Desde siempre los pueblos se forjaron de tradiciones, usos, música, costumbres - que forman parte inherente e indisoluble de los mismos-cada quien caracterizado por su originalidad, moldeada y adecuada constantemente al transcurrir de la vida, pero además ubicados en un tiempo y espacio determinado que los distinguen; creando emociones de identificación y correspondencia, implícitamente contemplados en vivencias colectivas y personales que finalmente derivan en un contexto más amplio, que perfila limites de sentimientos plenos de identidad con el terruño, al que suele denominársele inclusive la “patria chica”.
Inspirados de tales sentimientos, conscientes o intuitivamente quienes tuvimos el privilegio de nacer en aquel hermoso, alegre y siempre acogedor Valle de Pampas, con jubiloso entusiasmo compartimos las actividades festivas con ocasión de nuestra famosa FIESTA DEL 20 DE ENREO, allá en nuestra tierra conservando aun casi intactas las tradiciones ancestrales que nos legaron y en esta ciudad capital Lima, emulando dicha festividad que para propios y extraños se ha convertido no solo en la más trascendental celebración, sino en la más difundida y concurrida de las celebraciones. Siendo así que su celebracion se ha extendido al Callao e incluso trascendido los límites nacionales para ser rememorada en el país del norte USA, así como algunos de Europa y hasta en la lejana Australia.
Entusiasmo que hoy más que nunca se pone de manifiesto en la colectividad Pampina, por el hecho no solo de rendir fervoroso homenaje a
Al respecto permítanme relatarles una anécdota personal, sucede que cuando contraje matrimonio, tuve que viajar a Pampas con mi flamante esposa, Julia Leonisa Canales (Iqueña, que por vez primera viajaba a la sierra) y como era de esperarse tenía yo que responder una serie de interrogantes desde el instante que pasamos Chosica. Más lo que me sorprendió fue que cuando llegamos a la curva de Yarcacancha, le solicite al conductor de una unidad del Comité 8, (señor Noroña), se detuviera para mostrarle la majestuosidad de mi pueblo. En efecto paramos, entonces dirigiendo la mirada al panorama de Pampas le dije a mi consorte te regalo este hermoso valle, ella lógicamente quedo gratamente impresionada y cuál sería mi alegría e ilusión de Pampino, cuando luego de detenerse a observar el valle, le pregunto al señor Noroña, quien había realizado ese dibujo sinuoso que recorre íntegramente el valle, a lo que el amigo Noroña respondió, “ese no es ningún dibujo, es el rio Opamayo, sinuoso y caprichoso como el corazón de los pampinos”.
Por ello y mucho mas, vayan todo género de parabienes para nuestra “patria chica”, los mayordomos de ayer, hoy y siempre, colaboradores y entusiastas participantes de nuestra grandiosa festividad del 20 de Enero, quienes con su valioso concurso dan prestancia y continuidad en el tiempo a tan singular celebración . Finalmente, deseo rubricar el significado de estas líneas expresando:
Alegría de los Pampinos/ Siempre festiva y siempre jubilosa/ Alegría sin condiciones y de origen remoto.
Magno Gutiérrez Enríquez
Colaborador de Saposaqta
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