domingo, 18 de diciembre de 2011

MATRIMONIO EN TONGOS (Tayacaja)



En Tongos (Pampas) hay un juego especial que le llaman “Orjo-huaylas” que consiste en formar como una especie de ronda, sobre todo en las noches de luna, que como se sabe en muchos lugares de nuestras serranías son más hermosas y claras por la carencia de luz eléctrica. Este juego es común entre los adolescentes que tomándose de las manos forman una rueda bailando y cantando al compás de algún tono especial. Surgen así los primeros aleteos del amor. Las miradas, el apretón de manos y la frecuencia en el juego hacen que se quieran un tanto tímida pero sinceramente con la seguridad de que triunfarán formando un hogar. Después de una espera larga de amor silencioso, se decide al fin el enamorado a buscar a los padrinos para luego encaminarse junto con ellos llevando una botella de “chacta” (aguardiente) a la casa de la pasña y hablar con sus padres:


-Ñujallaimi taytay (somos nosotros señor) - Imapajmi jamuchcanquichic (Cuál es el motivo de esta visita? -Sumaj huayta rosasllaiquita jahuaspaicu jamuchcanico (hemos llegado hasta tu puerta porque nos hemos prendado de tu hermosa flor de rosa).


Si el padre simpatiza por la correcta presentación, ofrece su casa a todos los concurrentes. Los padrinos, entonces, explican las buenas intenciones del ahijado a favor de su querida hija. Después de libar algunas copas de la chacta procede la madrina a amarrarle con una faja de lana de colores vivos a la ahijada; igual cosa hace el padrino con el ahijado. Luego los novios simulan escaparse saliendo de la casa a empujones, pasando por cualquier obstáculo que encuentren a su paso; así llegan a la casa del novio. Aquí se preparan para la celebración del matrimonio, según el plazo que previamente el novio acordó con los padres de la muchacha. Es de notar que en la generalidad de los casos cumplen estrictamente con el compromiso.


EL MATRIMONIO

Con sus vestidos limpios se encaminan a la iglesia del distrito más cercano acompañados de sus parientes y amigos que portan flores silvestres, donde el taita cura los casa. De regreso, se dirigen a la casa del novio y ese día no beben ni una copa de aguardiente, los recién casados, porque tienen la creencia de que en el curso de su vida matrimonial pueden ser pleitistas y borrachos. A la hora del almuerzo y de la merienda ambos se sirven de un solo plato.
Por la noche, mas o menos a las ocho, hacen lo que le llaman el puñuchi (hacer dormir), es decir, toda la comitiva conduce a la pareja a una habitación especialmente preparada, alumbrándoles con ichu. Una vez ellos, en la cámara nupcial, al retirarse los padres y sobre todo los padrinos, les dan la bendición en la siguiente forma:


Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo sutimpim bendiciunta churaiqui, allinlla y sumajlla causacunaiquichipaj, ama matrimoniuyquichicta jachachaspa, cuyo pensamiento principal es este: les pongo esta bendición para que vivan en buena armonía sin manchar vuestro matrimonio.. Dicho esto se retiran echándoles llave mientras desde el interior de la habitación resuena el eco afirmativo de “au taitay... au mamay”.


Inmediatamente después, todos los concurrentes se desgreñan el pelo, acto que le llaman Jesanacuy y con un poco de ichu encendido hacen la pantomima de quemarse los pies o el jaspanacuy. Esta costumbre está basada en la superstición de que en el transcurso de su vida matrimonial van a tener días de bonanza y felicidad sin que sean visitados por alguna enfermedad.


Después de esta actuación todos se retiran a dormir hasta el primer canto del gallo, es decir, a las cinco de la mañana hora en que se levantan y despiertan a los casados. La madrina le ordena a la ahijada que vaya a la cocina a preparar el almuerzo, mientras el padrino entrega un pico y una lampa al ahijado para que vaya a trabajar. Se muestran muy severos con el objeto de que inaugurando así el primer día de una nueva etapa de vida, serán siempre trabajadores y muy madrugadores.


Al día siguiente van a la casa de los padrinos y tienen la obligación de servirles como esclavos, generalmente por ocho días y luego se retiran a su nuevo hogar.


Sergio Quijada Jara

Escritor nacido en el fundo Magdalena (Acostambo)

Imágen: "Ronda de Ahuaycha" .- Oleo del pintor Tayacajino César Yauri Huanay

1 comentario:

CIRO MATOS GUERRA dijo...

Muy bien muchacho yo soy neto de tongos ciro matos guerra esta exlente tu comentario paisano gracias