domingo, 29 de junio de 2008

LOS 'TAPADOS' DE JUNIO


Cuenta la historia del Perú, que cuando el Inca Atahualpa había sido tomado prisionero por las tropas españolas en Cajamarca, se dio la orden a todo el Imperio Inca que se envíe todos los objetos de oro y plata para el rescate del soberano. Estos objetos, joyas, coronas, brazaletes, cadenas, utensilios, debían ser enviadas inmediatamente para llenar el cuarto (habitación o celda) donde el Inca se encontraba prisionero.

Desde todos los confines del gran Imperio del Tawantinsuyo salieron caravanas llevando tan preciada carga con dirección a Cajamarca. Los cientos de kilómetros hacia el destino, entre punas, valles, ríos y quebradas, vieron pasar a estas caravanas conformadas por llamas y alpacas. Su pesada carga en el duro camino, muchas veces venció a estos animales y no hubo más remedio que enterrarlos con su preciado tesoro a lo largo del camino de los incas con la esperanza de recuperarlos algún día. Dicen los historiadores que se dejaba una seña para ubicarlos posteriormente.

También cuenta la historia que siglos después, durante la invasión chilena al Perú, los hacendados de la costa y sierra al enterarse de la noticia, procedieron a esconder sus riquezas en lugares diversos de su entorno, poniendo a buen recaudo el fruto de sus años de esfuerzo. El lugar del escondite fue mantenido en el más completo secreto de familia. La ocupación de los invasores sureños duró muchos años, lo suficiente para que estos jefes de familia pasaran a mejor vida llevándose el secreto a la tumba.

Al pasar de los años se tejieron infinidad de historias de familias que se enriquecieron de la noche a la mañana al encontrar estos tesoros escondidos.

En Tayacaja se cuenta que en los meses de junio suele aparecer en la noche de San Juan una llamarada o fuego en chacras, campos desolados o casonas antiguas. Quien tenga este encuentro con esa señal, será un afortunado porque el lugar guarda en sus entrañas preciados tesoros.

La explicación científica de la aparición del fuego en un lugar determinado se debe a la expulsión del antimonio y del fósforo del interior de la tierra, que al ponerse en contacto con el oxígeno de la superficie, se convierte en una llamarada azul. Nos preguntamos de dónde sale el antimonio y la respuesta es sencilla: antiguamente la acuñación de monedas de oro y plata llevaba como metal adicional el cobre y el antimonio para darle las características físicas adecuadas a tan preciada moneda; al permanecer las monedas encerradas en cajones o bolsas de cuero por muchos años, con la humedad o la presencia del agua, reaccionan químicamente y expulsan el antimonio en forma de gas que al contacto con el oxigeno del medio ambiente reacciona con una llamarada azulada.

Igualmente los auquénidos que sucumbieron a lo largo del camino y fueron enterrados con su tesoro en las espaldas, también dieron el mismo resultado. Los huesos de estos animales contienen a parte de calcio y magnesio, el preciado fósforo.

Pero ¿por qué en junio, y no en noviembre o diciembre, ocurren estos fenómenos? Hay una explicación científica para esto.

En la sierra, los meses de lluvia son generalmente, entre diciembre y abril. Esto hace que las aguas de lluvia penetren a la superficie de la tierra hasta cierto límite y se mantenga húmeda. Posteriormente vienen los meses de mayo, junio y julio que son secos en la sierra. Tiempo suficiente para que los tesoros escondidos reaccionen químicamente y expulsen al fósforo y antimonio de sus entrañas, produciendo el fuego tan preciado en las noches de San Juan.

En las zonas de Huancavelica, Ayacucho y Junín lo conocen como “tapado” o “entierro”. La ruta del camino de los Incas que va desde el Cusco hasta Cajamarca, por donde transitaron las caravanas con los preciados tesoros, son las más indicadas para encontrar estos botines del rescate de Atahualpa. Asimismo las casonas viejas de la sierra son lugares aparentes para encontrar los “tapados” de los hacendados y ricachones de la época de la invasión chilena de fines del siglo XIX.

Con el avance de la tecnología, los buscadores de estos tesoros ya no esperan la noche de San Juan. Vienen con toda una parafernalia computarizada para detectar la presencia de metales enterrados a poca profundidad. Suerte a los buscadores de tesoros escondidos en los andes peruanos. (MSF)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno yo comprendo todo como un estudiante y tengo 23 años quiero amigo que quieran sacar se en ciertos lugares de san juan del oro y san dia donde yo vivo y quisiera mas comentarios sobre esto oq me lleven a sacar estoy dispuesto mi correo es JUANNES20@HOTMAIL.COM SOY UN GUERRERO DELA ZONA

Metal Detectives Peru dijo...

ES muy buena, precisa y objetiva la historia.
Somos un grupo de recuperacion de piezas historicas perdidas, cuyo interes es ponerlas en valor ya sea en museos de sitio para asi garantizar el turismo en la zona.
Asi poder lograr un financiamiento y poder costear nuetros gastos operativos
Atte

Cesar Chumbes L.
Metal Detectives Perú
RPM *146146 Mov 99076151

Anónimo dijo...

Me parece perfecta la publicacion, tengo 20 años y desde que era muy pequeño escuchaba sobre los tapados, y puede hablar con gente que logro sacar los tapados, monedas de 5 y 9 decimos segun cuentan... y si quieren sacar tapados se tiene que hablar con la gente mayor, gente que pastorea su ganado que anda de madrugada, ellos saben donde hay tapados, desde que escuche eso, hasta ahora estoy muy interesado en buscar. pero según dicen los campesinos, el diablo se te parece en muchas formas. ahi se ve si eres realmente hombre. saludos