PAMPAS
UN DESTINO RECOMENDABLE PARA DISFRUTAR DEL OCIO PRODUCTIVO
Como consecuencia de la
voracidad mercantilista a ultranza en las últimas décadas, el tiempo se ha
convertido simplemente en una mercancía que debe ser dedicada a producir más,
pretendiendo lograr todo lo que velada y subliminalmente el mundo globalizado oferta,
teniendo para ello como aliados incondicionales a la prensa que asume una
actitud monocorde con el mercantilismo imperante, para inundar de propaganda
comercial diaria muy intensa, pero más agresivamente en fechas significativas
como el día de la Madre, cumpleaños, fiestas navideñas, etc. deformando la
verdadera dimensión de dichas remembranzas, al extremo de reducir su
significado a un simple regalo material carente de verdadero contenido
simbólico.
Ciertamente no resulta aconsejable que el
tiempo solo debería dedicarse a satisfacer deseos banales, lamentablemente en nuestros días la costumbre generalizada es que sin un
objeto/ prenda material como regalo no hay festividad ni evocaciones valederas.
Pareciera que estamos
condenados a sacarle tiempo al tiempo aun en desmedro de nuestra integridad
física y emocional, solo para satisfacer banalidades sutilmente inducidas por
la propaganda millonaria hacia la adquisición de bienes materiales muchas veces innecesarios, solo
por el prurito de ponernos a tono con la “modernidad”.
Nos preguntamos y el descanso, el estado de salud, el relax necesario que todo
ser humano requiere, ¿dónde quedan? Eso pareciera que no interesa o pasa a un
plano de menor importancia; sin percatarnos de que un buen descanso o un ocio
relajante, resulta beneficioso para la salud y la creatividad misma.
Al respecto, estadísticas
oficiales revelan que la vida agitada considerando
al tiempo como solo una mercancía escasa (sacarle tiempo al tiempo), ha
generado en las poblaciones casi de manera general uno de los males que más
aquejan a las personas en estos tiempos, cuál? el stress.
Precisamente, por ello y sin la menor pretensión de
inmiscuirnos en la vida ni costumbres de nadie, solo con el sano afán de
motivarlos para que se permitan un relajante ocio durante días no laborables,
nos permitimos inquietar a nuestros conciudadanos que hayan dejado la tierra, a
los que radican lejos, a todos quienes alguna vez permanecieron y conocieron e
inclusive a quienes no conocen, a visitar
Pampas, por ejemplo durante Semana Santa que se aproxima, para disfrutar
del encanto de su configuración geográfica, del verdor incomparable del valle,
visiten La Colpa, San Juan de Pillo, los vallecitos de Colca, Viñas, la quebrada y Capilla de Atoc, los pintorescos
poblados del ínterin, en fin se
reencuentren en directo con lugares cuyos recuerdos los trasladaran a gratificantes
vivencias de otros tiempos.
Sin duda, la mayoría de los que salimos ya no contamos con un techo cuya sombra nos
cobije, ni siquiera familiares que nos reciban, por suerte la ciudad de Pampas
dispone de infraestructura hotelera suficiente, restaurantes con variada oferta
gastronómica pero principalmente con deliciosos potajes del lugar y todo lo necesario para disfrutar de unos
días de reparador descanso.
Para
nadie es extraño que el estrés considerado como
le epidemia del siglo XXI, es uno de los problemas de salud más graves que en
la actualidad afecta a diversos
segmentos de la población; estadísticas oficiales revelan que el 78% de los trabajadores
peruanos confesó haber sufrido de estrés laboral, entonces nuestra invitación
se orienta hacia el establecimiento de un balance saludable en la vida
cotidiana de los conciudadanos, mucho mejor si alguna vez es en la encantadora
ciudad de Pampas, desterrando la idea de que el tiempo libre adquiere una
connotación negativa, en cambio rescatando la tradición que el ocio en la
antigüedad fue una de las actividades fundamentales y más preciadas de la vida
diaria, por ejemplo para la cultura griega el ocio no significaba no hacer
nada, por el contrario era un quehacer pleno de contenido y muy apreciado. A
propósito del tema el autor Andrew Smart quien en
su libro El arte y la ciencia de no hacer nada sostiene desde un punto de
vista científico que: el cerebro está
mucho más activo cuando se mantiene en reposo. Realizar muchas actividades al
mismo tiempo, asegura es perjudicial para el cerebro.
Concluye
Smart, sentenciando que: para ser creativo
se requiere tener momentos de ocio, lo que estamos seguros podría buscar en
el valle de Pampas, enlazándose con ambientes primaverales, un reencuentro con
el terruño, con seres queridos y
relacionados con quienes en mucho tiempo no departíamos, lo cual sin el menor
cuidado serán inmejorables momentos de distracción, dando lugar al
mismo tiempo al reencuentro con nosotros mismos y alimentar nuestro espíritu.
Visiten Pampas Tayacaja a disfrutar de sus encantos naturales, dándose tiempo
para contemplar y darse unos días de descanso, es decir practicar el ocio
productivo.
MAGNO GUTIERREZ
ENRIQUEZ
Colaborador de SAPOSAQTA
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