El autor del presente estudio es el
antropólogo tayacajino Nestor Godofredo Taipe Campos, nacido en Colcabamba, con
estudios de Post Grado en Mexico. Tiene varias publicaciones sobre cultura,
sociedad y educación en los andes peruanos. Saposaqta publica un extracto sobre el contexto histórico de la
educación en nuestro país.
Hasta antes de la década de 1970, en ninguna
de las haciendas tradicionales de Tayacaja, hubo escuelas para los hijos de los
campesinos indígenas. Para la masificación de la presencia de las escuelas
primarias en los poblados campesinos ha sido decisivo el desmoronamiento de la
hegemonía rural del sistema de haciendas tradicionales.
Los hacendados no permitieron el acceso de
sus haciendarunas (o campesinos de hacienda) a ese servicio. López escribe “En
la mayoría de los casos, y casi hasta la entrada de la década del treinta, la
escuela estuvo ausente de todo ese
engranaje social por cuanto el hacendado no permitía que los indios accedieran
a la educación. Y al no permitirles el acceso a la escuela tampoco se les
permitía que aprendieran el castellano. Indio leído, indio perdido; Indio
instruido, indio torcido; eran lemas que se repetían.
La historia peruana ha registrado que en las
comunidades indígenas las escuelas rurales no fueron bien vistas por los
miembros del grupo del poder local, porque hubo temor que los indios tomaran
conciencia de sus derechos legales y pudieran hacerlos prevalecer. Los
dominantes, intentaron mantener a los indígenas en una “cultura del silencio” o
manteniendo al “indio mudo”. Los campesinos indígenas se hallaron excluidos de
la toma de decisiones, hecho que implicó un permanente secuestro de la palabra
colectiva, a la que se le impidió e impide hablar de lo que en verdad interesa,
y se les obliga hablar de lo que el sistema necesita para funcionar.
Que los miembros de los grupos de poder local
impidieran al indígena el acceso a la escuela y no permitieran que aprendieran
el castellano, no impidió que ellos usaran y usen al quechua, desde diferentes
perspectivas, como un medio de dominación. Por ejemplo los hacendados serranos,
para comunicarse con otros sectores sociales, usaron el castellano; pero, para
comunicarse con los indígenas usaron el quechua. En otros casos los hacendados
se sirvieron de capataces y administradores bilingües y que conocían a
perfección tanto la ideología del patrón como la los súbditos.
Si hubo actitudes negativas de los dominantes
respecto al acceso de los indígenas a la educación. ¿Cuál ha sido la actitud de
la población respecto a la escuela?
La escuela como estrategia a largo plazo,
para los campesinos, está vinculada con la noción de progreso, en
contraposición a su situación de atraso, y significa un medio de salir de la
condición campesina, que es vivida como algo muy pesado y sufrido. El valor de
la chacra ha sido sustituido por el valor del colegio, que permite acumular en
la cabeza una riqueza que nadie se lo puede robar. Aún cuando la escuela ha
sido incorporada en las comunidades como una suerte de paquete cerrado, que se
acepta sin saber lo que hay adentro, la educación escolar es considerada la
mejor herencia campesina.
Fuente: “Educación
Intercultural: Propuestas para sociedades quechua hablantes”
Segunda Edición
2010 Digital
Autor: Godofredo
Taipe Campos
Extracto del
capítulo “La Educación
escolar rural”
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