martes, 17 de marzo de 2015

COLISEO INCONCLUSO EN PAMPAS





Todos los pampinos por diversos medios y desde diferentes latitudes expresamos sentimientos de afecto al suelo que nos vio nacer; recordamos vivencias juveniles y todo cuanto pudimos disfrutar del encanto de la hermosa península Tayacajina. Sin duda alguna, todo ello responde a la nostalgia de encontrarse distante o de retrotraer recuerdos imborrables intensamente vividos. En ese recuento de experiencias, considero aconsejable que todos los pampinos de corazón pongamos de manifiesto aquel afecto, y nos detengamos un instante a contemplar los aspectos más saltantes que acontecen en nuestra querida tierra; como por ejemplo lanzando una interrogante: ¿Has visto en Pampas construcciones que nunca concluyen?.

Frente a esa incógnita, lamentablemente la respuesta resulta patética cuando constatamos el estado de larga paralización en que actualmente se encuentran construcciones a cargo del Gobierno Local anterior; y al parecer hasta abandonadas, tal como pueden constatar en las vistas siguientes.



No se trata de lanzar críticas destructivas sobre errores u omisiones en los que – eventualmente- puedan haber incurrido los responsables, que a su turno no supieron actuar a la altura de la confianza que el pueblo depositó en ellos, lo cual siendo benignos pudiera ser discutible; en tanto que la prolongada paralización del Coliseo y Mercado de Pampas tal vez no reside en causas razonablemente justificables, pero lo que si resultaría irrecusable es que estos hechos respondan a causas originadas por dolo o malos manejos.

No puede ser que un anhelo legitimo del pueblo de Pampas por contar con infraestructura publica de servicios de calidad, se convierta en una suerte de frustración, cuando pasado cinco años del inicio de obras en el Coliseo, a la fecha aún se encuentra inconcluso, sucediendo similar figura con las obras del Mercado que desde hace tres años se encuentran paralizadas. De cara a estos hechos, que no solamente revelarían carencia de capacidad de gestión, falta de capacidad de decisión política oportuna, donde al parecer la autoridad edil en su momento, pretendiendo satisfacer el reto de la demanda de servicios de infraestructura de buena calidad, sin mayor planificación, inicio obras; quizá con la mejor buena fe pero sin tomar en cuenta los riesgos involucrados. 

Asimismo, ignorando los impactos potenciales inherentes- a los mismos, paradójicamente- a obras de nunca concluir. Cuando de lo que se trataba es de diseñar infraestructura que se ajuste a los contextos locales, proporcionando servicios eficientes y operativos, asegurando los recursos financieros necesarios para construir y concluir la infraestructura iniciada. Sin embargo, pareciera que se aventuraron a edificar obras, sin considerar las preferencias y necesidades viables de la población, ni entender la dinámica política e institucional que garantice obras construidas en el horizonte del ciclo político correspondiente.


En ese sentido, y por añadidura es triste señalar que no solo Pampas sino que la mayoría de municipios del país adolecerían de políticas edilicias para el largo plazo, siendo común en cambio el complejo de Adán.

Si bien no es posible precisar con exactitud las razones de la falta de culminación de las obras en ciernes, por lo menos desde mi posición, estoy convencido del prolongado periodo de paralización, caso que a todas luces resulta cuestionable, como resulta también cuestionable la pasividad y el silencio generalizado. 

Debo reconocer- autocríticamente- en primer término el mío y luego inquietar a todos los coetáneos y por cierto al Club de Residentes en Lima, institución representativa de los Pampinos, a manifestarse sobre hechos que tienen incidencia en el quehacer cotidiano de nuestro querido pueblo, como los que motivaron esta nota, en razón de que, más allá de retóricos sentimentalismos o expresiones revestidas de chauvinismo puro, de vez en cuando deberíamos dirigir la mirada a casos como los expuestos, para que hechos cuestionables no sucedan en la propia capital provincial, sin que nadie manifieste preocupación alguna.

MAGNO GUTIERREZ ENRIQUEZ
  Colaborador de SAPOSAQTA


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