viernes, 5 de octubre de 2012

EL ORIGEN DE PAMPAS



Cuenta la leyenda que antiguamente el pueblo de Pampas era una planicie pantanosa donde abundaban los puquios o manantiales conformada por grandes pastizales que crecían tupidamente sobre los pantanos y, al caminar sobre ellos, se movían como colchones de agua, Por esa inestabilidad le decían “payapan  wiksan” o “panza de vieja”. Además de la tupida vegetación de pastos naturales, crecían todo tipo de plantas en forma abundante; habían grandes matas de “api itana” y también la “mula wañuchi”, dos variedades de ortiga que abundan por la zona. Esta pradera pantanosa era utilizada por la comunidad de Huaribamba como “echadero” para el pastoreo y engorde de su ganado.

En la cabecera de Pampas, situado al noroeste del valle, estaba ubicado el Repartimiento de Pamuri, donde los españoles tenían sus Obrajes, consistentes en unos telares donde exigían a los indios producir telas, y por ese motivo se llamaban “telar wasi”. En ese centro poblado habían construido, como buenos cristianos, una capilla donde celebraran los oficios religiosos. El centro poblado más próximo de importancia, era el pueblo de Huaribamba, donde estaban las autoridades y contaba con los servicios de un sacerdote.

Un buen día, un pastorcito que se hallaba apacentando los ganados observó que una vaca había parido, en un lugar de difícil acceso, junto a una enorme roca y rodeado de abundante “api itana”. El pastorcito entró con mucha dificultad hasta ese lugar con el objeto de auxiliar al animal, y se dio con la sorpresa de que sobre la piedra había una imagen de un santo. El muchacho quiso trepar a la roca para sacar la imagen, pero todo el esfuerzo que hizo le fue inútil.  Después de auxiliar al becerro y dejarlo a buen recaudo, se fue a Huaribamba para dar parte de lo ocurrido a sus patrones, quienes extrañados por el relato, se fueron entre varias personas para constatar los hechos. Efectivamente penetraron con grandes dificultades hasta la gran roca y pudieron ver que el pastorcito no había mentido.

Quisieron sacar la imagen, pero les fue imposible y regresaron al pueblo a dar la noticia al cura y a los vecinos sobre el “milagro” ocurrido. Todo el pueblo se trasladó en caravana, encabezados por el cura, y penetraron al lugar, logrando sacar la imagen que era nada menos que la de San Pedro, y la trasladaron en procesión a la capilla de Pamuri, donde le hicieron las atenciones litúrgicas  y celebraron una misa en Acción de Gracias.

Al día siguiente de los hechos, cuando la población acudió a visitar al santo, se dieron con la ingrata sorpresa que éste había desaparecido . Pensaron que alguien había cometido el sacrilegio de apoderarse del santo; lo buscaron casa por casa, pero nada;  la imagen se hizo humo, hasta que la hallaron en el mismo lugar donde la habían encontrado. Nuevamente los fieles fueron a recuperar la imagen, encabezados por el cura y esta vez la trasladaron hasta Huaribamba, donde le rindieron los honores respectivos; pero al día siguiente, nuevamente la imagen desapareció de este lugar.

Entonces fue cuando los pobladores comprendieron que la imagen de San Pedro quería permanecer en el mismo lugar del hallazgo, y fue de esa forma que empezaron a realizar los trabajos de sangría para secar el pantano, y luego hicieron el trazo de la capilla que albergaría al santo, respetando el lugar de su hallazgo e hicieron los trazos de un nuevo centro poblado que originalmente fue denominado como “San Pedro de Tayacaja”.

Cuenta la tradición, que al principio las paredes de la capilla en construcción eran tan anchas, que el capataz las vigilaba montado en su caballo, con el que daba vueltas sobre ellas. Posteriormente el pueblo se convirtió en Villa, y luego la Villa en Ciudad, perdiendo también el nombre de San Pedro de Tayacaja por el de Pampas, que según los estudios realizados por Horacio Monge, deriva del genérico “bamba”, porque todas las principales  ciudades que conforman la provincia de Tayacaja terminan en “bamba”, tales como: Huaribamba, Colcabamba, Surcubamba, Salcabamba, Matibamba, etc. O sea Bambas o Pampas.

Según nuestro modesto parecer, el nombre de Pampas sería la generalización de los lugares que conforman el extenso valle, entre los que tenemos: Huanupampa, Aquinopampa, Qochapampa, Qollpapampa, Chalanpampa, Pampablanca, Tovarpampa etc.

Actualmente aún quedan algunos rezagos de los manantiales que abundan en la ciudad. Tenemos el de Valiana Puquio en la propiedad de la familia Vega, el otro del barrio de Chalanpampa, cerca al cementerio. Existe pues abundante agua en el subsuelo de pampas, ya que antaño, cuando no había servicio de agua a domicilio, numerosas familias contaban con pozos artesianos en sus casas.

Fuente: Pampas de Leyenda
Edición: Octubre del 2003
Autor: Hernán Canales Acevedo