Publicamos una reflexión muy interesante sobre el futuro
de Pampas, en la pluma de nuestro colaborador Magno Gutierrez Enriquez
Con el mismo entusiasmo con el que nos pronunciamos
cuando ocurren gratos acontecimientos dignos de todo reconocimiento en afirmación
de nuestro añorado terruño, en esta ocasión pretendemos llamar la atención respecto
de la nostálgica cuando no preocupante discordancia que se observa no solo a
nivel de la urbe, sino en el valle mismo de Pampas Tayacaja, manifestado entre otras desproporciones en la
ciudad-por la aplicación de la cultura fenicia en su mas cuestionable extremo,
que la viene convirtiendo en una bulliciosa, desordenada, irrespetuosa y hasta
descuidada localidad, arrebatándole su otrora condición de serena, acogedora, limpia y
tradicionalmente ciudad preciosa, por la
que los Pampinos de corazón anhelamos sentimientos sin tiempo ni distancia para
servirla, amarla y recordarla por toda la vida.
Si bien el paisaje de la región sierra generalmente
presenta la regularidad de montañas, planicies y quebradas de caprichosa
configuración física y difícil acceso con una suerte de monotonía territorial, en
esta misma región existen sectores privilegiados que por su singular disposición espacial despiertan
admiración como ocurre con el valle de
Pampas, que desde su nacimiento se abre paso hacia un extenso y hermoso valle
con apariencia de una inmensa mesa de billar adornada por especies arbóreas,
arbustivas y colorida presencia de animales en pastoreo, celosamente circundado
por enormes montañas y modelados por los caprichosos meandros del legendario
Opamayo, que le otorga un ambiente alegre, continuo y siempre primaveral, brindando a su vez una bella
sensación óptica de invalorable aprecio, por su excelente y excepcional
configuración geográfica, constituyéndose en un afortunado regalo de la
naturaleza para propios y extraños, toda vez que no solo se circunscribe al
aspecto puramente paisajístico, sino que además, representa un recurso natural altamente
productivo para su población.
Por las anotaciones señaladas, no dudo que colegirán
conmigo la preocupación de que una generalizada actividad comercial
desordenada, invasora, que adolece de la mas elemental planificación, sentido
de orden y principalmente que no siente respeto por la población, a la par de
un crecimiento urbanístico desordenado que
no solamente compromete los ámbitos urbanos, sino la hermosura del valle,
representan un potencial riesgo que quizá en el escenario actual no sea
percibido en su verdadera dimensión, mas con el correr de los años podríamos
estar lamentando de no haber actuado en su oportunidad y no tardíamente como siempre suele suceder.
Debe
quedar claramente establecido que nuestra preocupación para nada se opone al
crecimiento y desarrollo de la ciudad, a la actividad comercial que dinamiza la
economía local generando ocupación e ingresos, siempre y cuando sean
desarrolladas dentro de los marcos del orden, respeto, con planificación
armoniosa y coherente, pero sobre todo conservando y evitando la incidencia de impactos
negativos para la integridad de la población y el precioso valle de Pampas, expresar
inquietud por esta plausible causa considero de alguna manera es tarea de todo
verdadero Pampino y en mayor medida de las instituciones oficiales que deberían
actuar con firmeza y rigurosidad, a fin de que nuestro querido Pampas Tayacaja,
siga siendo el lugar añorado y admirado
por sus hijos y por todas aquellas personas que la visitan.
MAGNO
GUTIERREZ ENRIQUEZ
COLABORADOR DE
SAPOSAQTA
Correo: gutierrezmagno@gmail.com
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