jueves, 20 de junio de 2013

APORTES PARA LA HISTORIA LOCAL



El Blog SAPOSAQTA se enorgullece de presentar a un estudioso tayacajino que con sus aportes, estamos seguros contribuirá a conocer un poco más, a nuestra querida provincia, ahora que cumplimos un aniversario más. Y publicamos en esta ocasión un interesante artículo del sociólogo pampino Oscar Zamudio Cabezas (1960), extraído de su libro “Aportes para la historia local” actualmente en preparación. Nos narra tres períodos de la antigua provincia de Tayacaja, y pretende sensibilizar a las autoridades locales sobre la importancia de invertir en cultura, como parte del desarrollo local.

Pocos son los estudios que analizan de manera panorámica la historia local de la provincia de Tayacaja, por esta razón nos hemos animado a publicar tres textos como edición de colección, con ocasión del 188 aniversario de creación política. Abarcan tres periodos importantes para conocer el pasado y tener una mirada de largo aliento sobre la historia de la antigua provincia de Tayacaja.

La serie se denomina Aportes para la Historia Local, que pretende estar al alcance de las Instituciones Educativas, bibliotecas de la provincia, la región y de quienes estudian la historia regional, también para conocernos mejor y responder de dónde procedemos y hacia dónde vamos, y no caer en el extremismo chauvinista. Además sensibilizar a las autoridades locales la importancia de invertir en cultura, por que la consideran como la última “rueda del coche”.

El primer texto es de Waldemar Espinoza[1], en su trabajo “La Coca de los Mitmas Cayampis …”[2], que comprende las postrimerías de la caída de los incas y el asentamiento de los españoles. A partir de la reconstrucción de un litigio de tierras para el uso de la siembra de coca, entre Mitmas[3] traídos del Ecuador con Mitmas chancas, huanucos y chachas en el territorio de los Anccaras[4], se conoce varios aspectos históricos de las tierras huancavelicanas. Por Ejemplo el territorio de los Anccaras estaba conformado por las contemporáneas provincias de Huancavelica, Angaraes, Acobamba y el sur de Tayacaja es decir Churcampa y dividido en dos parcialidades: Hanan-Ancara denominada Chácac y Hurin-Ancara denominado Asto. Otro dato importante, en el siglo XVI Acopampa (actualmente Acobamba) era el centro de la administración política y económica de los Ancara y durante el colonialismo español allí residía el Corregidor. Los mitmas Chancas estaban entre Atunhuayllay, Uchuyhuayllay, Huancahuanca, Congalla y Julcamarca. Los mitmas Caxamarcas fueron concentrados en Callanmarca y Lircay. Los Huaro entre Caja Espíritu, Acobamba y Antapampa.

En Caja se establecieron los Quiguar descendientes directos de los incas, “rinrizapas” que fueron los gobernantes que representaban al poder de los incas. En Huayllay tenían dos estatuas del dios Apo Con Ticsi Huiracocha y Pacha Yachacchi, encima de este centro adoratorio los curas en la colonia con el proceso de evangelización implantaron al Señor de Huayllay, para desplazar las prácticas religiosas andinas y en torno de ella se estableció la famosa feria del Señor de Huayllay, de importancia económica para el intercambio regional de productos manufacturados y agropecuarios y el establecimiento de comerciantes como los Bidalón, La Torre, Arana, Ludeña, Vargas y otros, que se constituirán en el poder local de la zona y cuando decae el activo comercio, estas familias notables se instalaran en Lircay y forzaran el cambio del centro administrativo y político y la creación en 1825 de la provincia de Angaraes. Después de más de un siglo la parte norte de Angaraes se separó, para conformarse en 1943 la provincia de Acobamba.
Conayca era el otro centro administrativo del sector Asto[5], que abarcaba un inmenso territorio, que hoy languidece por la migración de su población, y que con el correr del tiempo se desprenderán los distritos actuales de Pilchaca, Huando, Nuevo Occoro, Laria, Palca y Cuenca de la zona centro de la provincia de Huancavelica. Con relación a la provincia de Churcampa, un tal Baltazar de Hontiveros era el encomendero del repartimiento de los Angaraes reducidos en seis pueblos: la Veracruz de Churcampa, Locroja, Santa Clara de Cosme, San Juan de Cota, San Alfonso de Chilcapampa y San Pedro de Matibamba, que después de muchos años en 1985 varios de estos pueblos serán la base para dar forma a dicha provincia. Según Francisco Cañas que recorrió en 1840, el clima ardiente de esta zona les permitía la obtención de calabazas o mates, cuyos caparazones eran burilados en Mayocc con extraordinario gusto artístico. Respecto a la provincia de Tayacaja[6], da cuenta de su antigua existencia con el conjunto de pueblos en su interior y la presencia de mitmas chachas que se establecieron en Colcabamba.
El segundo texto es del huancaíno Nemesio Raéz que ejerciendo funciones de Subprefecto en la provincia de Tayacaja, al estilo del sabio Raymondi escribe en 1898 “Tayacaja Monografía de esta Provincia de Huancavelica”, apenas algunos años posteriores a los acontecimiento de la guerra con Chile. Nos da cuenta de la existencia de las potencialidades naturales y sociales, la descripción de la división política y eclesiástica[7], las actividades económicas de los distritos, el inventario de  235 haciendas y su vocación productiva, las haciendas cañeras que explotan el aguardiente de caña, recursos hídricos, minerales, la fauna, flora, puentes, caminos. La importancia de Pampas, Huaribamba y Colcabamba por su amplitud territorial que será la base para el surgimiento de nuevos distritos. Utilizando el Censo de 1876 señala la existencia de 38,161 habitantes para toda la provincia, aunque recela de los estimados demográficos[8]. También nos da pistas sobre alzamientos y recuperación de tierras por campesinos post guerra con Chile.
El tercer texto es el “Ensayo Monográfico de la provincia de Tayacaja[9], de J Ruiz Fowler que data de los años 30 del siglo pasado. Cuyos manuscritos originales los halle en 1991 en los archivos comunales de la comunidad de Pazos, cuando trabajaba en el Proyecto de Desarrollo Comunal de la Microrregión de Pazos, que ejecutaba la ONG SEPAR. Justamente el Ing. Ruiz había establecido su campamento de operaciones en la comunidad de Pazos, fue escrito cuando estaba a cargo de la construcción de la carretera Huancayo – Pampas[10] por la ley de Conscripción Vial, dado por Augusto B. Leguía. Describe su fundación y sobre los primeros españoles que habitaron la ciudad de San Pedro de Pampas aludiendo a los López y Cárdenas, Díaz, Olivera, Arredondo, Acevedo, Chamorro y Bendezú. La existencia de los distritos y su población, las potencialidades agropecuarias, la producción de la caña de azúcar de los distritos de Colcabamba, Salcabamba, Surcubamba y Anco, de la que extraen aguardiente[11] y chancaca; y es destacable el diseño del plan vial para la interconexión de los distritos con la capital de la provincia, especialmente con la rica zona Nor oriental.


Juan Oscar Zamudio Cabezas
Editor



[1]    Es uno de los intelectuales peruanos que más ha estudiado el mundo andino. Su producción bibliográfica se acerca a las 300 publicaciones y 27 libros, en más de 40 años de investigación. Ha recorrido diversos archivos de Sudamérica y Europa, lo que le ha permitido recopilar y publicar mucha información sobre distintos temas referentes al imperio de los Incas, la invasión española, los movimientos coloniales acerca de grupos étnicos diversos e instituciones hispánicas. Sus aportes a la historiografía peruana son incalculables. Luis Daniel Morán Ramos: UKUPACHA, Revista de Investigaciones Históricas. Año 5, N° 10, Diciembre 2006.
[2]   Para facilitar la lectura del texto, se ha quitado los anexos que describen el proceso del litigio.
[3]    Los mitmas eran grupos de migrantes controlados por el Estado Inca. El número de hombres y mujeres trasladados de un lugar a otro dependía de lo planificado por el poder central. Las funciones que cumplían eran variadas para la colonización, en donde trabajaban en la explotación de minas, salinas, maizales y cocales. En síntesis, los mitmas representaron un instrumento político que utilizaron los incas, para el mantenimiento de su status y poder. “…en la tierra de los Ancara hubo dos clases de mitmas: 1) los políticos para el control social y castrense, y 2) los colonizadores que fundaron nuevos pueblos o llactas”.
[4]    El reino Anccara fue una de las muchas etnias nacionales de los Andes. Anccara es sinónimo de Huampuru: batea de calabaza, aunque también se les llamaba a las calabazas grandes que servían como platos.
[5]    Denominado Hanan-Ancara, que comprendía el espacio ocupado por los actuales distritos de Occoro, Laria, Conaica, Cuenca, Pilchaca, Moya, Vilca, Manta, Huayllahuara y Acobambilla. Daniela Lavallée y Michele, Julien: Asto, Curacazgo Prehispánico en los Andes Centrales, IEP, Lima 1983.  
[6]    Considerado como uno de los reinos locales huancavelicanos, según referencia de documentos de 1594 Yupa Inca VacachiYndio ladino (sic) figura como gobernador y cacique principal de pueblos de Pampas y Colcabamba. Carlos Zúñiga: Literatura de Tayacaja,  Ediciones Capulí, 1995.
[7]    Para 1784 Tayacaja estaba conformado por cinco curatos: Mayocc, Paucarbamba, Colcabamba, San Pedro de Pampas y Huaribamba; luego de más de un siglo después en 1898 estaba divida en 9 distritos: Pampas, Huaribamba, Salcabamba, Colcabamba, Paucarbamba, Mayoc, Anco, Locroja y Surcubama; y cuarenta y seis anexos.
[8]    Dato muy importante para ver la evolución de la población en Tayacaja. De acuerdo a los censos realizados en el país, en 1791 existía una población de 13,161 habitantes, en 1836 (sin información), 1862: 40,802. Gootenberg, Paul: Población y etnicidad en el Perú republicano (siglo XIX): algunas revisiones, IEP, 1995.
[9]    Publicado en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima. Tomo 47, 1930.
[10]  En el centenario de Tayacaja (1925) se inicia la construcción de la carretera Huancayo-Pampas. Un cinco de junio llega el primer carro.
[11]  Sobre el papel del aguardiente en la sierra central ver Manrique (1987).

sábado, 15 de junio de 2013

CELEBRACIÓN DEL 188 ANIVERSARIO DE TAYACAJA




Al conmemorarse el 188 Aniversario de la creación política de la Provincia de Tayacaja, desde las acreditadas páginas de SAPOSAQTA, vaya un caluroso abrazo  a las mujeres y hombres que tienen como hábitat el diáfano cielo azul y los coloridos valles de Tayacaja, a los habitantes, vecinos y ciudadanos que tienen el privilegio de transitar cotidianamente por los senderos de esta siempre bella y atractiva provincia.

En este nuevo aniversario, un entrañable saludo a todas y a todos quienes laboran vigorosamente, para construir y engrandecer la “patria chica”. A nuestra generación y las generaciones venideras el encargo para que sigan contribuyendo desde cualquier destino o posición en que se encuentren, a través de iniciativas o articulando con los diferentes actores económicos, políticos, estamentos públicos y privados en general, a fin de impulsar el desarrollo provincial sustentable, que a su vez se traduzca en crecimiento económico, en bienestar y en desarrollo humano.

A las autoridades, personalidades y actores del entorno que gozan de la dispensa de ser considerados “notables”, demandar que desplieguen sus capacidades y experticias enrumbadas hacia el progreso de la provincia, pero prioritariamente a promover la noble tarea de transmitir valores simbólicos en el cometido de construir una sociedad digna y responsable, bajo la incesante búsqueda de consolidar la construcción de un colectivo con principios, aspiraciones e identidad, convirtiendo a los tayacajinos en verdaderos protagonistas de su propio desarrollo ético, moral y por ende económico y social.

Es que Tayacaja que conmemora una fecha más de existencia institucional, es una provincia de enorme importancia, no solo a nivel del departamento de Huancavelica y de la pujante región central del país, sus potencialidades a través de la historia trascienden mucho más allá de su ámbito geográfico, contribuyendo notablemente al engrandecimiento regional y nacional, no en vano es catalogada como la “Capital energética del Perú”, hecho que aunado a la belleza original de su valle y demás recursos naturales que posee, la han convertido en un poblado encantador, generoso, acogedor, lugar atractivo, con cultura e identidad demostradas.

En esa orientación, si  pretendemos retrotraer el tiempo, los recuerdos se convierten en legítima evocación de amenas experiencias vividas en el querido terruño; es que sin lugar a dudas Pampas Tayacaja, es el territorio que galvaniza  los más nobles sentimientos de sus hijos, quienes compenetrados en el inconfundible sentir afectuoso de hermandad, anidan bajo el manto de la casa grande, en cuyo regazo maternal armoniosa y democráticamente, propios y extraños  disfrutan  de imperecedera fraternidad e idiosincrasia Tayacajina

FELIZ CLXXXIII ANIVERSARIO, TAYACAJA


ING. MAGNO GUTIERREZ ENRIQUEZ
Colaborador de SAPOSAQTA
Correo:gutierrezmagno@gmail.com


viernes, 7 de junio de 2013

LA NOSTALGIA DEL VIEJO ALISO



Leopoldo Pacheco Orellana (1961) nació en Pampas Tayacaja y publicó en el 2012 “El aullido del Lobo”, su primer libro de narraciones ambientadas en su tierra natal. De su segundo libro de poesía “Nostalgia del dolor” nuestro colaborador Carlos Zúñiga Segura, nos hace un breve análisis que ponemos a vuestra consideración.


El poeta Miguel Hernández afirma que los escritores “son vientos del pueblo, nacidos para pasar soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas”. En efecto, este concepto se afirma en el florecimiento del libro Nostalgia del dolor escrito por Leopoldo Pacheco Orellana.

El poeta Pacheco, eterniza las imágenes que entrañan las palpitaciones de su pueblo en la permanente travesía de la experiencia humana; así, Pampas Tayacaja, es el fuego que alimenta su asunción poética, pues, cada imagen refleja la esencia del hombre, su bagaje espiritual y su identidad.

El viento sacude las ramas de la nostalgia y en esa textura, forma y color le confiere una indudable fuerza expresiva, en la medida que se revive rituales, costumbres, cariños, familiaridad, que son la exaltación de vivir en el pueblo donde se ha nacido, donde se ha plasmado la visión del escritor que respeta y valora esos recuerdos identitarios, para luego, corrido los años, enhebrarlos a través de una hilación sutil y rotunda a la vez en un Voy a volver / sin haberme ido nunca de mi tierra como lo afirma su autor tejiendo en su alma la manta  multicolor de sus sentimientos mas fecundos.

Pacheco Orellana evocando mi escuelita en esta salida eterna, expresa la comunión del ser en el Ser, la emoción decisiva y auténtica que nace desde las nervaduras de la sangre, en corralones bordados de guindos y trinos de jilgueros para calificar el alto sentido de la vida y hacer que los pajarillos trinan, como ahora están trinando en el Puente con corazón de viento y dolor de espuma.

Nostalgia del dolor, semeja una postal de amor, donde es posible graficar los signos y aromas en su intimidad más profunda. Cierto, cada palabra dicha con absoluta sinceridad, vertebra el edificio poético del libro, en tanto álbum de recuerdos, nostalgias, que florece como una salvación justo y preciso antes que el tiempo puede lastimar las tardes o arrugar la piel en la injuria de los años.

Así, la travesía literaria  de Leopoldo Pacheco Orellana, que anteriormente ha publicado El aullido del lobo se afirma plenamente con Nostalgia del dolor, en la medida que el libro germina y evidencia un singular florecimiento poético, que enciende la sangre en el paisaje encantatorio del pueblo donde nació y asumió el compromiso de la palabra, para junto a sus numerosos lectores avivar el fuego eterno de la vida que es la poesía y con ello, aspirar que el mundo cicatrice sus heridas.

Autor: Carlos Zúñiga Segura
Colaborador Exclusivo de Saposaqta