lunes, 29 de octubre de 2007
TRILLA DE ARVEJAS EN TAYACAJA
lunes, 22 de octubre de 2007
DANIEL HERNANDEZ

Al conmemorarse 75 años del fallecimiento del ilustre tayacajino Daniel Hernández, fundador de
IMAGEN Y PRESENCIA
En la aldea que lleva el nombre poético de Urpay (Salcahuasi), en el distrito de Salcabamba, provincia de Tayacaja, nació Daniel Hernández Morillo el 1º de Agosto de 1856. Fue hijo del español José Leocadio Hernández Mendieta y de Basilia Morillo, natural de Salcabamba.
A los 17 años, una beca de estudios en París significaba la realización de sus aspiraciones y con este optimismo se establece en la ciudad luz los primeros meses de 1874. El panorama auspicioso se reafirma aún más cuando el ministro del Perú en Francia José M. Gálvez, le entrega la suma de 250 francos de pensión, sin embargo esta sería la primera y única ocasión de tal beneficio, pues el Gobierno aduciendo escazes de fondos, dio por terminado el apoyo ofrecido.
Después de más de 40 años alejado del Perú, en 1919, el maestro retorna con el ánimo de llevar a cabo una tarea. Recibido con gran entusiasmo por las autoridades de la época y los amigos de siempre, Hernández inicia una fructífera labor en
La sensibilidad y humanismo de Daniel Hernández, lo llevó a solucionar problemas de orden personal y familiar que afligían a sus alumnos. A este respecto el testimonio del pintor Germán Suárez Vertiz ofrece luces que permiten conocer la valía del maestro: “Soy testigo de que, durante un año sostuvo de su peculio todos los gastos de
El 23 de octubre de 1932 debido a una grave enfermedad pulmonar, se extinguió la vida del maestro.
(Artículo de Carlos Zúñiga Segura, publicado en
Video sobre el fundador de la Escuela Nacional de Bellas Artes del Peru. Arte Peruano. Direccion General: Lic. Alba Choque Porras.
viernes, 19 de octubre de 2007
CESAR YAURI - Obra
César Yauri Huanay nace en el cercano y hermoso distrito de Ahuaycha hace 33 años. Ahuaycha, que en Quechua significa "Tejido pequeño" está en la ruta de la antigua carretera que va a Huancayo. Chalampampa Purhuay, Ahuaycha, Acraquia, Santa Rosa, son algunos de los importantes puntos de este tejido vital. Ahuaycha es tierra de Danzantes de Tijeras y de pintores. De estos mismos lares es la familia Camac, familia de artistas.
Cuando indagamos por el origen de su arte, César Yauri algo melancólico recuerda la lejana tarde de febrero, caminado bajo una llovizna tierna, de regreso a su casa después de haber cojido guindas en las chacras de Ahuaycha. A lo lejos, la música de un Huayno se extendia como una vibración alegre y maternal. Fue allí, en esos sentidos momentos que Yauri decide hacerse pintor. El Hermoso recuerdo de esa tarde de lluvia y música siempre lo acompaña a Yauri a manera de númen, agua bautismal y manantial de información.
Después de terminar sus estudios en Pampas y alentado por su profesor de arte, Julio Camac (Chipchi), Yauri llega a Lima deseoso de ingresar a la Escuela de Bellas Artes del Perú, que había fundado su paisano Daniel Hernández.
En las calles limeñas pregunda al azar por la Escuela y nadie le da razón. Un día domingo caminando por la Colmena, por donde se exhiben cuadros "Para turistas" le orietan, le dan la dirección, emocionado frente al local sueña estudiar ahí. Al siguiente día, Lunes regresa ilusionado y averigua requisitos. Se prepara con ahínco e ingresa "Mi emoción no Tuve con quien compartirla" nos dice. "Caminé por las calles solo, no sé cuanto tiempo".
En 1989 egresa de la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes del Perú con el Primer premio. Ha expuesto en varias Colectivas. Su primera Individual fue en 1991 en la Galeria Vargas de Camino Real de San Isidro y su Segunda Individual en 1992 en la Galería L'Imaginaire de la Alianza Francesa de Miraflores.
La pintura de Yauri reinvidica a su estirpe en lo más representativo de sus costumbres festivas y mágico religiosas. En sus óleos trabajados con singular textura están los precisos rasgos que se depositan en nuestro espíritu. Los personajes de su infancia ha ido tomando el calor y el color del tiempo. El ritual de la Danza, la sombra desdoblada del bailarín, el dejo triste de una máscara, la insinuación de un cuerpo como una luz dibujando, esa sensación de lluvia tenue que lo deja, la lastimera música fueron aparaciendo en el fervor de su pintura como una necesidad de urgente respuesta a la eterna interrogante de la vida diaria, de lo que somos y para que estamos juntos con nuestros semejantes. (Reseña biográfica elaborada por el escritor ANTONIO MUÑOZ MONGE en 1995)












