En tiempos en que costumbres y pensamientos disminuyen
y la identidad se convierte en un nuevo campo de lucha y de conquista,
el arte ancestral se instituye en un singular referente que entre otros
elementos del saber humano surge como facilitador
de la gestión del conocimiento, permitiéndonos reflexionar críticamente a cerca de la realidad, visionar
el futuro, asumiendo las decisiones pertinentes, formulando nuevos
proyectos de conservación y rescate, pero a su vez, buscando integración para desarrollos sostenibles en una
coexistencia multicultural del mundo globalizado.
En ese contexto el SANTIAGO DE
TAYACAJA Y EL TIPAkI TIPAkI, son solo muestra de dos identificadas manifestaciones
artísticas ancestrales de las muchas
existentes en la meritoria tierra Tayacajina que dispone de un vasto patrimonio
cultural; manifestaciones caracterizadas
principalmente por su autenticidad con antecedentes que encierran expresiones
de síntesis de la cultura, con simbolismos mágico-religiosos, enlazando
figuras, movimientos y mensajes impliciticos que permiten trasmitir
información, procedimientos y sentimientos colectivos-que no se trata solo de una
inquietud psicomotora o estética.
Son
pues verdaderas expresiones artísticas con contenido filosófico, social,
económico y psicológico, y como sostuviera el ruso Lev Semiónovich
Vigotsky, las expresiones folklóricas
como las señaladas, tienen carácter
masivo y comprometen al colectivo, constituyéndose en mediador histórico-cultural
para quienes lo practican, es decir educan e instruyen en valores. Razón por la
que tanto el Santiago como el Tipaki Tipaki de Tayacaja, encierran invalorable
contenido cultural y a través de sus presentaciones de impresionante colorido,
despiertan actitudes y valores tan requeridos en los tiempos actuales para
garantizar una vida democrática.
El reciente
reconocimiento de ambas expresiones artísticas como
Patrimonio de la Nación por parte del Ministerio de Cultura, en estricto no significa más que un
acto de justicia y la reafirmación del verdadero valor de tan importantes
expresiones artísticas, en el entendido que para ello ha sido necesario la perseverante
participación de organizaciones generosas como Hatun Huancavelica y coetáneos
como Carlos Zuñiga, Manuel Suarez y muchos otros identificados con la causa de
Tayacaja. Precisamente por ello me permití la osadía de esbozar este pequeño
ensayo, movido más por el entrañable aprecio al querido terruño que ha sido de
alguna manera reivindicado con estos reconocimientos y por el regocijo mismo
del hecho, que por conocimiento sobre el tema.
Sin ninguna duda con
el reconocimiento de nuestro Santiago y
Tipaki Tipaki, la autenticidad que
caracteriza a Pampas Tayacaja ha quedado palmariamente demostrada, ya que
nuestras expresiones artísticas no solo abordan
simples acopios memorísticos de hechos y de personas, sino que se trata
de hechos ancestrales tangibles de cara a la realidad.
Finalmente rescatando
la obligación sincera de ser hijo del primoroso, alegre y siempre acogedor
valle de Pampas Tayacaja, manifiesto mi infinita alegría, y reitero mi afectuoso reconocimiento a
quienes impulsaron y lograron la cristalización de estos logros.
MAGNO GUTIERREZ
ENRIQUEZ
Colaborador de SAPOSAQTA