Cotidianamente observamos que
Pampas Tayacaja es añorada, reconocida y aclamada por numerosos coterráneos que
desde distintas latitudes difunden amables y hasta sentimentales mensajes
a través de las redes sociales, como expresión de gratitud.
Lo que en apariencia revelaría
que el sentir por el terruño esta revestida de lealtad y mucha emoción, el
pueblo se hallaría en vitrina y las muestras públicas de afecto inclusive son
objeto de admiración por parte de lectores ajenos a Pampas, que aprecian la permanente
y cada vez más creciente devoción expresado en el contenido de los aludidos
mensajes.
Nos parece muy bien que
pronunciemos el sentir, la gratitud hacia el pueblo que nos vio nacer,
que en esencia es la esfera que enclaustra agradables recuerdos de los pasajes
más significativos de los primeros estadios de nuestra existencia, o dicho
mejor; es el lecho originario de nuestras vivencias primaverales. Todo ello nos
parece ameno, evidente y hasta encantador.
Sin embargo, resulta
preciso preguntarnos ¿qué hay con nuestros coterráneos principalmente los que
radican en Lima, asiduos usuarios de las redes sociales y conspicuos mensajeros?
Que cuando se les participa para actos de carácter cultural orientados a revalorar
las tradiciones, costumbres y cultura, así como reforzar la identidad
tayacajina, brillan por ausencia, ¿será
que todas las manifestaciones de afecto por Pampas, no deja de ser solo una
suerte de expresión retórica barnizada de chauvinismo puro?
Aguardamos estar
equivocados y que las ausencias obedezcan a razones ajenas fuera del control de
cada quien, de modo que en futuros actos rememorativos, culturales, deportivos,
etc. tengamos la distinción de contar con la presencia masiva de nuestros hermanos
pampinos, toda vez que en circunstancias en que experimentamos un deterioro en los valores de la
sociedad, resulta imprescindible cultivar valores sólidos y buenas costumbres que nos
permitan construir una clara identidad de quienes somos y qué podemos aportar a
la sociedad y que mejor en torno de actividades relacionadas con lo nuestro.
Me rehúso a aceptar que
quienes expresan su gratitud permanente a los hermosos paisajes del valle de
Pampas, quienes son fieles devotos de la Santísima Virgen Purísima, vayan a negar su apoyo y contribución,
en bien de la provincia. Soy un convencido que dedicar un tiempo a la cultura resulta gratificante,
toda vez que la cultura hace seres humanos a los nacieron personas.
Magno Gutierrez Enríquez
Colaborador de Saposaqta
No hay comentarios:
Publicar un comentario