domingo, 20 de enero de 2008

PREMIO DE YAURI EN "EL COMERCIO"


EL SUEÑO DE UNA MADRE

Por Antonio Muñoz Monge

Con una obra hiperrealista titulada Sueño de una madre, el pintor peruano César Yauri Huanay ganó el pasado 21 de noviembre del 2007 el primer lugar del XVI Premio López-Villaseñor de Artes Plásticas, Ciudad Real, capital de la provincia del mismo nombre (Castilla La Nueva). Esta obra, donde aparece una mujer tendida sobre un diván que percibe en sueños la llegada de su hija, destacó entre otras 111 piezas que se presentaron al concurso. No es el primer galardón conseguido en España por este pintor nacido en el anexo de Ahuaycha, distrito de Pampas, provincia de Tayacaja, departamento de Huancavelica, pues hace dos años recibió su bautizo triunfal europeo al conseguir el primer premio de pintura en la IX Exposición Internacional de Pintura y Fotografía Ciudad de Alcázar de San Juan 2005, Ciudad Real, con la obra Quijote pensando en Dulcinea. Curiosamente para estas dos obras utilizó la misma modelo: Noelia Recuero de La Muñoza.

Los diarios de Ciudad Real abundan en elogios. Se dice por ejemplo: "El gran impacto visual. Y es que cualquiera que haya tenido la oportunidad de contemplar el cuadro puede comprobar su enorme similitud a una fotografía. Destaca el dominio del hiperrealismo. Es muy accesible al mismo tiempo que el autor demuestra desarrollar con gran dominio la técnica".

TEJIENDO EL AIRE
Recordemos algo del origen de este valioso pintor. Una tarde de febrero, después de coger guindas por las chacras de su pueblo, el niño César Yauri regresó a su casa bajo una tierna llovizna. A lo lejos la música reciente de un huayno se extendió como vibración alegre y maternal. Eso lo llevó a pintar repetidas veces el recuerdo de esa lejana tarde.

Una circunstancia inicial le entrega una sensación que nunca lo ha dejado. La soledad ante la gran urbe y esa misma soledad que le da bríos para transponer puertas con la creación en el arte: El ritual en la danza, la sombra desdoblada del bailarín, el dejo triste de una máscara, la insinuación de un cuerpo como una luz dibujada, esa sensación de lluvia tenue que no lo deja, la triste y monocorde música, fueron apareciendo en el fervor de su pintura, como una necesidad de urgente respuesta a la eterna interrogante de la vida diaria, de lo que somos y en qué recodo estamos junto con nuestros semejantes.

Quizás de ahí el nombre de una de sus muestras, allá por 1992, Ahuaycha, Huayrata Awaspa, en castellano Tejiendo el aire, que es como tejer el tiempo, es el "Intihuatana" incaico o "amarrar el sol". Pero el tiempo no es que se haya escapado de la conciencia del pintor, sino que ha ido creciendo y abarcado otras latitudes.

Así dejó su tierra natal y partió a Lima, la gran ciudad, la urbe tantas veces soñada, donde lo primero que preguntó fue por la Escuela Nacional de Bellas Artes. Los vendedores de cuadros "para turistas" lo orientaron dándole la dirección y cuando llegó a las puertas del local, sintió que sus sueños de estudiar allí comenzaban a hacerse realidad. Logró su objetivo al aprobar los exámenes de ingreso. Este momento feliz no pudo compartirlo con sus seres queridos y volvió a caminar por las calles, palpando en el aire su soledad y felicidad. Tenaz, calmo y esforzado, egresa de la Escuela en 1989 con el Primer Premio.

El crítico de arte, el español José Luis Marchante Araque escribe: "Cuando César Yauri toca una composición donde la figura humana es el tema principal, es sin duda su mayor aporte a la pintura, consiguiendo algo realmente difícil, plasmar la personalidad y el parecido. Tiene agilidad en el trazo, es taxativo en el color, tiene grandes conocimientos y facilidad para plasmar distintos planos, en ocasiones superpuestos con la dificultad que conllevan, su perspectiva es tratada con precisión con un gran dominio lineal".

El Hiperralismo, técnica que ha utilizado Yauri en este su cuadro ganador, es un realismo casi fotográfico donde el pintor busca poner los más mínimos detalles, hasta el polvo que llega con el airecillo leve o la respiración relajada de la modelo.

Suplemento 'El Dominical' del diario El Comercio, 6 de enero de 2008.

1 comentario:

Digary dijo...

Felicitaciones a este pintor pampino. Se lo merece.