lunes, 27 de diciembre de 2010

FOTOGRAFOS DE TAYACAJA


Las fotografías son poemas en imágenes. Obedecen a una exquisita sensibilidad sucesivo del saber fijar la mirada para eternizar la imagen, es decir, descubrir y señalar con pulso firme la expresión del tiempo y la vida en su instante preciso.

Tayacaja es una provincia privilegiada en artífices del lente. Sus obras nos muestran rostros, paisajes, rituales, es decir, todo aquello que conmovió las nervaduras de su alma en su permanente o fugaz aventura de vivir en Tayacaja, por ello, al observar las fotografías uno reinventa nuestro pueblo en la emoción del recuerdo y la esperanza. Cómo no emocionarse con una foto de la cueva Sotoccc Machay, de la Virgen de Champacocha, de un Pucullo de piedra, de una coronilla de flores silvestres que luce una ñusta pastoreando sus ovejas, una alameda de eucaliptos, una calle de Pampas “sin un alma” llorando en silencio su soledad.

En este breve recuerdo de la fotografía tayacajina surge el nombre de Damián Guerreros que nos regaló entre sus numerosas tomas una magnífica vista panorámica de Pampas en blanco y negro. Otro grande de la fotografía es Teófilo Hinostroza Irrazábal nacido en Colcabamba. Admirable las imágenes de Alegría de vivir, Hilandera, Lima-Lima e Ironía tomadas entre los años 1963 y 1969.

En estos últimos años tenemos novísimos valores. Gary Sánchez fija su mirada, captura la imagen y lo convierte en plenitud de belleza, de plasticidad para auspiciar en nuestro mundo interno inusitadas emociones. Gary viaja siempre a su tierra familiar y ahora mismo estamos preparando su primera Exposición fotográfica en Lima.

Otro valor joven tayacajino por su parte es Ricardo Zúñiga Salles siempre atento en su caminar por las estancias de Pampas, San Juan de Pillo, Viñas, etc. Las imágenes captadas en su lente son expresiones vívidas de coloridos y misterios. Sus fotos acompañan algunos trabajos míos.

Alexis Suárez Jiménez, es ya un valor consagrado en la realización de documentales como el celebrado “Descubre Tayacaja” que ha causado notable impacto entre los tayacajinos y otros ámbitos internacionales. Amalgamando sus cualidades Alexis nos ofrece fotografías de admirable textura artística que recoge imágenes de nuestra provincia: por ello, con todo merecimiento inscribe su nombre en las futuras realizaciones culturales que venimos programando.

Lo importante y fundamental es su proyecto: Exhibir las fotos, dar a conocer al mundo la belleza de Tayacaja, sentirse partícipes del desarrollo de las artes y letras, pues ¿de qué vale tomar buenas fotos y guardarlas, de qué sirve escribir buenos poemas o cuentos si no los van a leer?. De eso se trata, asumir la vida en lo que uno sabe hacer.

Gracias a Saposaqta puedo decir estas palabras de felicitación a Gary, Ricardo y Alexis, y augurarles éxitos por escribir la memoria de Tayacaja en memorables imágenes.

Autor: Carlos Zúñiga Segura
Colaborador exclusivo de Saposaqta
Imágen: Niños de Quishuar (Foto de Alexis Suárez)

lunes, 20 de diciembre de 2010

COLCABAMBA, DESCUBRE TAYACAJA


Colcabamba, denominada “Capital Energética del Perú” porque en su seno funcionan las dos Centrales energéticas más grandes del país, Santiago Antúnez de Mayolo y Restitución, generando 1008 MW de potencia, cuna de una gran estirpe.

Capital del Reino de los Anccara del siglo XVI, en el incanato, en la época de las culturas pre incas, Warpas, Pocras, Wari por los años 800 DC, por la concentración de minerales y por la fertilidad del suelo y la variedad de microclimas para la producción de papa, maíz, quinua, achita, tarwi, habas, frijoles, olluco, oca , mashua, maca, etc.

Hoy Colcabamba abastece con productos agrícolas a la región central del país, principalmente a Huancayo. Tiene características de una localidad tipicamente andina, con climas que oscilan entre 1400 msnm a 4800 msnm, con numerosas tradiciones y costumbres que afirman su condición de Villa, categoría que obtuvo por Ley 10590 del 8 de junio de 1946.

En la actualidad cuenta con 11 centros poblados: Tocllacuri, San Cristóbal de Ocoro, Carpapata, Andaymarca, Quintao, Huaranhuay, Tocas, Pocyac, Quichuas, Accoyanca, Santa Rosa de Mallma.

Fuente: Sitio Web de la Municipalidad Distrital de Colcabamba (Gerencia de Desarrollo)

Saposaqta, continuando con su labor de hacer conocer nuestra provincia de Tayacaja, ofrece este video turístico del distrito de Colcabamba de la serie “Descubre Tayacaja”, producida por INTI Comunicaciónes.

lunes, 13 de diciembre de 2010

ACRAQUIA, DESCUBRE TAYACAJA



ACRAQUIA


El distrito de Acraquia tiene una extensión de 110.27 Km2.Situada a solo 5 Km de la ciudad de Pampas. En este distrito se encuentra la antigua hacienda San Juan de Pillo. Cuenta con 33 caseríos, centros poblados anexos o comunidades campesinas.


Fue creada el 19 de setiembre de 1954 por Ley 12170, por el gobierno de Manuel A. Odría. Cuenta con centros educativos de educación inicial, primaria y secundaria.


Sus hermosas campiñas, paisajes verdosos, la casa hacienda y la piscigranja de San Juan de Pillo son sus principales atractivos


Presentamos un corto documental turístico de este hermoso distrito, realizado por INTI Comunicaciones.



Para ir a Youtube y mirar el video
http://www.youtube.com/watch?v=gIrppk79n5Q

jueves, 2 de diciembre de 2010

LOS WAMANIS Y APUS EN TAYACAJA



Los santuarios de los Andes Centrales


En la sierra central del Perú, con la denominación de wakas o santuarios andinos, identificamos al panteón de deidades y los espacios de culto que siguen vigentes hasta nuestros días. Se identifica como waka al mundo sagrado que incluye al panteón, al espacio de culto y a los rituales que se realizan durante las festividades del ciclo de la naturaleza, de la producción, del hombre y de las devociones religiosas. El panteón y estos espacios pueden ser públicos y secretos, macro y micro regionales, masivos, familiares y personales y, en todos los casos, las relaciones que se establecen con los hombres son ocasiones para conservar o restaurar las armonías. Los rituales son expresiones de reciprocidad entre el hombre y la naturaleza encantada y sacralizada (Cox 1972) y no de "adoración" como es calificado desde las percepciones judeocristianas. Las representaciones simbólicas del mundo sagrado andino, por lo general, involucran elementos de la naturaleza, al mismo hombre y también incorporan –de manera recreada- al santoral católico. Estos elementos "tienen vida y son personas".


Las wakas actúan como ordenadores macro y micro espaciales. El ámbito macro espacial tiene un territorio que corresponde al de una etnia o al de un espacio interétnico, mientras que los ordenadores micro espaciales se restringen a un ámbito concreto de carácter local (pueblo, comunidad, barrio, anexo) o familiar (ayllu).


La Mamapacha o Pachamama es el concepto más importante de la religiosidad andina. Representa al mundo profano y sagrado y por esta razón es un escenario sagrado consuetudinario. La Mamapacha es un ser femenino y cumple las funciones maternales porque cuida a sus hijos, que son los hombres, y a todos los seres vivos que moran en ella. Por esta razón se le identifica como a la madre, el ser a quien se le debe respeto y cariño reciproco y el hombre le ofrece siempre el primer bocado de sus productos obtenidos a partir de los recursos que ella le brinda


El significado del término Mamapacha es amplio. Está compuesto por dos palabras del runasimi (quechua); mama = madre y pacha = universo, mundo, ropa, abrigo, enfermedad. Es entendida como un ser que mora en el mundo material. Tiene condición humana y, al igual que el hombre, sufre, padece y se alegra. La Pachamama es un ser femenino, que produce, que engendra. A ella se le invoca para antes de sembrar, cuando se salía de caza, y en algunas enfermedades. Se le identifica como mujer y como mujer y madre, paqarina, fuente de vida y dadora de vida, como la naturaleza en general, la tierra como cuerpo celeste y como suelo, como productora fecunda y como símbolo de fertilidad.


Los Apu Wamani son las deidades tutelares que armonizan la vida a nivel macro y microregional. Cada deidad simboliza normalmente a una etnia o poblado determinado. Por su parte Nicolás Matayoshi (1993) expresa que el Wamani es el “Señor de las Montañas” Espíritu benévolo que cuida a los animales silvestres y prodiga fertilidad a los animales domésticos. Es una deidad pastoril y al lado de la Pachamama, son las dos creencias de mayor arraigo y vigorosa persistencia en la ideología de los campesinos.


Loa Wamanis están tipificados en función de su altitud, majestuosidad, forma, sexo y cantidad de nieve que tienen en sus cumbres o picos. Por ejemplo los Wamanis Regionales, es decir los que actúan como medios de interrelación macroespaciales. Están vinculados con provincias étnicas y actúan como articuladores interétnicos. Se comunican entre ellos cuando sus “hijos” o runas salen de un territorio a otro y los protegen durante sus viajes. Por lo general tienen nieve perpetua.


El Azapara, es el principal Wamani de los tayacajas del noroeste de Huancavelica: significa lluvia de hielo y busca la armonía de los habitantes de esta provincia; para asegurarla, los hombres invocan a la reciprocidad. Según Godofredo Taipe (1988 y 19919), en reciprocidad por la protección que reciben de los Tayta Wamanis, los pueblos ofrendan los “pagos” o “pagapus”


Pariaqaqa es otro Wamani importante de la sierra central. En el valle del Mantaro se le invoca permanentemente y también es reconocido como armonizador de los pueblos de la sierra del departamento de Lima, principalmente Yauyos.


En Tayacaja se identifican a los Wamanis Yanapadre, Qollqiwichqana, Waytapallana y Wallalli. Otro Wamani regional del norte de Tayacaja es Huaytapallana que en la visión de los wankas es la morada del Wamani Wallallo.


Para Tayacaja Godofredo Taipe (1988, 19919), nos menciona a los Wamanis locales llamados Atakalas, Churiaqasa, Amañakay, Inkapunku, Wamanwillka, Qallwas y Wawchay que tutelan a los pueblos de Salcahuasi, Salcabamba y Colcabamba y también menciona al Wamani Yanapadre en Pampas


Taipe, asimismo, nos hace referencia que en Colcabamba, Tayacaja, existen dos Wamanis hembras; Wawchay y Qallwas, que son pastoras y hacendosas. Ambas son asediadas por el Wamani Wamanwillka que es considerado como el más revoltoso de los Wamanis.


En Tayacaja, Taipe (1991) señala que el Wamani Wamanwillka “es ganadero y muy revoltoso”. Enamora a Wawchaw y Qallwas, mientras que Inka Pinko es guerrero y minero, el más poderoso. Existe un mito que narra como Inka Pinko, con su honda, voló el pico de Wamanwillka, “por eso es sin pico”. Qollqewichqana está relacionado con las curaciones, es médico, y los pongos lo invocan con el libro de San Cipriano.


Fuente: Los Santuarios en los Andes Centrales

Autor: Juan José García Miranda

Edición: Extractos de este Libro realizados por Saposaqta

domingo, 21 de noviembre de 2010

CIELO SERRANO


El diccionario de la lengua española registra que la NOSTALGIA es la pena de verse ausente del pueblo que te vio nacer. Efectivamente, esa pena se incrementará con los años de ausencia del terruño que te dio la primera luz. Por más lejos que la persona se encuentre añora el momento de volver al encuentro de recuerdos, de amistades y seres queridos para estrecharlos en un fuerte abrazo.

Los recuerdos estarán presentes cada día de ausencia, y la imagen de su paisaje, de su viento, de su lluvia o de su cielo te acompañaran siempre.

Justamente, la canción “cielo serrano” interpretado por Luis Abanto Morales, describe esa nostalgia de nuestro pueblo.

Este video ha tomado ese fondo musical para cubrirla de bellas imágenes de Pampas Tayacaja y hacer un producto que te traerá muchos recuerdos.

Nuestro escritor y poeta Carlos Zúñiga Segura, luego de visualizar el video, escribió esta nota sentida de emoción y cariño hacia nuestro terruño.

“Captar y difundir las imágenes del pueblo que nos vio nacer, constituye una trascendente ofrenda. Las imágenes que discurren ante nuestros ojos obran el milagro de revivir en nuestros corazones, las vivencias adheridas en el imperio del corazón. Bajo su cielo, en sus calles, parques y campiñas estamos todos los pampinos como jilgueros y torcazas celebrando la alegría de vivir en un auténtico cielo de fiesta.”

lunes, 15 de noviembre de 2010

SURCUBAMBA, DESCUBRE TAYACAJA


SURCUBAMBA

Antiguamente el pueblo de Surcubamba, se dice que, existía solamente en el lugar denominado Chiquiaq. Se estima que en 1540, en la época colonial, ya existía el famoso puente colgante de Chiquiaq, cuyo material principal era la cabuya, llamado maromas (cabuya trenzada) Este puente fue construido por los incas hace 700 años siendo el único medio entre el nororiente de Tayacaja y la zona central del país.

En aquella época, en la parte nororiental de la provincia de Tayacaja solo existían cinco pueblos llamados: Surcupampa, Uchuysiwis, Yananyac, Huachocolpa y Tintay.

Según cuenta la historia, el Virrey del Perú solicitó al Rey de España, el envío de sacerdotes Jesuitas a Surcopampa, Estos llegaron tiempo después asentándose en la zona de Chiquiaq, con la finalidad de enseñar la religión católica.

En esta zona construyeron un Convento a las orillas del río Mantaro, y empezaron su labor de evangelización por toda la quebrada.

En 1824, en la época de la independencia, Simón Bolívar proclamó a Surcubamba como distrito, anteriormente llamado Surcopampa. Este nombre se debía a la labor realizada en el campo por los pobladores antiguos, quienes “hacían surcos en las pampas”.

La existencia de poblaciones antiguas en Surcubamba se constata co la presencia de viviendas circulares construidas en piedra y barro con una altura aproximada de dos metros con techos de paja. Estos restos arqueológicos se encuentran ubicados en los centros poblados de Sachacoto, Lindomoya, Millpo. En este último encontramos también algunos andenes en los parajes de Chiquiaq, Surcubamba y Huacache. Una capilla de la época colonial fundada por los jesuitas en el siglo XIV adorna el distrito. No podemos dejar de mencionar las famosas orquídeas que se presentan en esta zona adornando todas las quebradas del centro poblado de Sachacoto.

Presentamos un video turístico del distrito de Surcubamba donde podrán apreciar la belleza de este lugar. Este video forma parte del DVD “Descubre Tayacaja” realizado por Inti Comunicaciones y corresponde a la selección de los 16 distritos de Tayacaja.

sábado, 6 de noviembre de 2010

MAS SOBRE SAPOSAQTA



A PROPOSITO DEL ANIVERSARIO DE SAPOSAQTA

Persuadidos que en lo elemental ningún pueblo puede desarrollarse sino no goza de confianza en sí mismo, si no asimila de sus propios valores , sino hace carne de su propia realidad y principalmente, si no se reafirma en su identidad.

En ese orden de ideas y en el contexto de un entorno cada vez más dinámico, en el que los tiempos de quietud resultan más breves, mientras que el de los cambios más frecuentes, la capacidad de interpretar los signos de cambio estará reservada para aquellos pueblos que de manera rápida y eficaz se orienten hacia esa dirección, tentando posibilidades que las conduzcan al logro de éxitos y realizaciones concretas.

Sin la menor duda, me adjudico que básicamente ese es el escenario en el que, el proyecto SAPOSAQTA, desarrolla una filosofía orientada entre otros aspectos relevantes, a contribuir con la revaloración de la identidad cultural de Tayacaja, a través de la difusión del arte, el conocimiento y la cultura de la provincia; ese noble cometido convertido hoy en el lugar virtual de convergencia y reencuentro fraternal, renovado y permanente, que a su vez brinda a los tayacajinos la oportunidad a integrase, vinculando de algún modo los propósitos individuales y familiares hacia la comunidad y el pueblo que los vio nacer.

Además, SAPOSAQTA, se ha configurado en un referente de institución cultural eficaz, que en su joven existencia ha logrado incorporar y difundir magistralmente tradiciones y vivencias de la cultura Tayacajina, a pesar no disponer de activos materiales (fuentes de financiamiento ni infraestructura necesaria), tan solamente con activos simbólicos, como iniciativa, creatividad e inteligencia de sus creadores, logrando concretar el nacimiento y vigencia sostenida de tan original e importante espacio de expresión, al tiempo de entregarnos una hermosa enseñanza de desprendimiento y vocación de servicio.

Por cuyas razones al cumplirse el tercer aniversario de su creación, expreso mi más reconocido saludo a tan singular entidad por su generosa e importante labor en la preservación, enriquecimiento y desarrollo de valores de nuestra cultura. Vayan pues para los miembros del ejemplar equipo de SAPOSAQTA, merecidas distinciones, en la seguridad de que continuarán cosechando nuevos y superiores éxitos que enriquezcan aun más, el patrimonio de la vasta cultura de nuestro hermoso terruño. Fraternalmente

MAGNO GUTIERREZ ENRIQUEZ


domingo, 24 de octubre de 2010

TRES AÑOS DE SAPOSAQTA




NUESTRO III ANIVERSARIO


Este mes de octubre cumplimos tres años difundiendo semanalmente la cultura de Tayacaja a través de este Blog llamado SAPOSAQTA que hoy en día, se ha convertido en un referente de la cultura de nuestra provincia.


Nuestro propósito ha sido convertirnos en un medio de difusión, que sea leído por las nuevas generaciones de jóvenes, para así sensibilizar su amor por nuestra tierra, conociendo su historia, a sus escritores, a sus poetas, a sus pintores, a sus artesanos, a sus fotógrafos, a sus cineastas, a sus músicos tayacajinos.


Además queremos que conozcan publicaciones de otras personalidades del mundo que no siendo tayacajinos, han aportado mediante sus estudios, reportajes, ensayos, imágenes, novelas, etc. conocimientos sobre nuestra provincia.


Hoy, por suerte, nuestro Blog es leído en diferentes países del mundo, donde existen tayacajinos, huancavelicanos, o simplemente peruanos que buscan notas sobre estos territorios ricos, no solo en recursos, sino en una basta cultura popular.

Nosotros seguiremos en esta labor de difusión, pese a nuestra limitación de recursos materiales. Pero nuestro amor por la tierra va más allá. Queremos que Tayacaja sea conocida en el mundo, no como una provincia andina más, sino sea conocida por la grandeza de sus hombres y mujeres que dan su cuota de conocimiento para difundir toda esta cultura.


Queremos compartir con ustedes algunos saludos por este Tercer Aniversario de Saposaqta, enviado por algunos amigos y colaboradores del Blog.


Tres años de intensa travesía por el vasto reino de Tayacaja cumple Saposaqta. En primera línea, Manuel Suárez Flores embanderando las calles, parques y casas. Así, cada entrega del blog, es una celebración a la vida desde la mágica morada de nuestros ancestros. ¡Felicitaciones Manuel!

Carlos Zúñiga Segura


SAPOSAQTA es la gran ventana donde podemos observar la cultura de Tayacaja, en sus máximas expresiones. Danza, literatura, costumbres, historia, etc. Se nos presentan de manera amena y nos acercan profundamente a nuestra identidad. Sin duda, una labor admirable de los intelectuales pampinos, a quienes extiendo un saludo de gratitud. Feliz Aniversario.

César Ochoa Chávez

Sub editor de Proyectos

Revista Etiqueta Negra


Sentimiento pampino imperecederamente grandioso, sentimiento de origen, de existencia remota.

Feliz Aniversario Saposaqta

Fraternalmente

Magno Gutiérrez


Un gran abrazo y que sigan los éxitos de Saposaqta

Norma Gálvez

Escritora

lunes, 18 de octubre de 2010

LA CRUZ DE PAMPAS


LA FIESTA DE LA CRUZ


Los recuerdos de José María Arguedas en Pampas, capital de la provincia de Tayacaja datan de 1928. Tenía entonces 17 años y cursaba el tercero de media en el Colegio Santa Isabel de Huancayo, cuando su padre decide ejercer la profesión de abogado en Pampas. En un acápite de su relato de Los ríos profundos Arguedas relata los acontecimientos ocurridos durante su estadía.


Además Arguedas escribió dos artículos relacionados con la provincia de Tayacaja: El Layka (Brujo) y la Fiesta de la Cruz (La Cruz de Pampas), ambos publicados en el diario La Prensa de Buenos Aires en 1941 1943 y recogidos en “Indios, mestizos y señores” (Ed. Horizonte 1989).


Este Blog Saposaqta se complace en publicar un fragmento de La Fiesta de la Cruz del escritor José María Arguedas, extraído del libro “Pampas Tayacaja en la memoria de Arguedas” del escritor Tayacajino Carlos Zúñiga Segura.


La grandes cruces que los indios clavan en la cumbre de los cerros son bendecidas una sola vez. Nuevas todavía reciben la bendición en el atrio de la iglesia; después la cargan en faena centenares de indios entre el griterío de los que dirigen la faena y el ruído de las bandas de músicos nativos. Suben los cerros despacio descansando, cantando en los relevos y llamando al pueblo de cada recodo del camino. Ya clavada la gran cruz queda ahí para siempre, mirando al pueblo y dominando todas las tierras que son del pueblo. Y los caseríos próximos, las chukllas (chozas) de los alrededores, las estancias, se creen amparadas; los indios se sienten seguros viendo la cruz.


En noches de luna, la cruz aparece en la cima de la montaña; en los días de tormenta, los rayos caen cerca de la cumbre donde está la cruz y los indios creen que los rayos danzan en torno a la cruz sin herirla nunca; y cuando están cerca, en el cerro, se guarecen bajo las piedras que sirven de pedestal a la cruz y miran tranquilos la tormenta, y el pueblo oscurecido por la lluvia.


Pero hay un pueblo que hace bendecir su cruz “calvario” todos los años. Es un pueblo grande y raro. Un pueblo donde los vecinos principales odian a los forasteros. En las tierras próximas al pueblo siembran linaza y esto también es raro, porque es la única tierra de la sierra donde he visto sembrar linaza; y cuando la linaza está en flor, todo el campo parece un lago azul un lago que sube a las laderas, que se tiende en los baleríos y en las orillas del riachuelo que cruza la quebrada


Este pueblo se llama Pampas y está en el centro del Perú. Los indios de Pampas hacen bendecir todos los años la cruz “calvario” que está clavada en un gran cerro que comienza desde el canto (extremo) del mismo pueblo. El cerro está desnudo, y en el mes de mayo, el poco pasto que brota en los meses de lluvia ya está marchito, los arbustos de tankar y kopayso están negruscos y sin hojas. Por eso los indios no bajan la cruz por el camino, sino de frente, por la cuchilla del cerro. Todos los indios suben a la montaña en la madrugada con la cruz del amanecer y se reúnen al píe de la cruz, cuando sale el sol, desde el pueblo medio vacío los principales miran a los indios hormigueando en la cima del cerro, junto a la cruz “calvario”.


Es una cruz enorme de eucalipto. Casi medio día luchan por sacarla de su pedestal, y el otro medio día la arrastran por el cerro, con cuidado, abrazados por todo lo largo de la cruz y a sus dos brazos gritan al cerro de rato en rato y van reemplazándose. El que ha visto una vez esta bajada de la cruz “calvario” de Pampas, no puede olvidarla nunca.


Llegan oscureciendo, cuando el crepúsculo ilumina la quebrada y las crucecitas de los techos parecen tristes bajo la luz dorada del cielo. Los indios llegan a la plaza, con la cruz “calvario” casi en silencio, cansados. Y pasan la noche en la misma plaza, velando la cruz, conversando, tranquilos, y tomando chicha y aguardiente en silencio sin hacer bulla. Porque esta región es pobre en danzas y en canto (….)


José María Arguedas

La Prensa, Buenos Aires 29 de Julio de 1941


miércoles, 6 de octubre de 2010

PAZOS: FOCO DE PAPAS NATIVAS

En nota anterior denominada “TAYACAJA EMPORIO DE POTENCIALIDADES”, apelando en rigor a los ingentes recursos de los que dispone la península de Tayacaja, resaltamos las enormes posibilidades que nuestra provincia presenta para iniciar emprendimientos agrícolas, pecuarios, forestales, turísticos, mineros, y otros de variada índole. Una muestra de tal aseveración la encontramos al recorrer el distrito de PAZOS, ubicado en la zona noroeste de la ciudad capital Pampas, en cuya colorida campiña de planicies y sinuosas quebradas encontramos no solo diversidad de cultivares agro alimentarios, sino un cultivo al que recién se esta valorando en su verdadera dimensión en el país y el mundo entero, me estoy refiriendo a las PAPAS NATIVAS de especiales características morfológicas y agronómicas, pero mucho más importante aun por sus atributos como excelente insumo para la gastronomía.


A ese respecto, amerita significar que la domesticación de la papa data desde hace más de ocho mil años, siendo el rol del poblador alto andino peruano crucial en la selección obtención y cultivo de variedades. Sin falsa modestia podemos ensayar una analogía sosteniendo por ejemplo, que la papa nativa reviste importancia histórica, socioeconómica y cultural similar a las pirámides de Egipto o el mismo Machu Picchu, ya que desde tiempos inmemoriales alimentó a la población andina por milenios, siendo civilizaciones ancestrales peruanas quienes fueron obteniendo, conservando, cultivando y trasmitiendo generación tras generación; para dejar un legado invalorable a la humanidad y que en siglos pasados han validado su contribución a la comunidad mundial mediante su relación en el progreso de las civilizaciones en América, Europa y actualmente por su importancia global en la seguridad alimentaria, con especial énfasis en el África Subsahariana y Asia.


Es este producto que con mas de 50 variedades encontramos en Tayacaja-Pazos, son los productores de nuestra provincia que han contribuido y continúan en ese noble cometido de conservar y preservar este invalorable legado. Las cosechas de papas nativas en general y particularmente de Pazos, destacan por sus características especiales; de ahí que los mas conspicuos nutricionistas y gastrónomos del mundo, en razón del contenido de compuestos nutricionales que favorecen la salud; recomiendan consumir papas nativas a niños y personas de la tercera edad, a lo que se suma su enorme versatilidad para preparación de potajes a base de papa y como si fuera poco, el potencial de las papas nativas para su procesamiento, transformación y comercialización como producto fresco, en fritura, papa instantánea, papa seca, chuño negro, blanco, sopa instantánea, hojuelas, cubos, bastones, entre muchas otras presentaciones, le otorgan enorme y preferencial aceptación, por destacados chef·s y expertos de la cocina gourmet de alcance mundial.


La revaloración e importancia que viene adquiriendo este tubérculo ha quedado demostrado en la Feria Gastronómica Internacional de Lima - MISTURA 2010, donde se erigió a las papas nativas como producto estrella. Reconocimiento que además de simbolizar una justa reivindicación de los productores dedicados a este cultivo, representa una oportunidad para fortalecer el desarrollo asociativo en las zonas rurales como Pazos, donde debe integrarse a pequeños productores y organizaciones productoras de este noble tubérculo oriundo del Perú, procurando el desarrollo, conservando la biodiversidad, fortaleciendo la identidad andina y promoviendo su aprovechamiento; vía la obtención de cosechas que constituyan oferta regular en volumen y oportunidad. Toda vez que la demanda nacional e internacional por PAPAS NATIVAS es a todas luces creciente y sostenida, en un horizonte de tiempo prolongado y principalmente con perspectivas de precios atractivos. Pero sobre todo, que productos y productores de una zona tan caracterizada como es Pazos, tengan presencia y participación protagónica no solo en futuras Ferias Mistura, sino que obtengan los beneficios económicos como respuesta a su esfuerzo y mística demostrados generosamente y no sean olímpicamente ignorados como sucedió con ocasión de MISTURA 2010 realizado en Lima, durante septiembre del año en curso, quien sabe porque razones.


No obstante el impase señalado, el escenario para Tayacaja se torna propicio porque en su ámbito jurisdiccional incluye pisos ecológicos idóneos para la producción de tan importantísimo producto; entonces es tiempo de iniciar acciones concretas orientadas a poner en valor las papas nativas, como medida de solución a la inopia de gran parte de la población del vértice andino, propiciando además, el uso racional y rentable de la riqueza biológica del ande tayacajino y que la expresión “Tayacaja emporio de potencialidades” no solo sea una frase, sino que empiece a cobrar plena vigencia.

MAGNO GUTIERREZ ENRIQUEZ

Colaborador de Saposaqta

martes, 28 de septiembre de 2010

RECUERDOS DE NUESTRO PUEBLO

Pampas es la capital de la provincia de Tayacaja, departamento de Huancavelica; está ubicada en la parte central y meridional de un extenso valle y tiene como guardianes a dos colosos pétreos, el Yanapadre y el San Cristóbal. El valle está orientado de oeste a este, es bañado por las aguas del rio Opamayo, que nace en las alturas de San Juan de Pillo y se abre paso dificultosamente a lo largo de todo el valle, originando en su recorrido un sinuosos meandro; en la época de estío prácticamente se seca, pero en el verano aumenta su caudal y se desplaza en forma silenciosa haciendo honor a su nombre que significa “río silencioso” en nuestro idioma nativo.
Hernán Canales Acevedo (Pampas de Leyenda)

Todos los pueblos tienen algo que contar, historias reales o imaginarias que son las tradiciones y las sabidurías de los pueblos y pienso que detrás de un mito, hay algo de cierto que debemos conocer y revalorar.
Juan Taboada Mendes (Historias, Mitos y Leyendas en Tayacaja)

Tardes de mi pueblo
te recuerdo
recorriendo sueños
de infancias dormidas,
entre calendarios
de manos polvorientas,
Te recuerdo
con juguetes de molle
y cometa al viento.
Carmela Abad Mendieta (Poemario)

Tayacaja es reconocida como la capital energética del Perú, porque en su suelo se ubica la Central Hidroeléctrica del Mantaro la misma que proporciona energía eléctrica a una docena de departamentos del país. Su capital Pampas, está a 70 kilómetros de Huancayo, a 379 de la ciudad de Lima.

Tayacaja se enorgullece de ser la cuna del maestro Daniel Hernández Murillo, fundador y director de la Escuela Nacional e Bellas Artes hasta el día de su muerte. Hernández nació en la modesta aldea de Urpay comprensión del distrito de Salcabamba. En Lima y en las mejores urbes dio lustre a la pintura nacional.
Carlos Zúñiga Segura (Literatura de Tayacaja)

….”sigo volando feliz por el firmamento de los cielos de Pampas. Ahí está mi casa, con la tía mamá sentada en la vieja poltrona, en el corredor tomando sol o podando sus rosales, cantando, silbando esa canción triste que, todavía la escuchamos, “cuando va muriendo el día y se va ocultando el sol, no has visto como se agrandan, las sombras de la colina” Ahí están las palomas castilla de la vecina, que anidan en los huecos de los aleros, debajo del techo de tejas, engordando sus buches, moviendo sus cuellos, picoteándose, enamorándose….”
Antonio Muñoz Monge (Que nadie nos espere)

viernes, 17 de septiembre de 2010

A 20 AÑOS DE SU MUERTE


Sergio Quijada Jara

En nuestro medio existió y existe un grupo de investigadores de nuestro folklore, que trabajan en silencio. Sergio Quijada Jara fue uno de esos corajudos estudiosos. Nació el 5 de octubre de 1914 en el fundo Magdalena, distrito de Acostambo, provincia de Tayacaja.

Aunque existe una idea equivocada sobre la manera de ser del poblador andino, a quien se le cree parco, huidizo, cuando en realidad, el humor serrano posee una especial e ingeniosa ironía, una intención juguetona, fundamentalmente cuando se habla en quechua, que es riquísimo en recursos metafóricos, en sugerencia y sobreentendidos. De esta manera, Sergio Quijada Jara, fue recogiendo con paciencia y amor, esa manera de decir las cosas con gracia e ironía. Fruto de esa aventura dialogante es su irónico libro publicado en 1965, “El lenguaje del trago”.

En 1944, entrega su fundamental trabajo, “Estampas Huancavelicanas”, un hermoso y vital compendio del espíritu de un pueblo, sus fiestas, costumbres, leyendas, creencias, cantos, dramas, adivinanzas e insultos quechuas. En 1951, su libro, “La coca en las costumbres indígenas”, reivindica a la hoja sagrada de los Incas, testimoniando la cotidiana vida indígena en compañía de la coca, ya en chacchado o en esa sugerencia lúdica de leer las hojas.

Luego vendrá en 1958, su monumental trabajo, “Canciones del ganado y pastores”, con prólogo del peruanísta francés Paul Rivet. Dos años después, su libro “Cantuta flor nacional del Perú”, exterioriza su gran amor por esta flor y su jerarquía de símbolo patrio. En “Las aves en la Tradición Popular” (1970), nos acerca a la inmemorial y candorosa enseñanza de la fábula, donde la ficción se nos confunde, con la realidad de todos los días. El 26 de agosto de 1990 murió en Huancayo, ciudad a la que amó hasta los últimos rincones de su valle musical.

Autor: Antonio Muñoz Monge
Fuente: Revista Festival Julio Agosto 2005

domingo, 5 de septiembre de 2010

PUÑAL DE CACHITA BLANCA

"Los poetas somos viento del pueblo, nacidos para pasar soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas” dijo alguna vez el poeta Miguel Hernández. En efecto, este aserto se confirma en el periplo fecundo por el vasto reino de la literatura de Tayacaja que viene a constituirse en palpitación vital del hombre enhebrado en el resplandor mágico de la creación literaria.

En reciente visita al barrio de Chalampampa he sentido ese permanente caudal alimentado por hechos cotidianos, cuyas pulsaciones en mayor o menor medida –trasladados desde su cotidianeidad al análisis y lección- se convierten en heredad que compromete impulsarla, valorarla y difundirla. En ese caudal iluminador de la palabra recordé a don Celso S. Abad, a su esposa señora Luzmila Idoña y a José nacido en abril de 1932, abogado, profesor y narrador.

José Abad Idoña ha publicado un trascendente libro de relatos “Puñal de cachita blanca” escrito no de las cosas sino de la esencia misma de las cosas como dice Pffeifer; por ello, Abad sabe y siente la textura de nuestro pueblo, sus personajes, sus asunciones cotidianas respecto del tiempo y la vida; y, así precisamente de ese conocimiento certero se nutre su palabra plena y florecida desde Salcabamba como una lima-lima aromada en el altar de los recuerdos.

Sus cuentos se vertebran en ese universo encantatorio de las tierras tayacajinas, de modo tal, que las imágenes amalgaman topías plena de angustias o florecimientos de una utopía porque el mundo cicatrice sus heridas.

Carlos Zúñiga Segura

Colaborador exclusivo de Saposaqta

domingo, 29 de agosto de 2010

EL CHUTITO DE LA RADIO


Gustavo Córdova Peralta

Desde 1935 en que Gustavo Córdova Peralta, “El chutito de la radio” se iniciara en Radio Huancayo, se había trazado definitivamente un destino, asistido por su pequeño charango y el amor indeclinable al quechua, que apuntalaron su alma gitana en el trajinar por este mundo.

Y en su caminar, forja el personaje a quien le dio mucho de su manera. No se equivocó en llamarlo el chutito, el apocado cholito, que va mostrándose de a pocos, con una gracia tímida como huyendo de un compromiso, y es que el chuto, es el cholo de la sierra que nada tiene, es el hombre desvalido, huérfano, a quien se utiliza, se ofende y de quien se aprovecha para la burla.

Córdova Peralta comprendía bien la situación que estaba planeando, de ahí, que Chutito, solo se insinúa en su gracia. Cuando nuevamente se le llama, se escabulle y se pierde en su propia confusión.

Radio Huancayo recoge esta peculiar manera de revivir el terruño. Con los “Zorzales del Ande” llega a Lima ambigua y sórdida, allá por 1938. Primero está en Radio “El Sol” que ha contratado al Chutito. Con el tiempo, se registra su paso, su figura bonachona por otras emisoras, Atalaya, América, Nacional, San Cristóbal, Santa Rosa y durante 17 años diariamente en Radio Luz, con su programa “Estampas del Perú”. Gustavo Córdova había llegado a mostrar una realidad olvidada y rechazada.

Inteligente y honrado, logró la sobriedad y la natural correspondencia de su temperamento con los quehaceres de su vida, en una permanente e insobornable conducta con lo nuestro. Por donde fuera, rastrillaba elegante y alegre un quechua dulcísimo, que eliminaba resquemores y reunía en torno suyo, cercanas reminiscencias del lejano terruño Pampas. Huayno de por medio, recuerdos, abrazos, una palabra cariñosa y la nostalgia de lo ido, se hacía más llevadera.

Autor: Antonio Muñoz Monge
Fuente: Revista Festival Julio-Agosto 2005

sábado, 21 de agosto de 2010

ARGUEDAS EN PAMPAS TAYACAJA



ARGUEDAS Y LAS HUERTAS DE CAPULI

La vida y la obra de José María Arguedas constituye un prisma cuyas aristas apuntan entre diferentes direcciones para luego interrelacionarse y establecer un estadio cargado de significaciones donde es posible develar las pulsaciones fundamentales de la experiencia humana, enfocadas desde la dilucidación respecto al sentido de la vida, para afirmar al ser que ejercita su diaria aventura de estar en permanente dialogo con el mundo.

Así, en Los ríos profundos los hilos de su memoria nos revelan recuerdos enhebrados cual imágenes de piedra y río. De piedra como base del mundo, pues “la piedra es como hizo Wiracocha al hombre y lo que hace a los cerros” como bien señalan Gladys Marín y Fernando García en “la experiencia americana de José María Arguedas” ; y de río, como gran comunicador “en una ciudad que ya es un privilegiado de la comunicación con lo divino” al que alude Madeleine Gladieu en “Del niño y del rio en Los ríos profundos”.

Los recuerdos de Arguedas en Pampas, capital de la provincia de Tayacaja datan de 1928. Tenía entonces 17 años y cursaba el tercero de media en el Colegio Santa Isabel de Huancayo, cuando su padre decide ejercer la profesión de abogado en Pampas. En un acápite de su relato (Parte II. Viajes) de Los ríos profundos Arguedas relata los acontecimientos ocurridos durante su estadía.

Un pasaje de matiz sentimental nos hace saber de la existencia de “una joven alta, de ojos azules (….) varias noches fui a cantarle huaynos que jamás se habían oído en el pueblo (…) aquella joven que parecía ser la única que no miraba con ojos severos a los extraños”. Hemos indagado al respecto y tal parece que esta joven merecedora de elogios y serenatas con huaynos en primicia sería María Jesús Olano que a la fecha tenía 25 años.

Además de este relato Arguedas escribió dos artículos relacionados con la provincia: El layk'a (Brujo) y La fiesta de la cruz (La Cruz de Pampas) ambos publicados en el diario La Prensa de Buenos Aires en 1941 y 1943, y recogidos en “Indios, mestizos y señores” (Ed. Horizonte, 1989). Existe asimismo una particular interpretación de la canción Trilla de arvejas en Pampas que recoge el casete «Arguedas canta y habla» editado por el Centro de Folklore que lleva su nombre con una presentación del notable charanguista Jaime Guardia.

La relación de Arguedas con Pampas prosigue en el vínculo amical con Sergio Quijada Jara (natural de Tayacaja) «uno de los mejores folkloristas del Perú y amigo íntimo de Arguedas» como señala Alonso Cueto en un artículo referido a la supuesta hija de Arguedas que se publica en El Dominical de El Comercio el 16 de mayo de 1996. Cierto, en un reportaje a Sergio Quijada Jara publicado en La República el 21 de agosto de 1985 dimos a conocer el problema que la profesora Vilma Catalina Ponce Martínez planteó, señalando a Arguedas «como el culpable del embarazo y como tal tenía que asumir su responsabilidad». Quijada Jara en su condición de abogado y amigo, respondió a la confianza depositada por Arguedas y asumió la defensa solucionando el caso favorablemente.

Este vínculo de Arguedas una de las voces mas extraordinarias de las letras peruanas con Tayacaja constituye un sentimiento hecho río en permanente peregrinación hacia las entrañas de la mama pacha del que surgimos cada día para asumir con mayor vigor las coyunturas cotidianas de la experiencia humana.

Autor: Carlos Zúñiga Segura
Fuente: Pampas Tayacaja en la memoria de Arguedas
Oleo de Bruno Portuguéz

sábado, 14 de agosto de 2010

CHALAMPAMPA



Barrio de poetas, músicos y pintores

Una atenta mirada desde la emoción y los recuerdos en las calles y hogares de Chalampampa donde nacimos, consolida la idea de que todos somos una familia, un tejido permanente de vivencias personales y colectivas que nos alimentan desde nuestras infancias hasta la cotidiana aventura de la vida en madurez.


Estuve en abril y en julio. Visité la capilla María Auxiliadora y recordé el gesto de la familia Acevedo - Olivera donando el terreno para su edificación por documento de fecha 9 de febrero de 1926 ante el notario Mariano E. Cárdenas. La colocación de la primera piedra el 1 de julio de ese año a las 4:00 p.m. en presencia del R.P. Miguel Torre delegado diocesano y la participación de la señora Raquel García de Quijada, Celso S. Abad y Santos T. Córdova y la posterior suscripción del acta ante el notario Alejandro Acevedo. Luego el año 1932 la donación de la puerta a cargo del filántropo Octavio Zúñiga. Este templo es el símbolo del barrio, su atalaya espiritual, su plenitud histórica.


Unos pasos más adelante doña Teófila Flores de Donayre me invita riquísimos chaplines y melcochas. Saludo a Choyo y su familia doña Rosa, Delia y Rosalía Monge. Don Sebastián Ruiz y sus hijos, la familia Barrientos Peña, don Horacio y su hermana Magda, las familias Landa, Aristizábal, Ortega, Chávez, Zamudio, Cosser, Vega, doña Carolina Sttubs, Olinda Aroni, la familia Mendieta, Acevedo, Bernardo, Donayre, Ernesto Ruiz, esposa e hijos; y doña Urpi ofreciéndome su picante de cuy en salsa de mani y doña Zoraida su famosa chicha. Qué linda familia en verdad suscribiendo con sus acciones páginas de verdadero sentimiento. (No cito apellidos tan queridos por espacio en la página).


Raúl Cámac, pintor y amigo de años, sale de su casa y me invita a ver sus cuadros y visitar el hogar de su tio con mates y portarretratos de impecable manufactura. Mariano Martínez nos da alcance en la pequeña placita donde confluyen las tres calles del barrio, bebemos unas cervezas y visitamos a los amigos y amigas para hablar de la vida, de las ausencias que son presencias, de los sueños que quedaron en los aretes de la luna, de los amores jurados en el puquial como eternos para llegar al olvido.


Aquí en Chalampampa están los amigos y las familias a quienes queremos y nos quieren. Este sentimiento obra el milagro de reinventar nuestro barrio, hacerlo vivo como antes, hasta convertirlo en palpitación vital del hombre enhebrado en el resplandor mágico de los recuerdos.


Autor: Carlos Zúñiga Segura

Colaborador de Saposaqta

viernes, 6 de agosto de 2010

DON 'HIPO', EL MÉDICO DEL PUEBLO

Don Hipólito Martínez Ruiz, el médico del pueblo cariñosamente llamado “Don Hipo” llegó a Pampas Tayacaja, por los años 1922, en tránsito hacia Ayacucho. Lo acompañaban su hermano Julio y un socio quienes decidieron quedarse allí a reposar el largo y fatigante viaje.


Fue así que a la mañana siguiente, los viajeros se reconfortaban con el sol pampino, en el parque principal. En aquellos momentos, una simpática profesora de ojos verdes cruzó el parque libro en mano, rumbo a su escuela.


El joven farmacéutico sorprendido, le dirigió un fino piropo. La profesora también sorprendida, volteó el rostro y se produjo ese intercambio de miradas, llamado amor a primera vista. Esa química milagrosa que une a un hombre y a una mujer.


El galán había caído, víctima de ese amor, y resolvió quedarse hasta conquistarla. Los compañeros de viaje no tuvieron otro remedio que retornar hasta Apata (Junín).


Así comienza una breve semblanza de la vida y obra del joven farmacéutico que dedicó con amor, medio siglo de su vida al servicio del pueblo de Pampas Tayacaja. El había nacido en Apata, un pintoresco pueblo en el prodigioso valle del Mantaro.


Se había graduado de farmacéutico en la Universidad de Iquique (Chile) y de vuelta al Perú se dirigió a su querida tierra donde lo esperaba su amorosa madre doña Nicolasa Ruiz.

Después de unas merecidas vacaciones formaron una sociedad con su hermano y un socio para abrir una farmacia en Huamanga Ayacucho. Allí se quedarían hasta triunfar.


Juntaron sus ahorros, compraron un lote de medicinas básicas y partieron los aventureros hacia tierras ayacuchanas.


Pero el histórico viaje se truncó esa soleada mañana en el Parque Principal de Pampas, donde el galán decidió quedarse hasta conquistar a la agraciada profesora.


El farmacéutico prendado de aquella joven pampina, tras una larga batalla de cortejos, logró la aceptación de la señorita profesora Rosario Valenzuela Orderiz.


Dulcemente los novios tejieron el clásico nidito de amor, alquilaron una precaria tiendecita en Huanta Calle, donde organizaron los pocos remedios que portaban. Rellenaron con botellas vacías, velas y coca para empezar a ganarse el pan de cada día. Ya en el pueblo había corrido la voz, la presencia del boticario.


Sus primeras atenciones, sus conocimientos, y esa gran voluntad de servicio, le abrieron fácilmente las puertas de la fama.


Al año siguiente la pareja de novios contrajeron matrimonio con la complacencia y el calor del pueblo que los acompañaron entusiastamente durante los festejos de la boda.


Hipólito y Rosario unidos para siempre, encargaron su primer heredero. Tuvieron la suerte de alquilar una tienda con vivienda en la esquina del Parque Principal, donde una brillante mañana se habían conocido.


En aquella esquina inauguraron la legendaria Botica Cruz Roja, donde la figura de Don Hipo se consagró plenamente. La población desamparada que solo contaba con una posta sanitaria, desde ese momento contaba con una farmacia y un farmacéutico dispuesto a luchar contra lo imposible. Don Hipo se convertía en un líder de la medicina En un personaje caído del cielo, irremplazable y milagroso. No se durmió en sus laureles y continuamente se actualizaba con sus libros. Revisaba toda revista o periódico que llegaba a sus manos, buscando las informaciones médicas. que lo ayudaran en su solitaria batalla.


Se afianzó la inconfundible figura de don Hipo, un joven simpático, inteligente, siempre atento, de mandil blanco junto al mostrador de la farmacia. Contaba con dos armas muy poderosas: su claro espíritu humanitario y ese gran sentido de la amistad y cordialidad con que levantaba el ánimo del más dolido. Cultivó esa relación médico-paciente de amor y solidaridad que lamentablemente hoy en día se ha perdido.


Autor: Luis Martinez Valenzuela

Fuente: “Pampas tierra del alma”. Lima 2004

viernes, 30 de julio de 2010

EL GRAN CHOYO


CHOYO. Fernando Monge Palma

Hablar de monges y abades es lo más usual en Pampas, capital de la provincia de Tayacaja, porque por alguna complicidad de la noche, sus habitantes resultan teniendo sangre de monges o de abades.

De esta estirpe era Choyo, pero no precisamente monacal. Enamorado de la guitarra o ella de él, por mucho tiempo fueron uno, tantos, que el día que lo enterraron, su guitarra crujió en su cuarto. Se destemplaron las cuerdas y chirriaron sus clavijas como un lamento de último adiós.

¿Serenata?, ¿Cuándo?, ¿hoy? ¡ Vamos donde Choyo ¡
No importaba la hora, menos que la idea fuese repentina, apurada por los efluvios de los “últimos” tragos en la tiendecita de Lezama, la única que abría sus puertas y daba cobijo también a cualquier hora de la noche, solo a esos sempiternos parroquianos de la bohemia interminable.

Si Choyo estaba en la reunión, obviamente que la guitarra estaba con él, sino, había que buscarlo en su casa, y, tras la insistencia en el toque de la puerta ver asomarse al Choyo sacudiendo el sueño que vencía sus párpados.

Luego de la breve reticencia se enfundaba la interminable chompa “Jorge Chávez”, se cruzaba la chalina al cuello, cogía la guitarra y salía con la comitiva, cruzando las calles estrechas, silentes, apenas alumbradas por el candil de sus focos apacibles como el pueblo.

- ¿Para quién es la serenata?
Nadie estaba seguro. Era para todas las beldades que cada uno fuera eligiendo en su pretensión de conquistarla, o tan solo recibir el calor tibio de sus sonrisas o la mirada de ternura que aliviara la soledad.

Se elegía un orden catastral en la serenata. Se comenzaría por los rumbos de Jarhuaturco para ir peinando el pueblo por sus principales calles, donde vivieran hermosas muchachas con ojos de capulí. De Jarhuaturco se enrumbaba al jirón Progreso, de allí a la Plaza de Armas, parte de la avenida Centenario, luego al jirón Grau, el jirón Miller, todo el jirón Bolognesi y Huanta Calle.

Así, de casa en casa, mientras Choyo rasgaba la guitarra el vigía de turno divisaba las ventanas para descubrir movimientos que denotaran la atención que se prestaba al mensaje amoroso de la canción.

Las voces se alternaban en el canto, pero Choyo no podía dejar de tocar. Entre todos se turnaban sirviéndole la copa con el líquido aromado de la caña en su boca. Igual ocurría con el cigarrillo que conservaba su fuego, incrustado en el terminal de alguna cuerda en el clavijero de la guitarra que pulsaba Choyo.

Fueron varias las promociones de muchachos que disfrutaron la amistad y compañía de Choyo y su guitarra, y muchos también los que flecharon para siempre el corazón de las palomas en flor, con la canción acompasada por la guitarra amorosa de Choyo.

Cuando me lo contaron, sentí que una cuerda bucal se me quebraba. Increíble, apenas entrando a la edad en que los frutos comienzan a madurar, Choyo se había adelantado en el camino con su chalina cruzada hasta cubrirle la boca, para que el viento sideral no le apagara la voz.

Desde entonces, las promociones que se cruzan por los caminos de la vida, se precian de haber alternado las serenatas y la toma del “quemadito” al lado del bohemio emblemático que nunca dejó su pueblo. El amigo entrañable que no negaba su compañía y su guitarra, el enamorado que quería cautivar golondrinas al borde del Opamayo.

Choyo Monge, guitarrero insomne, de los zapatos polvorientos. Bohemio impenitente de la chompa interminable, chalina al viento cantando libertad. Asoma al espacio sideral y escucha el canto andino de tus hermanos en la quietud de las nochecitas de Pampas con sus chismes y sus trampas.

Autor: Gustavo Córdova Valenzuela
Fuente: Revista Festival, Julio del 2005
Foto: Cortesía de Hernán Canales.
En esta fotografía figuran de izquierda a derecha: Hernán Tovar, Joel Ospina, Choyo Monge, Adolfo Barrientos, y Hernán Canales.