miércoles, 24 de agosto de 2011

SAN JUAN DE PILLO Ganadería emblematica



Al reseñar la prestigiosa y emblemática ganadería desarrollada en Pampas Tayacaja, no es posible no expresar que pocos hombres en la historia de un País pueden preciarse de haber tenido una influencia sobresaliente sobre su tiempo, no solo como ejemplar ciudadano, distinguido profesional, sino como empresario visionario, cuyo éxito y reputación son de dominio general e inclusive trascienden con luz propia las fronteras nacionales, nos estamos refiriendo al Ingeniero Agrónomo NAPOLEON BAZO VELARDE SANTA MARIA, quien por esas acertadas, felices y hasta divinas coincidencias que suelen suceder en la vida; a inicios de la década de los años 50, muy joven él, llega al esplendoroso y primaveral valle de Pampas Tayacaja, para continuar con la actividad ganadera iniciada por su señor padre, impulsado por su solida formación profesional y principalmente por sentimientos agro-pecuarios heredados de sus ancestros.

Fue así que en una ideal combinación de naturaleza-hombre, de un encuentro de talento y posibilidades, de retos y audacia, manifestados en el profesionalismo del Ingeniero Bazo Velarde y las singulares bondades naturales que el Valle de Pampas en general y la zona donde se asienta la Hacienda SAN JUAN DE PILLO en particular ofrecen, en términos no solo de clima, suelos, recursos hídricos, humanos, sino por la belleza del paisaje con planicies, montañas, quebradas, flora y fauna incomparables, a parte de su ubicación estratégica en cabeza de valle; es que se desarrolla y consolidada la NEGOCIACION GANADERA BAZO VELARDE, alcanzando desde siempre notoriedad y prestigio indiscutibles, impulsados por su promotor perteneciente a una segunda generación de empresarios-familiares exitosos, demostrando con un trabajo tesonero de más de medio siglo que la actividad ganadera conducida con eficiencia y responsabilidad resultan atractivas y rentables.

NEGOCIACION GANADERA BAZO VELARDE, dedicada a la producción de productos lácteos de reconocida calidad como la famosa mantequilla y manjar blanco, así como ganado de recría vacuno y ovino de alta calidad genética, a despecho de muchas otras de la época, por no decir casi la totalidad de empresas agropecuarias, tiene la virtud de haber logrado éxito antes y después del proceso de reforma agraria, inclusive luego de haberse replegado a la ciudad de Lima, en tiempos de la guerra interna, lo que explica de su seriedad, conocimiento y reconocida vocación de trabajo. Durante todos los años de su exitosa existencia, por su contribución al desarrollo de la ganadería peruana fue galardonada mereciendo premios y condecoraciones en múltiples certámenes y concursos nacionales, entre los que destacan los premios: “Presidente de la República”, en 14 concursos, “Orden del Sol” y entre otros como “La Orden del Merito Agrícola”. Todo ello ha sido posible en razón del virtuoso trabajo realizado bajo la modalidad de empresa familiar, donde fue visible el grado de tecnología adoptada, armonía laboral establecida, racionalidad en la utilización de recursos naturales y podríamos atrevernos a decir que adelantándose a su tiempo aplicaron conceptos de responsabilidad social empresarial, muy de moda en estos días y dignos de ser replicados.

En los últimos años una tercera generación de empresarios-familiares continúa con la conducción de la Negociación Ganadeara Bazo Velarde, habiendo incursionado además, en la línea de dulces y pastelería naturalmente complaciendo las exigencias y hasta exquisiteces de la infinidad de selectos y fidelizados clientes, manteniendo la filosofía y mística de trabajo conocidos, obteniendo como siempre premios y reconocimientos en certámenes regionales y nacionales, pero cada vez mas introduciendo innovaciones y mejoras que la modernidad exige, tal como sucede con los procesos de producción donde han implementado el Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP), con la finalidad de identificar peligros y estimar los riesgos que puedan afectar la inocuidad de los productos alimenticios que procesan, de modo tal que puedan establecer las medidas para controlarlos, lo que nos revela que conservando su tradición y prestigio aplican tecnología de punta acorde con los tiempos y escenarios actuales.
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Como dato adicional de esta emblemática negociación Ganadera, afincada en los cardinales del hermoso valle de Pampas Tayacaja, mencionamos que la antigua casa Hacienda de San Juan de Pillo, en cuyos ambientes inicialmente se procesaba productos lácteos, ha sido restaurada introduciendo en ello un estilo que conjuga idealmente la edificación con el paisaje natural y su entorno, disponiendo de ambientes cómodos y más de una veintena de habitaciones para albergar turistas o personas que la visitan.

Así es Pampas Tayacaja, en su ámbito dispone de inmensidad de recursos y actividades ejemplares y dignas de todo reconocimiento, una muestra de lo mencionado constituye la remozada Casa-Hacienda San Juan de Pillo, con infraestructura, servicios y atención de primerísima calidad, además de una campiña que permite reencontrase con la generosidad de la naturaleza pura y limpia. Para quienes aun no conocen este atractivo Paraje de nuestra querido terruño les señalamos que la Hacienda San Juan de Pillo, más conocida como Bazo Velarde, se ubica en el distrito de Acraquia, provincia de Tayacaja, departamento de Huancavelica, a una distancia de 30 minutos de la ciudad de Pampas. Con toda cordialidad los invito a conocer, luego comentamos.

ING. MAGNO GUTIERREZ ENRIQUEZ
Colaborador de SAPOSAQTA
Correo: gutierrezmagno@gmail.com

miércoles, 17 de agosto de 2011

PAMPAS Y ARGUEDAS


Pampas Tayacaja en la memoria
de Arguedas

En ocasión de conmemorarse el centenario del nacimiento de José María Arguedas, es preciso rendirle nuestro homenaje a través de Saposaqta, ventana abierta de par en par a la memoria y esperanza de Tayacaja.


La vida y obra de José María Arguedas constituye un prisma cuyas aristas apuntan en distintas direcciones, para luego interrelacionarse y establecer un estadio cargado de significaciones donde es posible develar las pulsaciones fundamentales de la experiencia humana, enfocadas desde la dilucidación respecto al sentido de la vida, para afirmar al ser que ejercita su diaria aventura de estar en permanente diálogo con el mundo.


Así, en Los ríos profundos, los hilos de su memoria nos revelan recuerdos enhebrados cual imágenes de piedra y río. De piedra como base del mundo, pues «La piedra que es como hizo Wiracocha al hombre y lo que hace a los cerros» como bien señalan Gladys Marín y Fernando García en «La experiencia americana de José María Arguedas»; y de río, como gran comunicador «en una ciudad que ya es un privilegiado de la comunicación con lo divino» al que alude Madeleine Gladieu en «Del niño y del río en Los ríos profundos».

Los recuerdos de Arguedas en Pampas, capital de la provincia de Tayacaja datan de 1928. Tenía entonces 17 años y cursaba el tercero de secundaria en el Colegio Santa Isabel de Huancayo, cuando su padre decide ejercer la profesión de abogado en Pampas.

En un acápite de su relato en Los ríos profundos, Arguedas rememora un acontecimiento de matiz sentimental ocurrido durante su estadía en Pampas, donde se enamora de una joven alta, de ojos azules (…) “varias noches fui a cantarle huaynos que jamás se había oído en el pueblo”, nos dice Arguedas.

Hemos indagado al respecto y tal parece que esta joven merecedora de elogios y serenatas con huaynos en calidad de primicia sería María Jesús Olano, que a la fecha tenía 25 años y domiciliaba en el jirón Grau frente a la capilla María Auxiliadora del barrio de Chalampampa.

Además de este relato en Los ríos profundos, Arguedas escribió dos artículos relacionados con la provincia: El layk’a (Brujo) y La fiesta de la cruz (La Cruz de Pampas) ambos publicados en el diario La Prensa de Buenos Aires en 1941 y 1943; recogidos en el libro «Indios, mestizos y señores» (Ed. Horizonte, 1989). Existe asimismo una particular interpretación de la canción Trilla de arvejas en Pampas grabado en el casete «Arguedas canta y habla» editado por el Centro de Folklore producción testimonial con presentación del notable charanguista Jaime Guardia.

Los amigos tayacajinos de José María Arguedas fueron Sergio Quijada Jara de quien el sabio francés Paul Rivet dijo: “tiene el eminente título de folklorista consagrado, tengo en mi poder el manuscrito de su trabajo (Canciones del ganado y pastores). Es, sin la menor duda, una contribución de valor excepcional” y, Teófilo Hinostroza presente en el universo de la fotografía desde los 15 años, para luego a los 23 inaugurar su estudio en el que trabajó durante 48 años, alcanzando prestigio y reconocimiento por la calidad de sus imágenes en tanto testimonios de las expresiones costumbristas de la región central del país. Fue asimismo, notable productor documentalista en 16 mm. y a color en la década del 50, además de afamado músico virtuoso en la quena.

La Palabra de Arguedas


[Pampas]


El pueblo es grande y con pocos indios. Las faldas de los cerros están cubiertas por extensos campos de linaza. Todo el valle parece sembrado de lagunas. La flor azul de la linaza tiene el color de las aguas de altura. Los campos de linaza parecen lagunas agitadas; y , según el poder del viento las ondas son menudas o extensas.

Cerca del pueblo, todos los caminos están orillados de árboles de capulí. Eran unos árboles frondosos, altos, de tronco luminoso; los únicos árboles frutales del valle. Los pájaros de pico duro, la tuya, el viuda-pisk’o, el chihuaco, rondaban las huertas. Todos los niños del pueblo se lanzaban sobre los árboles, en la tarde y al mediodía. Nadie que los haya visto podrá olvidar la lucha de los niños de ese pueblo contra los pájaros. En los pueblos trigueros, se arma a los niños con hondas y latas vacías; los niños caminan por las sendas que cruzan los trigales; hacen tronar sus hondas, cantan y agitan el badajo de las latas. Ruegan a los pájaros en sus canciones, les avisan: «¡Está envenenado el trigo! ¡Idos, idos! ¡Volad, volad! Es del señor cura. ¡Salid! ¡Buscad otros campos!» En el pueblo del que hablo, todos los niños estaban armados con hondas de jebe; cazaban a los pájaros como a enemigos de guerra; reunían los cadáveres a la salida de las huertas, en el camino, y los contaban : veinte tuyas, cuarenta chihuacos, diez viuda-pisk’os.

[San Cristóbal]

Un cerro alto y puntiagudo era el vigía del pueblo. En la cumbre estaba clavada una cruz; la más grande y poderosa de cuantas he visto. En mayo la bajaron al pueblo para que fuera bendecida. Una multitud de indios vinieron de las comunidades del valle; y se reunieron con los pocos comuneros del pueblo, al pie del cerro. Ya estaban borrachos y cargaban odres llenos de aguardiente. Luego escalaron el cerro, lanzando gritos, llorando. Desclavaron la cruz y la bajaron en peso. Vinieron por las faldas erizadas y peladas de la montaña y llegaron de noche (…)


[Río Opamayo]

(…) Sobre el abra, antes de pasar la cumbre, recordé las hileras de árboles de capulí que orillan los muros de ese pueblo, cómo caían, enredándose en las ramas, los pájaros heridos a honda; el río pequeño, tranquilo, sin piedras grandes, cruzando en silencio los campos de linaza; los peces menudos en cuyos costados brilla el sol (…)

(…) Cuando salía en la noche, los sapos croaban a intervalos; su coro frío me acompañaba varias cuadras. Llegaba a la esquina, y junto a la tienda de aquella joven cantaba huaynos de Querobamba, de Lambrama, de Sañayca, de Toraya, de Andahuaylas…de los pueblos más lejanos; cantos de las quebradas profundas (…)

El layk’a
(Brujo)
(…)
Yo fui llamado por uno de estos layk’as en Pampas, capital de la provincia de Tayacaja. Su voz era penetrante y parecía fluir de un mundo muy lejano pero conocido en sueños. Al día siguiente el brujo se había ido del pueblo. Yo no he podido olvidar la cara de ese indio layk’a; su olor a coca, el color de su poncho, la forma de su cabeza y la energía oculta de sus llamados. (…)

Cruz de Pampas (…)

(…). En las tierras próximas al pueblo siembran linaza, y esto también es raro, porque es la única tierra de la sierra donde he visto sembrar linaza; y cuando la linaza está en flor, todo el campo parece un lago azul, un lago que sube a las laderas, que se tiende en los falderíos y en las orillas del riachuelo que cruza la quebrada. Este pueblo se llama Pampas y está en el Centro del Perú. Los indios de Pampas hacen bendecir todos los años la cruz «calvario» que está clavada en un gran cerro que comienza desde el canto mismo del pueblo. El cerro es desnudo, y en el mes de mayo el poco pasto que brota en los meses de lluvia ya está marchito, los arbustos de tankar y k’opayso están negruzcos y sin hojas. Por eso los indios no bajan la cruz por el camino, sino de frente, por la cuchilla del cerro. Todos los indios suben la montaña en la madrugada, con la luz del amanecer, y se reúnen al pie de la cruz; cuando sale el sol, desde el pueblo medio vacío, los principales miran a los indios hormigueando en la cima del cerro, junto a la cruz «calvario». Es una cruz enorme de eucalipto. Casi medio día luchan para sacarla de su pedestal, y el otro medio día la arrastran por el cerro, con cuidado, abrazados por todo lo largo de la cruz y a sus dos brazos. Gritan del cerro, de rato en rato; y van reemplazándose. El que ha visto una vez esta bajada de la cruz «calvario» de Pampas no puede olvidarla nunca. Llegan oscureciendo, cuando el crepúsculo ilumina la quebrada y las crucecitas de los techos parecen tristes bajo la luz dorada del cielo. Los indios llegan a la plaza, con la cruz «calvario», casi en silencio, cansados. Y pasan la noche en la misma plaza, velando la cruz, conversando, tranquilos, y tomando chicha y aguardiente en silencio sin hacer bulla. Por que está región es pobre en danzas y en canto (…).

La trilla de Arvejas
(Voz José María Arguedas)

Takllaykuy takllaykuy makichayquiwan takllaykuy
saruykuy saruykuy chaquichaiquiwan saruykuy
chaquichayquiwan maquichaiquiwan
saruykuy takllaykuy
maquichaiquiwan chaquichayquiwan
takllaykuy saruykuy

Correupys cartay kachkan
correupys cartay kachkan
likaylla likaykuyman
jawaylla jawaykuyman
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Carlos Zúñiga Segura
Colaborador exclusivo de Saposaqta

jueves, 11 de agosto de 2011

FOLKLORE: DANZA Y CANTO




La Universidad Inca Garcilaso de la Vega publicó el libro “Folklore, Danza y Canto” para su programa de educación a distancia. Esta obra fue escrita por el escritor y periodista Antonio Muñoz Monge nacido en la ciudad de Pampas Tayacaja.


A propósito, en este mes de agosto se celebra el día mundial del Folklore, y creemos que el aporte del autor a esta disciplina es importante.


Saposaqta se une al homenaje que diversas Instituciones hacen al folklore mundial, publicando un extracto de este valioso libro.

Tradición y Folklore
Se suele admitir que la tradición es cantera fundamental del folklore, y muchas veces la tradición se identifica con el pasado, con la historia y la leyenda, donde el folklore recoge gran parte de su contenido. Sin embargo esa afirmación puede ser discutible.

Que se entiende por TRADICION:
La tradición es la transmisión permanente de la cultura, durante un largo espacio de tiempo; la tradición enlaza lo pasado con el presente y se proyecta con el porvenir.

Según el estudioso brasileño Paulo de Carvallo Neto, el término “tradición” es precario, ya que el folklore no lo acepta en su etimología, sino en sentido figurado, convencional. De ese modo, cada uno puede tener su idea personal sobre la “tradición” folklórica.

Etimológicamente “tradición” es “transmisión” en tanto que no toda “transmisión” es “tradición”. De este modo en nuestra materia, sigue diciendo el profesor Paulo de Carvallo, tradición indica el mecanismo por el cual heredamos los bienes que fueron propios de nuestros antepasados ”noticia u opinión antigua, derivada de unos a otros”, “noticia de hecho, trasmitida de padres a hijos, de edad en edad”, tradición real: la que se ha trasmitido de viva voz, entrega”.

Dinámica del Folklore
El folklore no es estático; es dinámico, vital, dialéctico, diacrónico en su historia; es un hecho socio cultural interdependiente, porque al mismo tiempo influye y es influido por los demás. Gracias a esta dinámica, el folklore se actualiza recogiendo los aportes que puedan enriquecer su campo sin que puedan abandonar su esencia, su sello propio. Ya en la música, el canto, la danza, la vestimenta, las costumbres en general, existe una independencia que no es perjudicial como algunos opinan, mientras se respete la originalidad y pureza de esas manifestaciones culturales propias de una determinada comunidad.

Mestizaje en el folklore
Como consecuencia de la interdependencia cultural que se ha expresado desde siempre, el folklore en gran parte de nuestros pueblos americanos es mestizo, encontrando muy pocas manifestaciones auténticamente nativas, en un estado de pureza total. Ejemplos sobran: los instrumentos musicales de las orquestas típicas del valle del Mantaro son todos occidentales (saxos, arpas, clarinetes, violines), logrando con ellos, ritmos vernaculares, como son nuestros huaynos, huaylash, además mulizas y otros ritmos; la muliza en este caso en su forma y fondo es un producto mestizo. La vestimenta de los danzarites de tijeras, además de los instrumentos que acompañan son mestizos. El pintoresco y cruel jalapato, el hermoso carnaval cajamarquino, ayacuchano o huancavelicano, para dar unos ejemplos, son expresiones mestizas considerando, desde luego, las expresiones nativas como el “pum pin o carnaval autóctono de la provincia de Víctor Fajardo en el departamento de Ayacucho.

Fuente: “Folklore Peruano: Danza y Canto
Autor: Antonio Muñoz Monge
Ediciones Educación a distancia
Universidad Inca Garcilaso de la Vega

miércoles, 3 de agosto de 2011

PAMPAS OBTIENE CATEGORIA DE CIUDAD




La historia de la provincia de Tayacaja y su capital Pampas, es un permanente caudal de signos y aromas singulares. Este florecimiento, está alimentado desde tiempos ancestrales, por las pulsaciones de hombres y mujeres que a su tiempo, asumieron la gran travesía de la experiencia humana, desde una perspectiva personal y a la vez amalgamada al vigoroso colectivo Tayacaja.

La firmas y sellos de los conductores en las instituciones, son visibles en la medida de sus realizaciones. Junto a estos signos está presente con su jerarquía humana y profesional la inteligencia y voluntad de hombres y mujeres nacidos en la provincia o afincados en sus estancias, que sin distingo alguno tejieron el estandarte verde y amarillo que nos distingue y marca la diferencia en el sentido que Tayacaja no es solo una provincia sino un sentimiento.

Hace 107 años, el 9 de agosto de 1904 Pampas la tierra de nuestras primeras querencias que lucía la categoría de Villa obtiene por reconocimien to oficial la denominación de CIUDAD.

El segundo vicepresidente de la República, encargado del Poder Ejecutivo. Por cuanto el Congreso ha dado la ley siguiente: El Congreso de la República Peruana, ha dado la ley siguiente: Artículo único. Elévese a la categoría de ciudad la villa de Pampas, capital de la provincia de Tayacaja, en el departamento de Huancavelica. Comuníquese al Poder Ejecutivo para que disponga lo necesario a su cumplimiento. Dada en la sala de sesiones del Congreso , en Lima a los 9 días del mes de agosto de 1904. Rafael Villanueva, presidente del Senado, Cesáreo Chacaltana presidente de la Cámara de Diputados, José Manuel García Senador Secretario, Luis A. Carrillo, Diputado Secretario.

Al Excmo. señor Presidente de la república. Por tanto, mando se imprima, pubhlique y circule y se le dé el debido cumplimiento. Dada en la Casa de Gobierno, en Lima a los 12 días del mes de agosto de 1904. Serapio Calderón.-Juan de D. Quintana”

Carlos Zúñiga Segura
Colaborador exclusivo de Saposaqta