Todos los pampinos por diversos
medios y desde diferentes latitudes expresamos sentimientos de afecto al suelo
que nos vio nacer; recordamos vivencias juveniles y todo cuanto pudimos
disfrutar del encanto de la hermosa península Tayacajina. Sin duda alguna, todo
ello responde a la nostalgia de encontrarse distante o de retrotraer recuerdos
imborrables intensamente vividos. En ese recuento de experiencias, considero
aconsejable que todos los pampinos de corazón pongamos de manifiesto aquel
afecto, y nos detengamos un instante a contemplar los aspectos más saltantes
que acontecen en nuestra querida tierra; como por ejemplo lanzando una
interrogante: ¿Has visto en Pampas construcciones que nunca concluyen?.
Frente
a esa incógnita, lamentablemente la respuesta resulta patética cuando
constatamos el estado de larga paralización en que actualmente se encuentran
construcciones a cargo del Gobierno Local anterior; y al parecer hasta
abandonadas, tal como pueden constatar en las vistas siguientes.
No se trata de lanzar críticas
destructivas sobre errores u omisiones en los que – eventualmente- puedan haber
incurrido los responsables, que a su turno no supieron actuar a la altura de la
confianza que el pueblo depositó en ellos, lo cual siendo benignos pudiera ser discutible;
en tanto que la prolongada paralización del Coliseo y Mercado de Pampas tal vez
no reside en causas razonablemente justificables, pero lo que si resultaría
irrecusable es que estos hechos respondan a causas originadas por dolo o malos
manejos.
No puede ser que un anhelo legitimo
del pueblo de Pampas por contar con infraestructura publica de servicios de
calidad, se convierta en una suerte de frustración, cuando pasado cinco años
del inicio de obras en el Coliseo, a la fecha aún se encuentra inconcluso,
sucediendo similar figura con las obras del Mercado que desde hace tres años se
encuentran paralizadas. De cara a estos hechos, que no solamente revelarían
carencia de capacidad de gestión, falta de capacidad de decisión política
oportuna, donde al parecer la autoridad edil en su momento, pretendiendo
satisfacer el reto de la demanda de servicios de infraestructura de buena
calidad, sin mayor planificación, inicio obras; quizá con la mejor buena fe
pero sin tomar en cuenta los riesgos involucrados.
Asimismo, ignorando los
impactos potenciales inherentes- a los mismos, paradójicamente- a obras de
nunca concluir. Cuando de lo que se trataba es de diseñar infraestructura que
se ajuste a los contextos locales, proporcionando servicios eficientes y operativos,
asegurando los recursos financieros necesarios para construir y concluir la
infraestructura iniciada. Sin embargo, pareciera que se aventuraron a edificar
obras, sin considerar las preferencias y necesidades viables de la población,
ni entender la dinámica política e institucional que garantice obras
construidas en el horizonte del ciclo político correspondiente.
En ese sentido, y por añadidura es
triste señalar que no solo Pampas sino que la mayoría de municipios del país
adolecerían de políticas edilicias para el largo plazo, siendo común en cambio
el complejo de Adán.
Si bien no es posible precisar con
exactitud las razones de la falta de culminación de las obras en ciernes, por
lo menos desde mi posición, estoy convencido del prolongado periodo de
paralización, caso que a todas luces resulta cuestionable, como resulta también
cuestionable la pasividad y el silencio generalizado.
Debo reconocer-
autocríticamente- en primer término el mío y luego inquietar a todos los
coetáneos y por cierto al Club de Residentes en Lima, institución
representativa de los Pampinos, a manifestarse sobre hechos que tienen
incidencia en el quehacer cotidiano de nuestro querido pueblo, como los que
motivaron esta nota, en razón de que, más allá de retóricos sentimentalismos o
expresiones revestidas de chauvinismo puro, de vez en cuando deberíamos dirigir
la mirada a casos como los expuestos, para que hechos cuestionables no sucedan
en la propia capital provincial, sin que nadie manifieste preocupación alguna.
MAGNO GUTIERREZ ENRIQUEZ
Colaborador de SAPOSAQTA
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