miércoles, 16 de julio de 2008

LA FIESTA DE SANTIAGO: TAYTA SHANTI

INTRODUCCIÓN
Entre las fiestas campesinas, la que más llamó la atención de Sergio Quijada Jara, (Acostambo - Tayacaja, 1914-1990), fue sin duda la del Santiago. A ella le consagra una sección en su libro “Estampas Huancavelicanas” y una buena porción de las “Canciones de ganado y pastores”; y finalmente, un opúsculo que se titula “Taita Shanti” (1974), donde reúne canciones y partituras sobre la mencionada fiesta.

Santiago es la imagen que mas difusión tuvo en América. En el libro “Santiago en América” de Rafael Heliodoro Valle, hace el registro de las ciudades que llevan su nombre (mas de 200); las iglesias que están bajo su advocación; las estatuas, cuadros, bajorrelieves y escudos existentes a lo largo del continente; y las leyendas, tradiciones y fiestas que están asociadas con su figura. Santiago fue el santo mas propalado en los primeros años de la Conquista. Las fiestas dedicadas a este santo son incontables en diversos pueblos del Perú. Sin embargo no todas las celebraciones tienen el mismo carácter. Así, en el Valle del Mantaro es relevante la figura de ecuestre del santo apóstol; pero no en los pueblos de Huancavelica, donde bajo su advocación formal, en verdad, se rinde culto a las antiguas deidades prehispánicas (a esta fiesta se le denominaba antes “tinyanacuy”).

DESCRIPCION
El 25 de julio de cada año, se realiza esta fiesta que no es sino del ganado de los pastores, teniendo como base la creencia de considerar al TAITA HUAMANI, como dios y señor de los cerros. En lugares más cercanos a las grandes poblaciones, los campesinos veneran al apóstol Santiago encendiéndoles ceras en víspera de la fiesta y conservando la imagen en bulto, en muchos casos en su típico caballo blanco, con su sombrerito de vicuña y ponchito andino. En cambio en otras comunidades de mayor densidad poblacional campesina también festejan con el nombre de Santiago, pero lo que mas les interesa realizar en la “pagapa” u ofrenda que le deben rendir al cerro mayor, o a la tierra, porque aún obran con carácter panteísta pensando que dentro del cerro, en el fondo de la tierra está el TAITA HUAMANI o TAITA ORCCO, o señor de los cerros.

El antropólogo José Matos Mar en su trabajo titulado: ”La fiesta de la herranza en Tupe”, señala que esta fiesta se realiza anualmente para marcar el ganado, costumbre introducida por los españoles; cada dueño debe poner con un hierro caliente sus iniciales en el anca de las reses. Es la señalización de la propiedad individual. Los antiguos peruanos no conocieron esta forma de marcar sino otra: “hacer una señal en los auquénidos, los únicos animales conocidos por ellos, que consistía en colocar lanas de colores (cintas) en sus orejas. Esto hace pensar que nuestros antepasados dedicaban determinados días del mes de julio a festejar a sus animales y pastores después de las cosechas de sus productos.

Para mitigar su tragedia, esperan con ansias el 25 de julio, por ser la fiesta de sus animales a los que están íntimamente ligados de alma y corazón. En esta fecha experimentan las dolorosos gotas de sus sentimientos a través de las letras de los cantos que el ingenio de sus mentes creadoras han tejido con exquisita sensibilidad, recogiendo el bello colorido poético, el eco de la misma naturaleza que convertidos en emotivos poemas sirven de solaz a sus almas nobles y puras como las aguas de sus puquiales

INSTRUMENTOS USADOS
Las cornetas mas antiguas y propias de estas fiestas han sido y son de “mamac”, de “yungur” o “llongor”, cuya dimensión exacta es de una brazada y un codo de largo, que crecen en los bajíos, o en lugares cálidos o cejas de montaña; hay también de carrizo o de chonta blanca, que no es sino de maguey o de ágave, además existen cornetas de cacho en forma espiral llamadas waqra pucu”. Las cornetas son tocadas por varones, y la tinya por las mujeres. Este es un pequeño tambor confeccionado de piel de oveja o de gato. Lo golpea con un palito teniendo la punta envuelta con un pedazo de trapo o cuero que toma el nombre de “tinyaco” o “huaqtaco”.

FLORES DE ADORNO
Es interesante anotar que los comuneros se dirigen a las altas punas y quebradas inaccesibles donde crecen flores silvestres de variados colores. Esas flores son “lima lima”, “ccantu”, “huaman sara”, “ccori huaylla”, “cuchip chupan”. etc. Para obtenerlas, deben ir en grupos llevando su “pagapa” al cerro. Este ritual consiste en enterrar un pequeño mate o una olla pequeña de barro llena de caramelos, pasas, coca, una pequeña botellita de vino y otra de aguardiente. Con esto se asegura que el dios del cerro no enviará tormentas para destruir las flores.

LA VISPERA
Una vez listas las cosas que se utilizarán el día central, en la víspera se realiza el “velorio” que consiste en velar esos objetos, mientras los concurrentes chacchan hojas de coca, beben y bailan. Pero también salen de paseo entonando algunos cantos, a visitar la casa de parientes, amigos y familiares, quienes deben recibirlos con algunas copas de licor y chicha.

A las doce de la noche, o sea el “chaupi tuta” algunos designados por el jefe de familia, levantan con suma veneración todas las cosas que han velado y ofrecen en un pequeño mate como ofrenda al taita Huamaní o taita orcco o cerro.

EL DIA CENTRAL DE LA FIESTA
En la madrugada se realiza el “Pachahuala” o “Lucy Lucy” que quiere decir amanecer. En ese momento todos los concurrentes encienden mechones de paja nativa o el ichu de la puna, ingresando al redil o corral, simulando pelar la pelambre o lana de los animales cuya creencia, es para ahuyentar la mala suerte que les cubre y anunciándoles que es su gran día.

Después de pasar toda la mañana bailando, cantando y comiendo, se dirigen nuevamente al corral de los animales a desenterrar las cintas, previamente enterradas, y entre los asistentes es repartido puñados de hojas de coca para realizar el “Coca quintoy” o “quintoy acllay”, indicándoles que ellos, representan a los pastores. Los invitados escogen la coca que han recibido, separándolas las hojas sanas grandes de las más pequeñas, equivalentes a los carneros grandes y sus crías.

Luego de un breve intermedio, el mayordomo solicita la devolución de las hojas por orden de edad. Cada hoja representa diez unidades de ovejas. Se premia a la mayor cantidad de “ovejas” entregadas, representado en las hojas de coca

Mientras se van juntando el ganado que será “marcado” los invitados bailan al son de cornetas de aluminio o de cacho llamados waqra pucus. El uso del “LLongor” en Tayacaja está bastante difundido en todos sus distritos aún más alejados.
Igualmente, los concurrentes beben el huarapo de la caña traída de pequeños fundos lejanos, o los diferentes preparados de caña, como el “pito” hecho a base de Kiwicha, brebaje muy temido por conocedores por los efectos causados al organismo.

LA MARCA O SEÑAL
Después del medio día los dueños del ganado, proceden a colocarles las cintas de lana de variados colores, en la orejas de los animales hembra, mientras los músicos van dedicándoles alusivas canciones.

Después de terminar de colocarles las cintas a los animales hembras, colocan a los animales machos: carneros, toros, burros, caballos etc. sus “hualljas” (especie de corona que contienen pequeñas frutas, panes etc.) y las personas mas ancianas son invitadas para arrojar harina de maíz a los lomos de los animales, así como a los concurrentes, para que los animales se conserven sanos y aumente el ganado.

Después, algunos pastores son premiados por los dueños de los animales para que mantengan interés en el pastoreo del ganado. Durante la ceremonia hay inclusive la costumbre de realizar el “matrimonio” que consiste en lo siguiente: si la cría de la vaca es hembra, entonces después de colocar las cintas en las orejas de la vaca, simulan hacerla acostar, o hacerla dormir, o hacerla “casar” con un hombre soltero. Se tiene la creencia que esa ternerita crecerá robusta, que se encariñará con el lugar, y no padecerá de enfermedad alguna. Y si la cría es macho, igualmente simulan hacerla casar con una mujer.


Tomado del Libro: FOLKLORE PERUANO: DANZA Y CANTO
Autor: Antonio Muñoz Monge
Ediciones: Educación a Distancia: (Universidad Inca Gracilaso de la Vega 1991)
Artículo: TAITA SHANTI (por Sergio Quijada Jara)
Editado por: SAPOSAQTA

1 comentario:

Anónimo dijo...

que deben de poner lo que uno requiere exactamente y no otras cosas como estas