miércoles, 27 de abril de 2016

AGUA PARA PAMPAS


El extenso valle de Pampas, capital de la provincia de Tayacaja, tiene un sistema hidrográfico cuyo rio principal es el Opamayo que nace en las punas de Sumabamba y se desplaza hacia el oriente en forma silenciosa y recibe como tributarios algunos riachuelos como el Santa Rosa, Viñas, Atoq y el Wisus, pero los caudales son insignificantes y secos durante los meses de estío, por lo que, el agua que consume la población es muy escasa y solo cubre un porcentaje mínimo de los servicios en la capital.

 El valle de Pampas, tiene una longitud aproximada de 12 kilómetros de largo por cuatro de ancho y dividido políticamente en cuatro distritos, Acraquia, Ahuaycha, Pampas (Capital) y Daniel Hernández con una población que supera los 20 mil habitantes y su problema principal es la falta de agua.

Los centros poblados que  forman todo el valle son muchos, tales como Pillo, Maraycucho, Santa Rosa. Acraquia, Wanupampa,  Ahuaycha, Huancaykucho, Kahun Wasi, Yarqa Kancha,  Purhuay, Pampas, Qarhuaturku, Allpa Wasi, Pampa Blanca, Rundo y La Colpa y ninguno de ellos cuenta con un saneamiento de agua y desagüe, solo parcialmente en la  Capital.

Para cubrir esta necesidad prioritaria del valle de Pampas, es necesario realizar un estudio integral para ver el abastecimiento del líquido vital, hubo algún proyecto de un ingeniero hidrógeólogo pampino de obtener agua del subsuelo mediante molinos de viento colocados estratégicamente a lo largo del valle  utilizando la fuerza eólica, además de otros estudios  para encausar el Río Opamayo desde San Juan  de Pillo a reservorios distribuidos convenientemente a lo largo del valle, así como fue encausada  la vertientes de Rio Viñas, y hacer lo propio con el Rio Atoq.

Es hora de que las autoridades locales, Regionales y Nacionales, se junten con un solo propósito, de resolver el problema álgido que sufre nuestro pueblo, que se muere de sed y sin embargo, todos ponen oídos de mercader a la solución de esta necesidad prioritaria.

Se ha construido muchas obras intrascendentes como los monumentos al Qarqaria, al sapo, piscinas, etc., etc., pero debemos pensar que el problema número uno es la falta de agua, líquido esencial para la vida, no solo del hombre, sino de los animales y de las plantas.

Elevemos nuestra voz de protesta para que nuestras autoridades se avoquen a solucionar este problema álgido, no es justo que la Capital Energética del Perú se  muera de sed.

Hernán Canales Acevedo

Colaborador de Saposaqta 
Fotografía: Alexis Suárez

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