jueves, 25 de febrero de 2010

FOLKLORE PERUANO



COMO CARACTERIZAR EL FOLKLORE PERUANO

El Perú es in país pluricultural, multiétnico. Mas de cincuenta diversas sociedades componen la comunidad nacional. Idiomas, costumbres, culturas, aspiraciones distintas caminan a lo largo y ancho del territorio. Costa, Sierra y Selva, donde habita este conglomerado, poseen características propias, costumbres singulares alimentadas por la misma sangre y por ideales comunes.

Cuando se quiere simbolizar a la costa, está a la mano el valse, la marinera, el cebiche, igual, el huayno, la papa o el cuy para la sierra, como la tahuampa, el paiche o el masato para la selva.

¿Qué estamos planteando con esto? Nuestro país, como muchos otros, convive cotidianamente con la multitudinaria existencia cultural, que se manifiesta en ricas y variadas expresiones: música, danzas, artesanía, comida, vestidos, costumbres, tradición oral. Lo anterior explica porque nuestro folklore es rico y múltiple.

Los niveles del prestigio no solo son de índole individual sino que se extienden a la sociedad o a la región y con la ayuda de los medios de comunicación cobran un status nacional e internacional, tales como la Semana Santa en Ayacucho y las fiestas religiosas en sus 33 iglesias, así como la de Cajamarca, la fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno, la fiesta del Corpus Cristi en el Cusco, la del Señor de Muruhuay en la provincia de Tarma, etc., que atraen turistas nacionales y extranjeros.

Especial mención merece la procesión del Señor de los Milagros en la ciudad de Lima que es mas organizado y tiene particularidades festivas y costumbres un poco mas diferenciadas de las fiestas del interior del país.

Lo andino como vertiente principal

Lo andino tiene mayor influencia en nuestra cultura por muchas razones:

El sustento de la cultura se desarrolla en los Andes.

Los principales centros culturales, anteriores a la llegada de los españoles, estuvieron ubicadas en las estribaciones andinas: Chavín, Tiahuanaco, Huari, son suficientes ejemplos.

Por esta razón, y por la importante influencia que tuvieron en la vida de los grupos étnicos, se considera a lo andino como la vertiente cultural de mayor influencia.

“Siempre se dijo que Lima era el Perú” (según la ideología centralista); sin embargo, hoy en día esta frase cobra un peso real debido al proceso migratorio interno del país.

En 1940, el 64 % de la población vivía en las zonas rurales, modificándose la tasa a 35 % en 1981. Estas cifras se han invertido: en la actualidad mas del 66% viven en las zonas urbanas.

Ciertamente, el flujo migratorio se orienta de lo rural hacia lo urbano, y de la sierra o la selva hacia la costa.

La población rural es preponderadamente andina. Entonces, la masiva llegada de la cultura andina hacia la costa - principalmente Lima – ha determinado un cambio en la fisonomía urbana, pero también una alternativa sustancial de los valores andinos. Los estilos y valores de la cultura andina no pueden ser trasladados tal cual a la nueva realidad urbana y costeña, habiendo un deseo consciente por integrarse a la nueva cultura a partir de la asunción de sus valores. De esta manera, lo que en el contexto andino y rural forma parte constitutiva de su cultura – vestidos, fiesta, idioma – pasan a adjetivarse en una ciudad como Lima; no se pierden las costumbres, pero se las resitúa. Por ejemplo, el vestido tradicional no es usado habitualmente, sino únicamente en determinadas ocasiones celebratorias o presentaciones folklóricas; las fiestas se siguen practicando, pero mas como rito que como sustento ideológico.

Fuente: Folklore Peruano: Danza y Canto
Autor: Antonio Muñoz Monge
Ediciones Educación a Distancia
Universidad Inca Garcilaso de la Vega

viernes, 19 de febrero de 2010

DESDE LA CUMBRE DEL YANAPADRE

SAPOSAQTA presenta en esta oportunidad, el poema “Desde la cumbre del Yanapadre” del escritor José Abad Idoña, nacido en la ciudad de Pampas Tayacaja en abril de 1932. El Yanapadre es el guardián eterno de la ciudad, y éste es un homenaje del autor a este cerro tutelar de Pampas.


DESDE LA CUMBRE DEL YANAPADRE

Hay algo más que el verde de tu valle

y son las sombras

de los altos eucaliptos casi siempre insomnes,

alisos de fastuosa envergadura

y hojas cayentes, ojos de otoño,

entre el azul de tu cielo añil


Tus altos cerros de sinuosas cumbres

donde reverberan los áspides solares

de nocturno celaje, aves noctámbulas

de alas transparentes en el averno

que en el claroscuro del amaneciente día

esconden vuelos, retozos, desembozando el sueño

Y la cruz de un San Cristóbal color de mies

con capulís de sabor incierto

bruñen los álgidos bronces de en lontanar bicúspide


El Yanapadre, tutor inconmensurable

de aqueste Pampas Andino,

dicta formas, indica caminos

y desde allí, el Wiracocha divino

unge almas, enrumba mentes.


Dios del alma querido

Wiracocha impertérrito de cantos

busco tu sombra, para que mi corazón herido

abreve penas, con la imagen de tu forma sempiterna


Comienzan las gotas de un diluvio interminable

cuando tu alma retumba en hórridos sonidos

y reverberan las viñas de tus campos

en verdes altisonantes

un día cuando venga la noche

subiré a lo mas alto del otero

y entre llantos, de rodillas

oraré por el ayer, trastocando

el hoy por la mañana

Pero cuando el verdeolivo del alcacer

brinde a mis ojos la paz de tu amor,

volveré es casi seguro que volveré

Por los átomos de mi cuerpo

reclamarán la fuerza telúrica de tu ser.


Yo sé que en lo alto, en lontananza

tu valle en cuervas indescifrado

brinda a la luz el reflejo de tu alma

andina, impertérrita, ni fugáz ni asida

con crenchas oscuras de la noche

sin fin de estrellas que rutilan

en las pupilas de mis ojos

en los huecos de mi alma.


Hondas quebradas, repliegues andinos

que como faldas de hermosísimas guerras

uncen los muslos de gualda coloreado

y entre la amarillura de tus calientes tardes

surgen los lotos de paquidérmicas orejas

con ojeras de una mala noche interminable.


Y allí está la humarada del matutino trajín

con leñas olorosas a hogar

los fuertes vientos que bambolena tu nombre

en cada hoja escrito

para que la memoria de lo tuyo

recuerde a cada rato tu vivaz estirpe andina

volcada en las alturas de unos Andes romos

con sinuoso pudor de enhiestos hombres cetrinos,

recios, taciturnos, derechos hasta la muerte

resucitada en cada cúspide

de una blancura impar y resonante

¡ Oh ¡ tierra invívita y eterna.


Fuente: Libro de Relatos “Puñal de Cachita Blanca”.

Autor: José Abad Idoña.

Ediciones Capulí, 1996.





jueves, 11 de febrero de 2010

LOS WAMANIS

Ritos ganaderos andinos” es un trabajo de investigación en comunidades campesinas de Tayacaja, donde se trata de dos formas particulares de ideología: magia y religión. El autor de este estudio es el antropólogo Néstor Godofredo Taipe Campos, nacido en Colcabamba en 1958.


SAPOSAQTA, pone a consideración de los lectores un extracto de este libro relacionado con los Wamanis o dioses tutelares de los cerros.


LOS WAMANIS

Todos los elementos naturales poco corrientes están habitados por espíritus buenos o malos. Revisten importancia en nuestros estudios los espíritus asociados a lugares, tales como las montañas, lagunas y piedras, que pueden hacer mucho bien o mucho daño a las gentes (Herskovits, 1984).


En el sur de Mexico diversos grupos étnicos rinden culto al corazón del monte. Es considerado como el dueño de todo que sale de la tierra: vegetación, animales, cuevas, agua. Es el que controla los recursos naturales; se encarga de mantener el equilibrio ecológico, castiga a quien trata de romperlos (cazadores, pescadores o quienes hacen talas exageradas). A veces adopta formas de deidad femenina, haciendo crecer plantas y a los demás seres vivientes (Angiano 1982).


Remitiéndonos a la religión aborigen peruana, como algo propio de origen remotísimo, quizás desde la aparición humana de los andes, todavía supervive hasta hoy, a pesar de los esfuerzos de las culturas dominantes y “extranjeras” por extirparlos o suplantarlos (Palomino 1974). El Wamani, es pues, el dios principal aborigen; en nuestra región son los cerros más altos que infunden respeto, temor, y actitud sagrada.


En el Pensamiento Mágico-religioso en el Perú Contemporáneo, Silva Santisteban (1981) expone que de ordinario pensamos que el indígena rinde culto a los cerros. En realidad el culto no va dirigido al lugar sino al espíritu que lo habita, que lo consagra como hierofanta. Refiriéndose al Cuzco nos dice que los Apus son los dioses tutelares de la comunidad y que se encuentran jerarquizados en relación a su altura y majestuosidad, por tanto hay Apus locales y regionales. La protección de los primeros es más próximo y directo. Los Auquis son también espíritus, pero de las montañas bajas y son de menos poder.


En la sierra central son los Wamanis los dioses tutelares y protectores tanto de la comunidad como del ganado. En Cerro de Pasco, Jirca es la divinidad mayor y adopta el nombre de tayta wamani cuando es causante o ahuyentador de enfermedades o “males” entre los hombres. Abuelo es una divinidad representativa del Jirca o Wamani y es el directo receptor de la ofrendas. Adopta la denominación de Auquillo cuando el Jirca representa a los antepasados y se presenta como un anciano harapiento o como mendigo; tiene mas relación con los hombres (Gonzáles y Rivera 1983). En las áreas de nuestros estudios, además de Wamani le llaman “tayta urqo”.


Teresa Valiente ha efectuado una encuesta de cómo visualizan a los Wamanis los niños de Huancavelica. Los mismos que dibujaron un cerro o una cadena de montañas en las cimas y laderas hay figuras humanas con los brazos levantados o caídos, y con imágenes siempre de edad indefinida (Silva Santisteban 1981)


Jean Isbell (1974) en “Parentesco y Reciprocidad” señala que el Wamani se transforma en cóndor y siempre está asociado con cruces y capillas.


Los diversos estudios etnológicos sobre el Wamani, nos permiten establecer que, para muchos, es el cerro físico; pero en la mayoría de los casos se acepta, que es un espíritu que habita los cerros, visible algunas veces.


El Wamani es padre, señor, rico y poderoso; es protector de gente y ganado (Szemiñski y Ansión, 1982). Es dueño de todo. Hace producir a las chacras (Ansión 1987); hace crecer las flores en sus laderas (Fuenzalida, Op.Cit.) le pertenecen las hierbas de las punas y los claveles.


Las lagunas son su sangre y los ríos son sus venas (Vergara y otros 1985), las cuevas son sus puertas (también hace las veces de puertas los puquiales). Las fuentes de agua son sus ojos: por allí recupera el Wamani sus animales, después de muertos (Ansión 1987).

Cuando se ve agredido (por el ingeniero de carretera), para evitar que le hieran el corazón, puede trasladar sus riquezas. Se defiende destruyendo los caminos, cubriéndose de espinos, de vidrios y derrumbándose. Puede tender puentes para el traslado de sus riquezas. (Ansión,Op.Cit.)


Si no lo respetan, saludan y agradecen, puede enviar nieves heladas, hacer extraviar a los animales o enviar al ladrón. Esto ocurre cuando hay ruptura de reciprocidad entre el hombre y la divinidad, ocasionado por el olvido de las ofrendas (Szemiñski y Ansión 1982).


Se solidarizan para premiar al pobre y castigar al rico (Ansión 1987). Puede castigar a los condenados que rompen las reglas de reciprocidad matando y robando al compañero de viaje.


Fuente: Ritos Ganaderos Andinos

Autor: Nestor Godofredo Taipe Campos.

Editorial Horizonte 1991.

Extracto editado por Saposaqta.

martes, 2 de febrero de 2010

Tayacaja, emporio de potencialidades


Tayacaja, emporio de potencialidades


Los cardinales en los que se asienta la primaveral y promisoria Provincia de Tayacaja, con su encantadora y siempre generosa capital Pampas, le otorgan la excepcional particularidad de disponer de variados espacios geográficos y ecológicos, los cuales a su vez se configuran en potenciales zonas, de un lado, para realizar, direccionar y/o retomar actividades productivas rentables de manera intensiva; y de otro, para iniciar prospectos de ecoturismo o turismo vivencial revalorando sus recursos monumentales, paisajísticos y expresiones de cultura viva ancestral muy valiosa; implementando para ello las condiciones mínimas necesarias, como adecuadas vías de penetración, infraestructura de servicios, acciones de promoción, entre otras; enmarcados en conceptos de competitividad, calidad e inocuidad, razonable y progresivamente.


No resulta novedoso ni mucho menos extraño que en el ámbito territorial de Tayacaja, con 3 371 km2 de área superficial, en los que incluye 711 centros poblados menores, 16 distritos y 149 Comunidades campesinas; se aprecien formaciones orográficas diversas con pisos ecológicos que encontramos desde los 900 m.s.n.m. hasta los 4900 m.s.n.m. generando ventajas comparativas y una excepcional biodiversidad, que desde siempre se constituyeron en el hábitat y permanente fuente de recursos agroalimentarios, forestales, mineros, etc., destinados a cubrir las necesidades locales y constituyéndose en centro de abastecimiento sostenido de ciudades densamente pobladas como Huancayo y Lima principalmente. Merece alusión especial el hecho de ser Tayacaja la provincia más importante en la generación de energía eléctrica del Perú, con una capacidad instalada de 1008 MW, a través de las centrales hidroeléctricas Antúnez de Mayolo y Restitución, cuya posición de ventas se halla en el orden de 46 % a nivel del Sector energía. No en vano es considerada la capital energética del Perú.


Lo descrito nos revela fidedignamente que se trata de una provincia que dispone de suficientes recursos naturales, los que desde tiempos inmemoriales fueron trabajados; no otra cosa significa la existencia de importantes predios (ex haciendas) que hasta la década de los 80, marcaron el ritmo de la producción agrícola, entre las que citamos algunos como: San Juan de Pillo, Paltarumi, Estanque, Tocllacuri, Nuñunga, Callacasa, Colpa, Matibamba, Chiurur, San Lorenzo, San Vicente, Ranra, Mutuypata, Chuspi, Teneria, Villa Azul, Huayrapata, Pichiu, Pilcos, Huntacceros, Lloque, Nogales, Ninabamba, entre muchas otras, las cuales no obstante mantener una estructura de relaciones sociales de producción y régimen de tenencia de tierras injusto – excluyente y hasta abusivo – aseveración que eventualmente podría ser discutible (rubricado en la existencia de hacendados y haciendarunas), desarrollaron actividades productivas rentables y con éxito para su tiempo, precisamente favorecidos por las condiciones de clima y suelo (edafo-climáticas) de los pisos ecológicos en los que se asentaron.


De lo mencionado inferimos que la economía Tayacajina de una vez por todas debe descubrir y/o redescubrir plenamente el potencial que ofrece su ambiente y recursos naturales para propiciar un desarrollo sostenido, de manera tal que contribuya sustantivamente a la superación de la pobreza, apostando por conocer y poner en valor estos ámbitos, lo que sin duda fomentará empleo, optimizará la producción, favoreciendo la generación de ingresos en beneficio de las poblaciones rurales y urbano marginales. Solamente así podremos superar la paradoja de preciarnos de contar con ingentes riquezas manteniendo aún poblaciones en situación pobreza y extrema pobreza, además de la estigmatización de ser parte del departamento más pobre y atrasado.


Finalmente soy un convencido de que los tayacajinos estamos en condiciones de cambiar de paradigma, es decir generar riqueza y no aliviar la pobreza; para cuyo efecto se impone la necesidad impostergable de formular propuestas técnico-económicas consensuadas, que no solo admitan conocer la biodiversidad, sino buscar mecanismos coherentes, ágiles y realizables que permitan otorgarle valor agregado a sus riquezas.


Magno Gutiérrez Enríquez
Colaborador de SAPOSAQTA
Correo:magnogutierrez@yahoo.es