serafin Delmar) iniciada en 1926, obedece a un contexto cosmopolita de la capital, y también a la fuerte influencia político partidaria del APRA.

Llama la atención la singularidad literaria e intelectual de la provincia de Tayacaja. Las otras provincias tienen una pálida o nula presencia intelectual dentro del departamento. El caso de Tayacaja es muy particular; por la cercanía a Huancayo y mediante ésta con Lima, la relación entre estos pueblos se hizo más intensa. La capital de Huancavelica no solo era más alejada, sino también - sobre todo - atrasada con relación a Huancayo.

Si bien las provincias de Castrovirreyna y Acobamba casi no tienen que mostrar en cuanto a literatura, las provincias de Angaraes y Huaytará no tienen nada. Ojalá solo sea un asunto de no contar con la bibliografía. Nada tenemos que referir sobre estas dos últimas provincias, por el momento, pero en los dos primeros casos (Castrovirreyna y Acobamba), por los pocos representantes (dos o tres escritores por zona) solo se inquietan tradiciones literarias.

Pampas, poseedora de la primera imprenta en 1924, vivió una vida intelectual desde 1900, con la publicación de "El Bohemio" tanto así que se consolidó una fuerte tradición literaria desde la década del ´20. En 1926, desde Lima, los hermanos Bolaños (Julian Petrovick y Serafín Delmar) iniciaron una trayectoria literaria muy rica. Después vendrían otros importantes escritores: Sergio Quijada Jara, Carmela Morales, Carlos Zúñiga Segura, Antonio Muñoz Monge, José Oregón Morales, Dida Aguirre, Carmela Abad Mendieta, Zeín Zorrilla, Miguel Martínez. Ellos dan testimonio de la notable vida intelectual y literaria de la provincia de Tayacaja.

Las otras provincias no han logrado crear una tradición literaria propia. Sin embargo, como dueñas de una pujante tradición oral, piedra de toque de sus literaturas, deben enfrentar el reto de fundarse una literatura propia. Lo que venga, debe venir desde lo suyo; lo occidental debe servir solo para darle una forma más, no para sustituirla.

La capital de Huancavelica tampoco estuvo a la altura de su condición de capital departamental. Hasta 1970, con una población mayormente india y mestiza pobres, y una exigua, pusilánime, racista, conservadora y anacrónica clase pudiente (hacendados, comerciantes ricos y autoridades) vivía el más completo aislamiento y atraso. Ni los pudientes ni la clase de mestizos emergentes pudieron hacer que la capital de Huancavelica viviera acorde a los tiempos; menos se hizo por crear una intelectualidad capaz de reflexionar y transformar el departamento.

Sin duda, el departamento de Huancavelica ya puede arrogarse de tener una literatura propia; sin embargo, aún falta darle nuevos horizontes a estas opciones literarias. Eso es trabajo de las generaciones actuales y futuras. Estamos convencidos de que el brillo vendrá de las propuestas que se construyan desde la mezcla o desde cada una de estas vertientes.

Fuente: Literatura de Huancavelica (extractos)
Autor: Isaac Huamán Manrique
Pachakuti editores.- 2da. Edición 2012